anduve errante por la sombra del año
con la camisa arremangada, sin botones
y la alegria de saberme ignorante
de las cosas mas sublimes del enjambre
tanto fue asi esta cuestion
que nunca pregunte porque atarlo con alambre
anduve muchas horas por la plaza
con las baldosas manchadas por la ausencia
salpicadas de vacio y de bulliciosos silencios
hasta que decidido fui a tu encuentro
creo que fue en la calle de septiembre
ahi donde no suele dar la sombra
y lo atardeceres son anaranjados
creo que el ascensor me abrio tu paso
y tu puerta despejada de oscuridad
me condujo lentamente
hasta el ultimo hueco de tu primer beso
el que no se olvida en toda la eternidad
hasta sentir como el huracan de tus caricias
despiertan mis pasiones habitantes
en el septimo piso del paraiso
donde se herrumba el espejo de los pecados
sin dejar entreveer que he sido excomulgado
de la religion de los adoradores del desamor
anduve entre tus piernas alargadas
entre la filigrana de tu pubis sonrosada
o en el final de tu espalda humedecida
por el danzar constante de mi lengua
que pone y saca la cerda de su pincel
del tintero tuyo mas astral
y en el agotamiento de tu palabra
en la cascada de tus verbos
durmiendome en los senos de tu predicado
con el texto excitante de un te quiero
anduve y ahora estoy detenido
en el descanso de tus brazos
ahi quiero descansar eternamente
anduve y decidi que era suficiente
viernes, 31 de diciembre de 2010
miércoles, 29 de diciembre de 2010
AMANECIENDO
Amanecí con los ojos cerrados
Conteniendo el viento
Evocando las formas de una silueta
Con el incendio prisionero
El que hizo posible consumar
Unas fronteras de hembra en sueño
El que sobrevivió a las aguas de ese cántaro
Por el que nadaron los gemidos
Bracearon alocadas las palabras
Se dislocaron los significados
Resucitaron en su pesebre algunos verbos
Amanecí con las alas escaldadas
Con escalones de años perdidos
Con la explanada de tu vientre en bandeja
Con dos senos prominentes como soles
Con las aureolas como arco iris
Con esos pezones como fresas de esta aurora
Amanecí después del insomnio
De una noche incinerada en imprecaciones
Me mire las manos que despertaban
Los dedos que buscaban la fuga
Hacia el campo cálido y conocido
Hacia las oquedades de esa mañana
Y los parpados cedieron
Los ojos míos conquistaron la mirada
Lo que es casi igual a un nuevo nacimiento
Refundaron los objetos
Resignificaron a los sujetos
Vieron que no eras falsedad de una vigilia
Sino realidad concreta de este día
Vieron la cercanía de tus poros sexuados
Los médanos nuevos de tus nalgas
Vieron las gaviotas de tus piernas
E imaginaron un vuelo colosal
Sin tiempo, sin apremios
Simplemente deslizarse por el aire de tus labios
O capturar varios de tus dulces besos
Conjeturaron que ángeles le darían la luz
En que festividad de este lugar vacio
Podrían degustar el vino de tu aroma
En la áspera necesidad de realizarse
Más al escuchar aquella poesía
Me instaron a abrir el alma en esa madrugada
Arrebatándome la ultima coraza
Ahora libre al amor en esta alborada
Como juglar que escribe sus memorias
Con la pluma de una dama enamorada
NO SE SI ES UN SUEÑO...
No se si es un sueño
Más me creo en el infierno
Aunque dudo
Creo que en realidad no es el averno
Es tan poco simbólico e innegable
Como navaja hundida en la faringe
Adentro quema, todo se astilla
Parece que voy a evaporarme
Pero se no ha de ser así
Solo es una súbita mudez
Buscando tomarte de algo
Porque estoy en caída libre
Sin poder hablar, ni escribir
Miseria viva rondando en el espejo
Mientras miro a los que mueren de hambre
Revolviendo en el basural de las promesas
Las vísceras parecen inútiles
Órganos acalambrados por el desuso
Celebro la apertura a lo que no esta
Veo como crece la rebelión de los desheredados
El mendrugo de pan ya no alcanza
La mezquindad de la alfabetización tampoco
No cura las heridas tanto desamor
El cielo comienza a ensombrecerse
Hoy lo imposible es estar en cualquier lado
Veo despojos que se arrastran hacia la abundancia
Soy un testigo miope de algún resplandor
Quizás un principio de alborada
O solo una garua que no ahogue el principio
La raíz putrefacta de este artefacto
A este enjambre llamado sociedad
Tú me haces una inofensiva vista
En el cafetín del retorno del viejo vizcacha
Ahí me encuentras sumergido
En el embriagante licor de mis palabras
Las pronuncio, las amontono
Las proclamo en medios de aplausos
De ancianos sabios, sordos y mancos
El Olimpo hoy es discepoliano
Y te veo caminando sobria
Acompañándome en este instante
En el que dirijo a los que he invocado
Mientras avanzamos como si hiciéramos el amor
En medio de la plaza mayor
La de las rondas de la locura
Cada jueves mientras me desbarranco
De tu mano femenina y húmeda
Subo los peldaños que me sacan
Hasta tu continente abierto y franco
No se si es un sueño pero decido no despertar
Más me creo en el infierno
Aunque dudo
Creo que en realidad no es el averno
Es tan poco simbólico e innegable
Como navaja hundida en la faringe
Adentro quema, todo se astilla
Parece que voy a evaporarme
Pero se no ha de ser así
Solo es una súbita mudez
Buscando tomarte de algo
Porque estoy en caída libre
