sábado, 27 de junio de 2015

HAY DIAS QUE...


Hay días
de golondrinas vacías
de pájaros con los picos quebrados
de jilgueros mudos persistentes
los hay, si, lo hay
de palabras con consonantes tardías
con vocales teñidas de acero
con esa tremenda pesadumbre
que derriba barriletes aniñados
haciendo que las aceras pierdan sus rayuelas
hay días pobres
tanto que ni migajas tienes en sus bolsillos
impotentes de contar monedas falsas
aunque en ese marco sutil
suele abrirse paso una silueta
de geometrías casi perfectas
donde la tangente de sus senos enloquecen
la traza del recorrido de mis dedos
van a hacer nido en la punta de su pezones
esos días, esas horas
valen muchísimos más que cualquier desventura
que cualquier intento por decretar eterna la angustia
es la lujuria
con su rostro pintado de rojo apasionado
la que asalta sin ningún remordimiento
mi piel
desnuda
famélica de hembra
es mi dermis erizada en sus puntos cardinales
en los poros más austeros dotándolos del sumun de placer
y así
en esos días
en esas horas
en este tiempo embargado de eternidad
veo como el cristal se astilla en tus sombras
porque es el bardo quien te nombra
dándose la libertad de sentir concupiscente
excediendo los límites de mi país desanudado
salpicado de lunas nuevas con la suerte agujereada
querré creer que la muerte se ha escondido
vale la pena permitirse intentarlo
en estas explosivas madrugadas.

Roberto Brindisi

miércoles, 24 de junio de 2015

ANSIEDAD EN LA ESPERA


Esperando
que la memoria de mis manos
se levante de su ociosidad
que ya no reclame la extrañeza
se que ellas no saben de nombres
mas se nutren de las formas y la cotidianidad
tanto como el borde de mis labios húmedos
prometí que será una noche nueva
con los astros en medio de la quiebra
de que vale un cielo con estrellas perforadas
si en mi lecho abunda la ausencia
la de esas hembras lujuriosas
las que prescindieron de la inutilidad del tiempo
las que soltaron de los relojes a los minutos
le abrieron la puerta de las jaulas a las horas
esas mismas mujeres atentas
que nunca dejaron sus documentos
ni sus pliegos de condiciones
mas firmaron con sus orgasmos cuantiosas rendiciones
mis dedos afilados contra el muro
preguntan si llegaran antes de que crezca la mañana
mientras en el ropero de mi cuarto
intento que no se alboroten las soledades
que no desesperan mis antiguas ansiedades
no ha de ponerse el sol en esta esquina
no lo hara hasta que aniquile lo que es infinito
por eso mi mirada se sobresalta al no escucharlas
solo mi oído registra el ladrido de los perros
las últimas voces de una oscuridad inclemente
y llega el diluvio de sonido de tacones
se empiezan a dibujar en la bruma los desnudos
la distancia se elimina por decreto
no hay lengua que hable otro idioma más que el nuestro
conjugamos en medio del jadeo infinidad de verbos
trazamos un recorrido de puntos suspensivos
que no soportan la tensión de tanta espera
el rio rompe todas las barreras
las mareas de placer suman espumas blanquecinas
y en la penúltima ola nace una primavera.
Roberto Brindisi



DE TENER...


Tengo
los ojos cargados de locura
incrustados en la geometría de tus ríos
perdí la mirada tras tu huida
en el momento que acabo esta alborada
regresaras un día?
o serás olvido tras olvido
no recuerdo tu nombre
puedo pronunciar solo un gemido
en este espanto de soledades crecidas
como maleza que se enredó en mi espejo
prometí que no dejaría de vaciar mis vinos
con una copa astillada en su ombligo
cuanto desconsuelo de este cielo
sino retornas vestida en la desnudez de otra hembra
cuantos grillos enmudecerán de frio
en la tardanza por desentrañar el celo
tengo
el sabor de una boca mordida
por unas nalgas aterciopeladas de espinas
y sin embargo mis labios flotan
en una vulva rosada
insomne en un esquina
sin más artilugios que la infinitud de la esperanza
sigo creyendo que llegarás sin hacer ruidos
con las pisadas frescas de lapsos primitivos
no te veré en este suelo desparejo
será en la planicie del Sahara de mi lecho
nunca han de faltarnos motivos
saltando la angustia del silencio
el vacío de un extenso silbido
la melodía que preanuncia que será espuma
la avaricia extensa de tu dermis en movimiento
como un océano de tiempo detenido
como un puente por donde alcanzar tus parpados
dirás con tu plena algarabía
que agonizas por alcanzar mis sentimientos.
Roberto Brindisi


