domingo, 31 de mayo de 2009

ESCRIBIR A CONTRAPELO


Tengo pocas letras
De un alfabeto mal aprendido
O desconocido
Me propongo ser austero
No gastar inútilmente mis adjetivos
Entender lo que dictan los que saben
Cuando no saben lo que dictan
Debo remitirme a una poética de mercado
O de universidades con pergaminos
De universitarios sin poemas
Debe pedirle a Borges que resucite
Que retorne o comience en las aulas
Porque solo asi se validara su genialidad
Que tan solo lo es en una esquina de buenos aires
O en la vereda tuerta de un barrio
Cosa seria este desobediente ciego
O Juan gelman indisciplinado
Que hacer con los pueblos primitivos
Los que hicieron de la poesía su lenguaje
Como no saber que cada cosa
Debe ceñirse a la estética de los impotentes
De los que juegan a jueces
Sin saber nada, creyendo saberlo màs que todo
Divise a lo lejos la hoguera encendida
De las togas almidonadas en algún claustro
Dispuestas a castigar al filósofo
Quien en un acto irresponsable supo decir
Solo se que nada se
Me rindo, no he de volver a levantar la pluma
Dime Pablo Neruda, ¿en que liceo te enseñaron
Tus canciones de amor con números desesperados?
Vuelvo a silenciar al mudo papel que pide tinta
Que delira por unas tetas voluptuosas,
Por la fatiga de un amante casi perfecto
Por las rosas que no se ponen mustias
Que celebran tu presente primavera.
Nada, ahora serán versos austeros
El mar se encuentra calmo esta tarde
La arena de la playa esta humedecida
Una gaviota vuela a lo lejos
Dos personas no pueden revolcarse en el sexo.
Me he rendido, acatado el dictado del deber
Ahora se que no habrá mas nubes torpes
Ni retozara en los medanos una hembra alocada
En presencia de los dioses de mi mitología
La que en una noche de borrachera tramamos en un burdel
Amigos embriagados por las curvas geométricas
De las letras que de corrido aprendimos a escribir.
Ahora mi cuaderno guarda luto y espera un lejano veredicto
Mientras veo pasar la vida con la mirada de un juglar enamorado.
Me rendí, por eso escribo a contrapelo.

EN TU NOMBRE AMOR




Has gritado
Aullado, gemido, suplicado
Los cabellos degenerados
Por mis dedos que te han tocado,
Penetrado, que se han hundido en tus oquedades.
Has vociferado hasta extenuarte.
He terminado, acabado
En las cavidades eróticas de tu cuerpo
Derramando mi semen, bendiciéndote
Hemos ardido, incinerándose nuestro lecho
De pasión, de goce, de perversión
Las sabanas humedecidas recogieron nuestra esencia
Entregados, rendidos, satisfechos
Tanto como el aire del próximo mañana
Como la plenitud de lo incompleto
Tanto y tan poco,
Que invoca a recomenzar nuestro juego.
Llega el descanso, la tregua, la mirada cruzada
El recuerdo de lo recorrido hace instantes
Del despliegue de tu lengua por mi cuerpo
De la mía por la constelación de tus poros
La saliva de mis verbos en tus ranuras
Los labios de cargada sensualidad extrema
Que se posaron sobre tus pezones
Sobre la cima de mi erectilidad
En el valle silencioso de tu pubis
En los caudalosos arroyos de tu boca,
En las paredes calenturientas de tu vagina
En la profundidad de tus abismos
En el lóbulo de mis mansos oidos
En mi espalda desnuda de mentiras
Sabiéndome a bellas líneas la curva blanca de tus nalgas
Camino pocas veces navegado
Lugar donde encalla mi bergantín
Hincando el rayo de mi falo en el remolino de tus olas
Mas un alocado vendaval de manos prometidas
Enfilaran por nuestras pieles sediciosamente anhelantes
Volviendo al ritual religioso del sexo explosivo
Del gozo que estalla en cada susurro, en cada grito
Innumerables pequeñas muertes que son vida
Agitada vida, única que vale ser vivida
Porque desde el origen de la existencia elegí,
Opte, por ser parte del orgasmo inaugural
En la màs estricta vocación fundacional
Ungido del poder de la palabra
Te repito, como en el principio de todo principio
Parirás el amor con el dolor de tu alegría
Por lo tanto en esta, la primera de siete noches
Has gritado y llorado de felicidad
He aullado como un lobo antiguo la canción nuestra
Hemos hecho intensamente el amor, y se repetirá
Màs dije ¡se ha hecho la pasión!,
Y la fogosidad tuvo tu nombre en ese instante eterno.
Nuestro mundo tuvo su génesis interminable.

jueves, 14 de mayo de 2009

CELEBRO


Dejo caer un beso
Lo atrapas con tus labios
Preparo muchos otros
Que capturaras al instante
Mojare tus comisuras
Morderás mis palabras,
Como muerdes mis relatos
Como acaricias mi cabellos,
Como surcas mi rostro con el tuyo
Gastando tus manos en mis dedos
En mi espalda, en mi sexo
En las gotas redondas de tormenta
En las vocales y consonantes que agitan tus oidos
Apresando por el rabo mis suspiros
Mis jadeos, mis proclamas de loco incendiario
De tu sensualidad, de tus pecados
De tu cuerpo que se forma y transforma
En la superficie de mi cuerpo plano
Con la salvedad del mástil de mi barco.