Sin poder hablar, ni escribir
Miseria viva rondando en el espejo
Mientras miro a los que mueren de hambre
Revolviendo en el basural de las promesas
Las vísceras parecen inútiles
Órganos acalambrados por el desuso
Celebro la apertura a lo que no esta
Veo como crece la rebelión de los desheredados
El mendrugo de pan ya no alcanza
La mezquindad de la alfabetización tampoco
No cura las heridas tanto desamor
El cielo comienza a ensombrecerse
Hoy lo imposible es estar en cualquier lado
Veo despojos que se arrastran hacia la abundancia
Soy un testigo miope de algún resplandor
Quizás un principio de alborada
O solo una garua que no ahogue el principio
La raíz putrefacta de este artefacto
A este enjambre llamado sociedad
Tú me haces una inofensiva vista
En el cafetín del retorno del viejo vizcacha
Ahí me encuentras sumergido
En el embriagante licor de mis palabras
Las pronuncio, las amontono
Las proclamo en medios de aplausos
De ancianos sabios, sordos y mancos
El Olimpo hoy es discepoliano
Y te veo caminando sobria
Acompañándome en este instante
En el que dirijo a los que he invocado
Mientras avanzamos como si hiciéramos el amor
En medio de la plaza mayor
La de las rondas de la locura
Cada jueves mientras me desbarranco
De tu mano femenina y húmeda
Subo los peldaños que me sacan
Hasta tu continente abierto y franco
No se si es un sueño pero decido no despertar
domingo, 26 de diciembre de 2010
viernes, 24 de diciembre de 2010
AHORA VIDA!
Ahora
En el minuto ultimo
Cuando el mundo se evapora
Cuando la espesa bruma de las horas
Borran los recuerdos de no hace tanto
Aquellos que quizás inspiraron alguna poesía
O me sumergieron en el insomnio de esa aurora
Que hacen que me sienta extranjero
En la patria propia
Con un pueblo de letras desfilando
En medio de la humareda de algún feriado
En el que no vislumbro más allá de lo inmediato
En el que siento a la muerte acobardada
Tanto peso
Tanta densidad de sueños atorados
En el desorbitado espacio
En el que nacen los versos
De poemas nuevos
Enamorados
Aunque se hayan alimentado
Del dolor, del sufrimiento del bardo
Escritos en las mesas marcadas por el alcohol
Como círculos de un infierno etílico
Ahora digo
Se me antoja que me he ganado el derecho
A transitar la vida por la vereda del sol
No por la de las sombras
Por esas calle y alamedas pobladas de seducciones
O en el vergel de este tiempo de mi vida
En el que decido ponerle amor
A mis palabras, a mis estrofas
En el que me apropio del sentido
Del significante de los signos del silencio
Cuando las baldosas que te esperan
Están amasadas de segundos, de minutos
De tiempo pleno que no existe
Como de la inexistente plenitud de mis espacios
Pero se
He aprendido
Con las manos doloridas
El alma deshilvanada
Que soy un hombre de destiempo
Viviendo en los bordes mismos de la locura
En el exacto limite de tu pueblo
Donde nos fundimos para hacer un continente
De brazos, piernas, bocas, labios y miradas
Mientras las olas de un azulado océano
Bañan las playas de mi ventana
Mojan suavemente el vidrio de mi espejo
Rondan ligeramente el laberinto de mi olvido
Hasta darle muerte al minotauro
En las ficciones de tus formas
Como un golem de amor en primavera
Cuando se produce el milagro de que tu país
Se rinda pleno a este amor como una hoguera
En el minuto ultimo
Cuando el mundo se evapora
Cuando la espesa bruma de las horas
Borran los recuerdos de no hace tanto
Aquellos que quizás inspiraron alguna poesía
O me sumergieron en el insomnio de esa aurora
Que hacen que me sienta extranjero
En la patria propia
Con un pueblo de letras desfilando
En medio de la humareda de algún feriado
En el que no vislumbro más allá de lo inmediato
En el que siento a la muerte acobardada
Tanto peso
Tanta densidad de sueños atorados
En el desorbitado espacio
En el que nacen los versos
De poemas nuevos
Enamorados
Aunque se hayan alimentado
Del dolor, del sufrimiento del bardo
Escritos en las mesas marcadas por el alcohol
Como círculos de un infierno etílico
Ahora digo
Se me antoja que me he ganado el derecho
A transitar la vida por la vereda del sol
No por la de las sombras
Por esas calle y alamedas pobladas de seducciones
O en el vergel de este tiempo de mi vida
En el que decido ponerle amor
A mis palabras, a mis estrofas
En el que me apropio del sentido
Del significante de los signos del silencio
Cuando las baldosas que te esperan
Están amasadas de segundos, de minutos
De tiempo pleno que no existe
Como de la inexistente plenitud de mis espacios
Pero se
He aprendido
Con las manos doloridas
El alma deshilvanada
Que soy un hombre de destiempo
Viviendo en los bordes mismos de la locura
En el exacto limite de tu pueblo
Donde nos fundimos para hacer un continente
De brazos, piernas, bocas, labios y miradas
Mientras las olas de un azulado océano
Bañan las playas de mi ventana
Mojan suavemente el vidrio de mi espejo
Rondan ligeramente el laberinto de mi olvido
Hasta darle muerte al minotauro
En las ficciones de tus formas
Como un golem de amor en primavera
Cuando se produce el milagro de que tu país
Se rinda pleno a este amor como una hoguera
jueves, 23 de diciembre de 2010
MI DESTINO...