jueves, 11 de junio de 2015

LO DIFICIL DE NOMBRARLA


Llamarte
sin recordar tu nombre
que se hizo añicos en una madrugada
tratar de evocar tu cara
que son miles o cientos
desfilando por el angosto sendero
de mis noches de fuego incandescente
entre la vastedad del mar de mi lecho
en tanto unas gotas caían
rugía sórdidamente
en la brumosa porción de mi cuarto de amante
no era la tormenta acostumbrada
sino dos cuerpos que lijaban sus asperezas
que batallaban incansables
para sobrevivir en una bocanada de pasión
afuera ya no quedaba nada
el mundo se había retirado
el universo hecho astillas,
desaparecido
más las pequeñas muertes porteñas
esas que despellejan tus gemidos
hacen que la expresión de tu boca no se entienda
los jilgueros de tus alboradas son insomnes
pero eres una me pregunto
porque veo rostros que se contradicen
en el intento ligero de mi memoria
aunque nada sea igual ni parecido
hay una constante repetición de situaciones
de puntos de encuentros
de senos perfectamente hexagonales
o totalmente son bordes
con una perfecta redondez hasta su punta
esas que dicen que son pezones
no dejo de llamarte
como en una torre de babel hago la tentativa
en esta soledad, este lúgubre silencio
abona los fantasmas del abandono
y yo sin tu nombre para amarte.
Roberto Brindisi



miércoles, 3 de junio de 2015

LA GOTA Y EL OLVIDO


Una gota
que cae simple y suave
estrellándose contra el tiempo
en alguna esquina de descuidos
esa gota de lagrima triste o alegre
es el comienzo,
la génesis de un universo de poesías
ahí donde se encuentra mi espacio vacío
enredado con las múltiples instancias de soledades
de los abundantes silencios nocturnos
cuando no consigo dormirme contra tu piel
ni registrar si es siempre la misma pelvis
la compañera de alboradas eternas
sin son los mismos sueños o pesadillas que entretengo
en una almohada de celofán terracota
como el aliento matinal de mi ventana
entonces me miro en un espejo alcoholizado
que ahogó penas, angustias
por tantas deserciones de tu espalda
de tu silueta
recortándose en el final de mi pasado
y es esa misma gota la que me rescata
la que me entrega un sol infinito
inabarcable
una luna agujereada de plata
viendo que puedo confundir al abecedario
entre muslos de mujer que se contraen
que se dilatan como un océano de poros
una oleada de gemidos ígneos
una impensable inundación de los sentidos
me levanto sobre una estrofa
con una erecta mirada
que perturba exultante la punta de tus pezones
tomo la pluma de bardo entrometido
mojo en el tintero de tu boca
escribo en el interior de tus besos
inmortal pereza la tarea del olvido.

Roberto Brindisi

LA POESIA INCONCLUSA


Hay poesías
que muchas veces quedan truncas
con versos que pretenden ser intensos
desafiantes
mancándose en su recorrido
transformándose en una herida
que lastima a quien lee esos párrafos
hay poesías con las alas quebradas
mas solo queda arroparlas
cuidar de no despeinarlas tanto
someterse al veredicto del silencio
sé que en mi imperdonable torpeza
he derramado las vocales como vino
astillado los adjetivos hasta impedirlos
he llorado la caída de algunos sustantivos
pero ante lo ocurrido poco queda sino el destino
me pregunto si esos primeros garabatos
seguirán caminando sin renguera
o habré malogrado otro poema quizás tardío
miro por la hendidura de mis horas
sin desenterrar los ojos
mañana tan extremadamente fríos
carentes de lágrimas cristalinas
en el espejo de mi tiempo detenido
quisiera escuchar el trueno de su delirio
pero el poema ha quedado sin aparente sentido
solo queda observar mis manos
las que un día comenzaron a querer
insuficiente sustancia para empezar
porque cuando se escribe pulcramente
la hoja no ha de entender
este confuso pensamiento mío
si por las venas que descontroladas no responden
corre sangre acribillada
o la soledad hecha de gotas de rio
solo quisiera poder recuperar algún poema inconcluso
para despertar acompañado alguna madrugada.
Roberto Brindisi