Te echas hacia el océano insondable
Donde descansan monstruos mitológicos
Partiendo una ola de tiempo añejo
Sobre el espejo de mi nombre ignoto
Donde la nada todo representa
Y tu soledad es materia del pasado
La dulce compañía de mi demencia erecta
Hace de tu dia un paisaje luminoso
Con tus noches, ayer desoladas, ahora bulliciosas
Por el milagro de saber que uno con otro
Pueden ser uno màs completo.

Nos decimos tantas cosas
Que las palabras no contienen, no contemplan
Son sentimientos fuera del molde de los existentes
Que se desbordan por los canteros de la vida
Que se despliegan por el infinito trastocado
Cubren el firmamento,
Màs son tan amplios que cubren una noche
En el revoltijos de amor de nuestra cama
Son las cosas que llenan las tinajas de la vida
Por eso en cada movimiento acompasado
Cuando entro en el estrecho de tu entrepiernas
Me recibes con la acogedora calidez de tus arroyos
Y fatigamos la luz hasta una nueva madrugada.
El amor ha sido hecho, ya, por los siglos de los siglos.

El beso ha sido consumido
El amor ha sido consumado
Dios celebra embriagado.

EL AMOR ES AHORA


En esta mañana que me develó tu piel
Me asome a las preguntas sin respuestas
Descifre entre los poros de tu cuerpo tibio
El sinsentido de los tiempos agotados
De los umbrales de dolor en la vigilia
Màs los intranquilos besos equivocados.

Se han abierto las puertas de los cielos
Se asemejan a dos largas piernas tuyas
Como camino que conducen al peregrino
A postrarse, rogando con su lengua que tus gemidos fluyan

Limpiamente, sin nubes que perturben a la mar
Salio mi velero a encontrarse en tu boca
En la bahía de tus verbos, tu gramática, tu sintaxis
Donde chocan las palabras del sensual deseo
Con las imprecaciones al tan lejano infierno
Que solo calla el encuentro de dos que se convocan.

Me navegas recorriéndome sexo arriba
Me surcas devorándote la luz de mis otoños
Acaricias los pliegos de tantas pesadillas
Transformándote en angel de sueños en retoño

En una barca de atardeceres hechizados
Soltaste amarras hundiendo el bello de tu pelvis
En un empantanado delirio de improperios
Arrebatando un inmaterial instantes de gozo
Sin fronteras ni limites confundidos en uno solo
Fue la conquista de los sentidos el principio de tu imperio

Como el fruto de la planta, ni verde ni pasado
Quizás asi se comprenda la convergencia de dos mares
Tanto desierto de lunas llenas agujereadas
De fantasmales guerreros en tumbas celestiales
Pueden entenderse desde el pentagrama pleno
De nuestra sinfonía voluptuosa de tantas marejadas.

No se incendian las nubes de este firmamento
Ni se rasgan las telas màs frágiles del presente
No componen los poetas sus amores muy diversos
Solo se vive en cada lapso de este efímero ahora
Al amor como una especie en extinción entre la gente
Cuando en el lecho desgranamos nuestros versos

sábado, 2 de mayo de 2009

NO RECUERDO



No recuerdo la luz
Solo la luminosidad de una lámpara mortecina
En un atardecer tormentoso
Que entrega la calma de un aguacero de caricias
Junto al destello enloquecido de aquellos labios
De manos que se entrelazan desesperadas
Sobre nuestras espaldas voluptuosas en pleno juego
Con la inagotable cascada de gemidos sabios.

No recuerdo la oscuridad
Solo la sombra que recorto tu sensual figura
Proyectándose en la nada de aquel cuarto
Amenazando con la carga del deseo
En la búsqueda de algún oasis virginal
Que saciara tanta avidez de esa ígnea demencia oscura
De dos cuerpos incendiados en el ara del placer
Con las oquedades y cumbres en un fin que augura lo inicial.

No recuerdo los buitres carroñeros
Ni las plazas de tu cuerpo hambriento
Dices que mi fortaleza fue rendida en tu presencia
Que al ser bendecido como derrotado
En verdad se me concedió la victoria
Viendo en mi mástil izada tu bandera
Conquistando con tu cuerpo, militante del pecado
Mi alma atormentada redimida por tu gloria.