Mi destino sigue los pasos de un tango
Vengo desde el más hondo barrial
Ahí donde el fango se hace espeso
De sangre y sueños demolidos
De demonios y estafadores en los versos
De noches tan oscuras que no cuentan
Vengo desde lo más profundo de esta historia
Donde se torna argamasa el dolor y las lagrimas
De tanto obrero, changarines y peones golondrinas
De tanto negro, de tanto pobre, de tanto alcohol
De tanta esperanza despanzurrada
De la prostitución y el choreo haciendo escuela
Que me empujaron, como a tantos otros
A empuñar la santa rebeldía
Levantar las banderas rojas y negras
Y en algún octubre meter las patas en la fuente
Vengo desde la orfandad que me dio una Eva por madraza
Y un Che guerrero como ejemplo
De entre tanto yuyos en mi potrero
Fue difícil que florecieran algunos lirios
Pero también tuve que aprender
A endurecerse en medio del cariño
O con el afecto como único estandarte
Hay veces que despierto
Recordando en los sueños mis orígenes
Son tan iguales a los que vivo estando despierto
Que no me caben dudas
Vengo de donde vengo asumiéndolo
Vengo y recorro este sendero
Porque desde la furia de lo injusto
Desde el vendaval de hambruna
Desde el recuerdo de tanto olvido
He tomado la decisión de no pasar en vano
De escribir mis versos mas disimiles en esta arena
De saborear la madurez en su frescura
De hacer el amor con el cielo por testigo
De mirar que en el inventario tengo cicatrices
Pero fui cerrando las heridas con los besos
De esta mujer enardecida
Que ha saber viene del mismo infierno
Sin renegar de ninguno de sus claros pecados
Mancomunadamente ella y yo
En esta sinuosa avenida
Donde uno, en esta Buenos Aires porteña,
Teje en el albor el comienzo de la vida.
Vengo desde el más hondo barrial
Ahí donde el fango se hace espeso
De sangre y sueños demolidos
De demonios y estafadores en los versos
De noches tan oscuras que no cuentan
Vengo desde lo más profundo de esta historia
Donde se torna argamasa el dolor y las lagrimas
De tanto obrero, changarines y peones golondrinas
De tanto negro, de tanto pobre, de tanto alcohol
De tanta esperanza despanzurrada
De la prostitución y el choreo haciendo escuela
Que me empujaron, como a tantos otros
A empuñar la santa rebeldía
Levantar las banderas rojas y negras
Y en algún octubre meter las patas en la fuente
Vengo desde la orfandad que me dio una Eva por madraza
Y un Che guerrero como ejemplo
De entre tanto yuyos en mi potrero
Fue difícil que florecieran algunos lirios
Pero también tuve que aprender
A endurecerse en medio del cariño
O con el afecto como único estandarte
Hay veces que despierto
Recordando en los sueños mis orígenes
Son tan iguales a los que vivo estando despierto
Que no me caben dudas
Vengo de donde vengo asumiéndolo
Vengo y recorro este sendero
Porque desde la furia de lo injusto
Desde el vendaval de hambruna
Desde el recuerdo de tanto olvido
He tomado la decisión de no pasar en vano
De escribir mis versos mas disimiles en esta arena
De saborear la madurez en su frescura
De hacer el amor con el cielo por testigo
De mirar que en el inventario tengo cicatrices
Pero fui cerrando las heridas con los besos
De esta mujer enardecida
Que ha saber viene del mismo infierno
Sin renegar de ninguno de sus claros pecados
Mancomunadamente ella y yo
En esta sinuosa avenida
Donde uno, en esta Buenos Aires porteña,
Teje en el albor el comienzo de la vida.
