Pregunto
si hay algún sitio muerto
donde enterrar la noche
los crisantemos mustios
los sueños incomprensible
los años que aparecen en fragmentos
un lugar profundo
como el abismo del alma ante la nada
en que se calcinen en el aire
los destellos de la luna que van al mar
siguiendo los designios de magos viejos
que traen tu presencia enamorada.
Así llegaste
como la arena de una playa virgen
borrando los días del calendario
atraída por un tango del Polaco
siendo más áspera la garganta encurdelada
reposaste tu consistencia erótica
en tanto el espacio se pobló de grillos
si era verano se me fueron las estaciones
los terraplenes del tiempo tienen moho
la soledad asomando detrás de la ventana
tus dedos largos ingresaron en mi espera
donde nace la pasión hacha canciones.
Han pasado los días
fui convenciéndome de lo sabio de mi ignorancia
nada ajeno llega a mi portal
sino pregunto por lo desconocido
por aquello que ni en interrogantes puedo formular
pero que como todo llega
llega la duda
llega la persistencia
llegan las ideas que desecho
hasta que una respuesta me parece nueva
y allí vienes para festejar lo dicho
hasta fundirnos en una sola esencia.
Consiento
que este amanecer es otro
que los anteriores no atraían mi atención
me parecían de harapos tristes
las lluvias casi no me mojaban
y la salida del sol era rutinario
hoy me desconcierto con la alborada
celebro los aguaceros de gotas intensas
veo que el viento no llegara a mi rostro
ni la tormenta conseguirá su cometido
di por perdidas las causas impuras
los recuerdos que se endurecen
sé que tengo el continuo instante compartido.
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