No recuerdo ni evoco
La época de los sinsabores alcoholizados
Ni de las bondades castrantes a mi alimaña salvaje
Tampoco a los chacales rabiosos de mi codicia
Ni la promiscua acuarela de hembras sin rostros
Que de todo esta compuesto mi angelical infierno
Cuanto camino recorrido tuvo ese viaje
Que mi cansancio se diluyo para gozar de tus caricias.

No recuerdo al angel de la muerte
Tan familiar debe haberme sido
Que al descubrir los espejos de mi alma
Se replegó atemorizado al recocerse en mi demencia
Quizo escapar en vuelo, mas fenecer era su suerte
Aplastado por la manada de pesadillas sueltas
Con un mar de sangre por donde navega mi barco
Buscando la claridad de tus orillas, de tus puertos
Atracando en tu rada con la proa encandilada
Me recogiste para celebrar la vida en la dicha de tu huerto.

No recuerdo lo que ya no importa
Solo te se tranquila y apasionada
Recorriendo con tus largos dedos
El primer instante de esta eterna madrugada.

UN LUGAR EN NUESTRO MUNDO


Un lugar en nuestro mundo
El mejor
El más exquisito
Donde supongo beberemos
De nuestros labios lujuriosos
¿Que otro sitio lo supera?
Ninguno!
Porque ese sitio no existe
Màs que en el encuentro conspicuo
De dos entes transformándose en uno.

Si tu aliento sabe a hembra en celo
Yo, como macho encabritado
Podré recorrer el sendero del infierno
Mas la ensambladura es tocar el cielo
Presiento que estarás,
Antes o después,
Deseosa de verme deseante
Excitado, anhelante
Fundirnos en un beso
En un abrazo desesperado
Diciéndote que el juego ha comenzado.

Recorriendo poro a poro tu cuello
Mordisqueando el lóbulo, tu comisura
Bajando por el camino de la espuma
A tus senos consagrados
A absorber tus pezones incitados
Tras un largo viaje, llegar al valle de la pelvis
Donde el clítoris se halla sonrojado
Con el suave tacto de mi lengua
El estrecho paraje se ha mojado
Los labios enrojecidos
El arquero con su flecha grabada
Observa el centro de tu entrepierna
Creyéndose vencedor aun vencido.

Simple, tanto de simple en lo complejo
Disfrutar de los cuerpos como instrumentos
Como geografía recreada por el roce
Enardecidas nuestras islas por intensos momentos.
El camino hacia el más cruel de los avernos
Pasa por el celestial triunfo del más mísero pecado
Pasa por tus bordes de sexo lubricado
Pasa por la furia de los movimientos lentos.

Comprendo que el paraíso o el nirvana
Están ahí, donde dos almas buscan la completud
Reconociéndose en el más ancestral gemido
Desesperado, desesperante en su ancho y altitud
En su alfa y omega
En haberse encontrado para no ser perdido
En el baño vital de los océanos de la noche
Cuando al final te he pervertido
Sacerdotisa de la escuela de María Magdalena
Vestal de un templo sin sentido.

El lugar es un instante,
La inexistencia de lo concreto
Paloma que te trasformas en rosa
Las espinas son nuestros secretos
Hemos venido para marcharnos
Fundidos en nuestro fuego de amor indiscreto.
Pasaremos dejando una huella
Una pisada en la arena del deseo y de la vida.

Amen!

UN LUGAR EN NUESTRO MUNDO


Un lugar en nuestro mundo
El mejor
El más exquisito
Donde supongo beberemos
De nuestros labios lujuriosos
¿Que otro sitio lo supera?
Ninguno!
Porque ese sitio no existe
Màs que en el encuentro conspicuo
De dos entes transformándose en uno.

Si tu aliento sabe a hembra en celo
Yo, como macho encabritado
Podré recorrer el sendero del infierno
Mas la ensambladura es tocar el cielo
Presiento que estarás,
Antes o después,
Deseosa de verme deseante
Excitado, anhelante
Fundirnos en un beso
En un abrazo desesperado
Diciéndote que el juego ha comenzado.

Recorriendo poro a poro tu cuello
Mordisqueando el lóbulo, tu comisura
Bajando por el camino de la espuma
A tus senos consagrados
A absorber tus pezones incitados
Tras un largo viaje, llegar al valle de la pelvis
Donde el clítoris se halla sonrojado
Con el suave tacto de mi lengua
El estrecho paraje se ha mojado
Los labios enrojecidos
El arquero con su flecha grabada
Observa el centro de tu entrepierna
Creyéndose vencedor aun vencido.

Simple, tanto de simple en lo complejo
Disfrutar de los cuerpos como instrumentos
Como geografía recreada por el roce
Enardecidas nuestras islas por intensos momentos.
El camino hacia el más cruel de los avernos
Pasa por el celestial triunfo del más mísero pecado
Pasa por tus bordes de sexo lubricado
Pasa por la furia de los movimientos lentos.

Comprendo que el paraíso o el nirvana
Están ahí, donde dos almas buscan la completud