HAY NOCHES VARIADAS...
Hay noches solitarias
En el que aun siento las canciones
De una infancia agujereada
Por donde suelen colarse
Recuerdos que me son agradables
Pero que no impiden
La sensación de la angustia
El abandono primero
La tristeza en un cuarto de adobe
El pan duro de la pobreza.
Recuerdo si, la rayuela en mi vereda
Los juegos de las bolitas y escondidas
Mas recuerdo mis salidas al cementerio
Evocaciones que carcomen los años iníciales
En el que las tumbas de tierra y mármol
Cobijaba la desazón silenciosa
De cumplir con un rito tenebroso.
Pero hay noches no tan solitarias
Por lo agradable de tu compañía
Por la generosidad de compartir tu luna
Por el amor con el que cortamos las tinieblas
Por esas caricias disparadas por tus manos
Que aplanan tanta ansiedad, tanta fobia
En el que el recuerdo es instantáneo
Porque mi memoria es la de un animal enceguecido
Solo retengo el minuto precedente
En el que creo ahogarme en tus besos
Ser nadador experto en tus corrientes
Deslizándome por la planicie de tus poros
Abriendo zanja en lo cóncavo de la entrepierna
Allí donde un lobo se bate en retirada
En el amanecer de un día en construcción
Persignándome por recibir tu comunión
Aunque pecador indecible de madrugadas
En el mismo instante en el que gimen
Los verbos, predicados, del mutismo gramatical
Adelantándose en el tablero un escaque
Las palabras indecibles de amantes en alborada
Por esas zonas me remonto
Soy como las barcazas antiguas
Que sabiendo su estructura despintada
No le asusta navegar de noche
Mirar las estrellas en tus ojos
Sentir tus frases amorosas
Revotando incontenibles en el espejo
Inexistente de un tiempo cualquiera
Hace no se cuantos días
Que termino la jornada en armonía
Será tu nombre
Será tu entrega
La dueña de tanta sintonia?
En el que aun siento las canciones
De una infancia agujereada
Por donde suelen colarse
Recuerdos que me son agradables
Pero que no impiden
La sensación de la angustia
El abandono primero
La tristeza en un cuarto de adobe
El pan duro de la pobreza.
Recuerdo si, la rayuela en mi vereda
Los juegos de las bolitas y escondidas
Mas recuerdo mis salidas al cementerio
Evocaciones que carcomen los años iníciales
En el que las tumbas de tierra y mármol
Cobijaba la desazón silenciosa
De cumplir con un rito tenebroso.
Pero hay noches no tan solitarias
Por lo agradable de tu compañía
Por la generosidad de compartir tu luna
Por el amor con el que cortamos las tinieblas
Por esas caricias disparadas por tus manos
Que aplanan tanta ansiedad, tanta fobia
En el que el recuerdo es instantáneo
Porque mi memoria es la de un animal enceguecido
Solo retengo el minuto precedente
En el que creo ahogarme en tus besos
Ser nadador experto en tus corrientes
Deslizándome por la planicie de tus poros
Abriendo zanja en lo cóncavo de la entrepierna
Allí donde un lobo se bate en retirada
En el amanecer de un día en construcción
Persignándome por recibir tu comunión
Aunque pecador indecible de madrugadas
En el mismo instante en el que gimen
Los verbos, predicados, del mutismo gramatical
Adelantándose en el tablero un escaque
Las palabras indecibles de amantes en alborada
Por esas zonas me remonto
Soy como las barcazas antiguas
Que sabiendo su estructura despintada
No le asusta navegar de noche
Mirar las estrellas en tus ojos
Sentir tus frases amorosas
Revotando incontenibles en el espejo
Inexistente de un tiempo cualquiera
Hace no se cuantos días
Que termino la jornada en armonía
Será tu nombre
Será tu entrega
La dueña de tanta sintonia?
