domingo, 12 de junio de 2011

CAE UN PETALO BLANCO

 


Cae un pétalo blanco


Con esta brisa de mar,

Entrando por la abertura,

De este día otoñal.

Cae y en su caída

Se deshace,

El pétalo,

El tiempo,

La idea,

Mientras crece la soledad.

Nadie sabe que ha caído,

Ni donde se encontrará,

El blanco se torna espuma,

Como las olas de la vacuidad.

Se desmorona un poco de viento

En la esquina de algún lugar,

No será sobre el verde de tus ojos,

Ni el florecer de tu mirada,

Quizás sea sobre el mediodía de tu cuerpo,

Cuando las agujas se nutren de poros,

Humedeciendo sus astas en la alborada,

Se desvanece como las alas de plata y oro.

Mis sueños hablan de carencias,

De miedos perimidos,

De afectos que discurren hondamente,

Tanto que toca unas aguas de esencias,

Aquellas que se detuvieron en la infancia,

Creciendo al florecer,

Vienen como pájaros lentos,

Que devoran las pasiones al pasar.

Y cuantas son las que pasaron,

Las que ya no volverán,

Hasta que en el atardecer del abatimiento,

Los dioses te vuelven a susurrar,

Hay más granos por contar,

Hay alguna mujer por quien suspirar,

Que invada tu vigilia,

Que inmole tus pesadillas,

Que valga la pena tomar la pluma,

Escribir que los átomos existen,

Que el algebra es una ciencia inexacta,

Como inexacto es el darse a amar.

Pero en el convencimiento de haber sido convocado,

De ser el elegido para que te alimente

La posibilidad de andar,

Incendiando las edades de los sueños,

Cuando palpas el afecto convertido en damisela,

En mujer de esperanzas y actualidades tomar,

En saber que nadie navego como lo haces,

Por esos efluentes, por ese canal,

Que muerdes con avaricia la superficie del mar,

Sosegando el movimiento de las corrientes,

Las que no llegan mas que hasta este altar,

El de las vestales,

El de la diosa que te hizo revivir,

Salir de la cáscara de tu pesimismo,

Andar descalzo sobre arenas emblanquecidas,

Descubriendo medanos novedosos,

En donde se desliga la arenilla,

Un instante después de la caída de la rosa,

Que no toca el suelo, pues le das la bienvenida.

Se rompe un trozo de segundo,

De minuto al esperar,

Se desgarra en versos breves

Junto a este juglar que fue vagabundo

Y ya no mas….

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