martes, 14 de diciembre de 2010
MI BARRIO, EL DE SIEMPRE
Mi barrio, el que me crio
Supo llamarse El Pilar
Ese y no otro fue el nombre
De mi primera infancia
Con el tiempo llego a ser el nombre
De mi libertad, mi prisión y todo lo demás
Mi ciudadela creyó haber escapado al destino
Ayer me remonte hasta sus calles
Hasta la más antigua de todas sus formas
Ahí donde crecí, donde pase mis primeros años
Que allí se detuvieron
Encontrando su lugar permanente
En mi rememoración llego hasta mi vereda
Recuerdo las alegrías, los miedos
Mi familia y mis amigos instándome a dar un paso
U ofrecer la mano sudada
Secar las lágrimas de la tristeza
Repartiendo la sonrisa de las alegrías tempranas
Sobrecogerme en algún sueño
En el que un abuelo me indica no cruzar esa calle
La alfombrada de tierra
La traza del fin del mundo
Del final de la vida, donde no se existe,
Donde todo termina, no se es
Para que comience la nada infinita
Reincorporo en la vigilia a mi abuela protectora
Y el alivio de recuperar el vigor de mi cuerpo
Asumó la idea de las distancias que parecían enormes
Cuando también lo era mi vida amplia y holgada
Todo por esa manía mía de pensar en aquellos años
Profundamente astillados
En donde el viento de lo imprevisto da la vuelta
Hasta llegar a darme cuenta que los recuerdos
No calzan colores vivos
Que los sueños están algo despintados
Y las pesadillas han ganado en oscuridad
Mientras conservo el estupor
Miro la parte trasera del espejo
Rondo por fuera de la ventana de mi vida
Circundo el blanco laberinto
Y tu voz se hace más perfecta
Más clara y armoniosa
Diciendo mí nombre, antes o después del beso
Hasta conseguir que me despierte
Te bese y me incorpore
La mañana me mira desde otra zona
Porque mi barrio nunca morira
mientras yo amanezca del ultimo sueño
domingo, 12 de diciembre de 2010
UNA SIMPLE POESIA
Las lagrimas derramada en un ayer
Impusieron secar el alma
Saciar el hambre de afecto
No sabía si habrá mañana
Pero hoy...si, ahora
Pareciera que inventaron una palmada
Un abrazo afectuoso
De quien nunca me prometió nada
Ni cuando las rosas
Que en su muerte estaban desparramadas
También esperaban una llegada
Pensando que así serian redimidas
Que las haría sentirse nuevas
Y no esclavas de la muerte en la ventana
En ese atardecer en que todo se reclama
La fuerte lluvia
El desolado y abandonado espejo
Mi alma en su laberinto claro
Los pájaros que descreídos retornaron
Para encontrarse con el aroma de tu piel
Con la fragancia de tu presencia
Con ese olor alegre de la euforia
Sabedores de que andarás ganando playa
Mas reconociendo la arena caliente de este médano
Las olas que contigo están desatadas
Ante el ardor del océano a verse desbordado
Y las alondras volando en sintonía
Ya picoteando el aljibe de tu vulva
Ya con el canto de los jilgueros a tus montes
Ahora el silencio, el vacio, que rinde pleitesía
A los promontorios de tus nalgas
A las palabras que se descuelgan de tu boca
Que confiado,
Creo como un fanático de tu dogma
Que la promesa de tu aparición se cumple
Que hay un tercer día y un juicio final
Que allí valen los números siete de mi cábala
O los logaritmos de los latidos de mi corazón
Que hace meritos ante esa raíz cuadrada
De la tangente de tus senos
La secante entretenida de tus labios
Que derrapan roces suaves en mi superficie
Por eso creo, yo el peor de todos
Este hombre que se unió a Caín y Abel
Para desalojar a un Adán y una Eva
De esta tierra moribunda a ser poblada
Erigiendo como ídolo pagano al sexo salvaje
Al que nos dio y nos dará el mana de la mañana
Convencido que tus besos
Lo son de hembra enamorada
Al reposar de este tu único viaje
Ahora el sol cae a plomo
Sobre el lecho
Proyectando la sombra de los dos
Ahora hay una simple poesía
Impusieron secar el alma
Saciar el hambre de afecto
No sabía si habrá mañana
Pero hoy...si, ahora
Pareciera que inventaron una palmada
Un abrazo afectuoso
De quien nunca me prometió nada
Ni cuando las rosas
Que en su muerte estaban desparramadas
También esperaban una llegada
Pensando que así serian redimidas
Que las haría sentirse nuevas
Y no esclavas de la muerte en la ventana
En ese atardecer en que todo se reclama
La fuerte lluvia
El desolado y abandonado espejo
Mi alma en su laberinto claro
Los pájaros que descreídos retornaron
Para encontrarse con el aroma de tu piel
Con la fragancia de tu presencia
Con ese olor alegre de la euforia
Sabedores de que andarás ganando playa
Mas reconociendo la arena caliente de este médano
Las olas que contigo están desatadas
Ante el ardor del océano a verse desbordado
Y las alondras volando en sintonía
Ya picoteando el aljibe de tu vulva
Ya con el canto de los jilgueros a tus montes
Ahora el silencio, el vacio, que rinde pleitesía
A los promontorios de tus nalgas
A las palabras que se descuelgan de tu boca
Que confiado,
Creo como un fanático de tu dogma
Que la promesa de tu aparición se cumple
Que hay un tercer día y un juicio final
Que allí valen los números siete de mi cábala
O los logaritmos de los latidos de mi corazón
Que hace meritos ante esa raíz cuadrada
De la tangente de tus senos
La secante entretenida de tus labios
Que derrapan roces suaves en mi superficie
Por eso creo, yo el peor de todos
Este hombre que se unió a Caín y Abel
Para desalojar a un Adán y una Eva
De esta tierra moribunda a ser poblada
Erigiendo como ídolo pagano al sexo salvaje
Al que nos dio y nos dará el mana de la mañana
Convencido que tus besos
Lo son de hembra enamorada
Al reposar de este tu único viaje
Ahora el sol cae a plomo
Sobre el lecho
Proyectando la sombra de los dos
Ahora hay una simple poesía
viernes, 10 de diciembre de 2010
EL AMOR EN BUENOS AIRES
Salir a la calle
En un día como hoy
No me resulto fácil
Temí que las calles no estuvieran
Que las veredas de mi ciudad
Hubieran clausurado el paso
Que las casas tuvieran sus frentes desdibujados
Me dio miedo que la gente
Ya no aparecieran
Que no pasaran como moscas
Por las estrechos senderos
Que hubieran dejado desiertos
Los cafetines de Buenos Aires
Que no viera un solo colectivo en todo el día
O los autos se notaran por su ausencia
Que ya no estuviera más nuestra Plaza de Mayo
O la Avenida Corriente
Ni las múltiples librerías
Creo que afortunadamente estaba todo en su lugar
Como lo soñé la última vez
Aquella en la que no salí
Que como hoy me quede en cama
Multiplicando las sumas de mi porteñidad
Si tal cosa existe o ya desapareció
Pero eso no lo se desde el algebra heredada
Solo puedo atreverme a cerrar los ojos
Pensando en Adán Buenosaires o en Saverio el Cruel
Y al abrir mi mirada al mundo
Digo a este cuarto en el que me refugio
Volviendo a observar que no te has ido
Que no eras una estéril fantasía
Ni un deseo postergado
Que existes desdibujando mi efimeridad
Tatuando en el tiempo tu existencia
A través de unos portentosos senos
Unas aureolas angelicales
O unos pezones como señales de transito
Así como desde esta inmovilidad mía
Me desplazo lentamente por tus labios
Freno bruscamente ante el rojo de tu mirada
O me exilio en la patria de tu boca
Como creo que existe el afuera
La Santa María de los Buenos Aires
Por surcar tus ríos color leona
Entre los zarpazos que se cuelgan
En la desnudes de mi espalda
O entre mis piernas
Que son enredaderas
Trepándose y enlazándose a las tuyas
En el calor de este verano interior
Haciendo que mi velero infle velas
Hasta naufragar en alguna avenida
Que es de tu propiedad pública
Aunque yo la usufructúe de manera privada
Así es que sin salir de mi exterior
Comparto mi vigilia contigo
En esta nueva aurora enamorada
En un día como hoy
No me resulto fácil
Temí que las calles no estuvieran
Que las veredas de mi ciudad
Hubieran clausurado el paso
Que las casas tuvieran sus frentes desdibujados
Me dio miedo que la gente
Ya no aparecieran
Que no pasaran como moscas
Por las estrechos senderos
Que hubieran dejado desiertos
Los cafetines de Buenos Aires
Que no viera un solo colectivo en todo el día
O los autos se notaran por su ausencia
Que ya no estuviera más nuestra Plaza de Mayo
O la Avenida Corriente
Ni las múltiples librerías
Creo que afortunadamente estaba todo en su lugar
Como lo soñé la última vez
Aquella en la que no salí
Que como hoy me quede en cama
Multiplicando las sumas de mi porteñidad
Si tal cosa existe o ya desapareció
Pero eso no lo se desde el algebra heredada
Solo puedo atreverme a cerrar los ojos
Pensando en Adán Buenosaires o en Saverio el Cruel
Y al abrir mi mirada al mundo
Digo a este cuarto en el que me refugio
Volviendo a observar que no te has ido
Que no eras una estéril fantasía
Ni un deseo postergado
Que existes desdibujando mi efimeridad
Tatuando en el tiempo tu existencia
A través de unos portentosos senos
Unas aureolas angelicales
O unos pezones como señales de transito
Así como desde esta inmovilidad mía
Me desplazo lentamente por tus labios
Freno bruscamente ante el rojo de tu mirada
O me exilio en la patria de tu boca
Como creo que existe el afuera
La Santa María de los Buenos Aires
Por surcar tus ríos color leona
Entre los zarpazos que se cuelgan
En la desnudes de mi espalda
O entre mis piernas
Que son enredaderas
Trepándose y enlazándose a las tuyas
En el calor de este verano interior
Haciendo que mi velero infle velas
Hasta naufragar en alguna avenida
Que es de tu propiedad pública
Aunque yo la usufructúe de manera privada
Así es que sin salir de mi exterior
Comparto mi vigilia contigo
En esta nueva aurora enamorada
martes, 7 de diciembre de 2010
LA MARIPOSA, LA MUERTE Y EL AMOR...
Ha muerto la última mariposa de este día
Perdió sus colores en un cuarto de noche
Voló por sobre la densa angustia
Más no pudo evitar la desesperanza
Ha muerto y en esa muerte
Se revela que la tristeza es incolora
Quiso tomar aire y sobrevivir
Pero en este espacio hay oxigeno envenenado
Una nada asfixiante la rodeo
Una soledad de inmensa amplitud
La mariposa yace en el suelo
Descomponiéndose lentamente
Pero perdida su condición de insecto
Detrás de ese final
Viene el de la jornada
Pesimista, grisácea
Alicaída como un espectro de fantasma
Alguien dijo
Por ese portal no pasara el amor
La crueldad parecía natural
Gano palmo a palmo la pintura de esa pieza
Convencido de que todo es materia y movimiento
Creyó que ese sitio seria renovado
Saco los moscardones sin miramiento
Limpio en su mente la suciedad de esos espejos
Por la ventana recién abierta
Salieron las últimas oscuridades de lo nocturno
Escucho atentamente
Por el pasillo un taconeo abrió la aspereza
Aguja coronando unos zapatos
Medias eróticas de corta duración
Prendas interiores incendiadas en el abrazo
Caricias lascivas sin fecha de vencimiento
Bocas chocando hasta el acople
Afuera el atardecer se fue agitando
No quería morir sin seguir mirando
Agonizo al ver unos labios perdidos en esa patria
Nació la noche diferente
Iluminada por palabras obscenas y excitantes
En tanto en un juego perpetuo
La apertura se complementaba con la cerradura
Y los puntos cardinales perdieron sentido
Arriba pronto era abajo
Adelante se convertía por milagro en atrás
Las manos naufragaban en aguas calmas
Las extremidades títeres animados
En tanto la oruga comenzó a enderezarse
En busca de morir en el despliegue de una nueva mariposa
Que aletea entre las diferentes oquedades
Deja sus incomparables coloridos
En un nuevo delirio concurrido
En el que dos recrean la utopia del afecto
En la quimera de lo que sucede y lo sucedido
Perdió sus colores en un cuarto de noche
Voló por sobre la densa angustia
Más no pudo evitar la desesperanza
Ha muerto y en esa muerte
Se revela que la tristeza es incolora
Quiso tomar aire y sobrevivir
Pero en este espacio hay oxigeno envenenado
Una nada asfixiante la rodeo
Una soledad de inmensa amplitud
La mariposa yace en el suelo
Descomponiéndose lentamente
Pero perdida su condición de insecto
Detrás de ese final
Viene el de la jornada
Pesimista, grisácea
Alicaída como un espectro de fantasma
Alguien dijo
Por ese portal no pasara el amor
La crueldad parecía natural
Gano palmo a palmo la pintura de esa pieza
Convencido de que todo es materia y movimiento
Creyó que ese sitio seria renovado
Saco los moscardones sin miramiento
Limpio en su mente la suciedad de esos espejos
Por la ventana recién abierta
Salieron las últimas oscuridades de lo nocturno
Escucho atentamente
Por el pasillo un taconeo abrió la aspereza
Aguja coronando unos zapatos
Medias eróticas de corta duración
Prendas interiores incendiadas en el abrazo
Caricias lascivas sin fecha de vencimiento
Bocas chocando hasta el acople
Afuera el atardecer se fue agitando
No quería morir sin seguir mirando
Agonizo al ver unos labios perdidos en esa patria
Nació la noche diferente
Iluminada por palabras obscenas y excitantes
En tanto en un juego perpetuo
La apertura se complementaba con la cerradura
Y los puntos cardinales perdieron sentido
Arriba pronto era abajo
Adelante se convertía por milagro en atrás
Las manos naufragaban en aguas calmas
Las extremidades títeres animados
En tanto la oruga comenzó a enderezarse
En busca de morir en el despliegue de una nueva mariposa
Que aletea entre las diferentes oquedades
Deja sus incomparables coloridos
En un nuevo delirio concurrido
En el que dos recrean la utopia del afecto
En la quimera de lo que sucede y lo sucedido
LA MARIPOSA, LA MUERTE Y EL AMOR...
Ha muerto la última mariposa de este día
Perdió sus colores en un cuarto de noche
Voló por sobre la densa angustia
Más no pudo evitar la desesperanza
Ha muerto y en esa muerte
Se revela que la tristeza es incolora
Quiso tomar aire y sobrevivir
Pero en este espacio hay oxigeno envenenado
Una nada asfixiante la rodeo
Una soledad de inmensa amplitud
La mariposa yace en el suelo
Descomponiéndose lentamente
Pero perdida su condición de insecto
Detrás de ese final
Viene el de la jornada
Pesimista, grisácea
Alicaída como un espectro de fantasma
Alguien dijo
Por ese portal no pasara el amor
La crueldad parecía natural
Gano palmo a palmo la pintura de esa pieza
Convencido de que todo es materia y movimiento
Creyó que ese sitio seria renovado
Saco los moscardones sin miramiento
Limpio en su mente la suciedad de esos espejos
Por la ventana recién abierta
Salieron las últimas oscuridades de lo nocturno
Escucho atentamente
Por el pasillo un taconeo abrió la aspereza
Aguja coronando unos zapatos
Medias eróticas de corta duración
Prendas interiores incendiadas en el abrazo
Caricias lascivas sin fecha de vencimiento
Bocas chocando hasta el acople
Afuera el atardecer se fue agitando
No quería morir sin seguir mirando
Agonizo al ver unos labios perdidos en esa patria
Nació la noche diferente
Iluminada por palabras obscenas y excitantes
En tanto en un juego perpetuo
La apertura se complementaba con la cerradura
Y los puntos cardinales perdieron sentido
Arriba pronto era abajo
Adelante se convertía por milagro en atrás
Las manos naufragaban en aguas calmas
Las extremidades títeres animados
En tanto la oruga comenzó a enderezarse
En busca de morir en el despliegue de una nueva mariposa
Que aletea entre las diferentes oquedades
Deja sus incomparables coloridos
En un nuevo delirio concurrido
En el que dos recrean la utopia del afecto
En la quimera de lo que sucede y lo sucedido
Perdió sus colores en un cuarto de noche
Voló por sobre la densa angustia
Más no pudo evitar la desesperanza
Ha muerto y en esa muerte
Se revela que la tristeza es incolora
Quiso tomar aire y sobrevivir
Pero en este espacio hay oxigeno envenenado
Una nada asfixiante la rodeo
Una soledad de inmensa amplitud
La mariposa yace en el suelo
Descomponiéndose lentamente
Pero perdida su condición de insecto
Detrás de ese final
Viene el de la jornada
Pesimista, grisácea
Alicaída como un espectro de fantasma
Alguien dijo
Por ese portal no pasara el amor
La crueldad parecía natural
Gano palmo a palmo la pintura de esa pieza
Convencido de que todo es materia y movimiento
Creyó que ese sitio seria renovado
Saco los moscardones sin miramiento
Limpio en su mente la suciedad de esos espejos
Por la ventana recién abierta
Salieron las últimas oscuridades de lo nocturno
Escucho atentamente
Por el pasillo un taconeo abrió la aspereza
Aguja coronando unos zapatos
Medias eróticas de corta duración
Prendas interiores incendiadas en el abrazo
Caricias lascivas sin fecha de vencimiento
Bocas chocando hasta el acople
Afuera el atardecer se fue agitando
No quería morir sin seguir mirando
Agonizo al ver unos labios perdidos en esa patria
Nació la noche diferente
Iluminada por palabras obscenas y excitantes
En tanto en un juego perpetuo
La apertura se complementaba con la cerradura
Y los puntos cardinales perdieron sentido
Arriba pronto era abajo
Adelante se convertía por milagro en atrás
Las manos naufragaban en aguas calmas
Las extremidades títeres animados
En tanto la oruga comenzó a enderezarse
En busca de morir en el despliegue de una nueva mariposa
Que aletea entre las diferentes oquedades
Deja sus incomparables coloridos
En un nuevo delirio concurrido
En el que dos recrean la utopia del afecto
En la quimera de lo que sucede y lo sucedido
NADA SE CONSIGUE...
Nada se consigue
Sin gastar las suelas de esta luna
Sin humedecer las camisas viejas
Sin decir las palabras renovadas
Nada se consigue
Porque solo se amansa el futuro
Con los pies de barro hecho cementos
Con la oscuridad del alma partida al medio
Dejando que ingrese la luz sacrosanta
De la que emerge con el agua bendita
Sin que te desanime una derrota
De las tantas que padecemos
De las innumerables sucedidas
Bajo aquellas estrellas suicidas
O de las victorias
Pocas pero innegables
De las que nace un gesto amable
El que te anima a seguir andando
Bajando tus escudos en combate
Mirando que los prados se han coronado
En flores de las mas variadas
Con colores de azul anaranjado
Como el viejo carrusel de nuestra esquina
El mismo que perdió un caballo
Al que sobrevino el llanto de un infante
Que no encontró la calma en una sortija regalada
Nada se consigue hermano
Si no estas dispuesto a cruzar a nado
El desencuentro fútil
El insulto inútil
La consecuencia de las intolerancias
De la soberbia
No te esperara la reina
En tu tablero de ajedrez carente de peones
Con las torres derrumbadas
Los alfiles afligidos por su inmovilidad
Nada se consigue digo
Sin la categoría de hombre trajinado
De sabia resignación a que las cosas pasan
Como pasan los momentos del buen pan y del buen vino
De las mujeres hermosas sin amores
Nada se consigue sin compromiso
Sin amar a la que te corresponde
A la que tostara tus amaneceres
Con su piel de mermelada de durazno
La que abrirá la ventana de sus sueños
A los tuyos que reclaman una escucha
Siendo ella quien transforme su mano en oído
Y sus largos dedos en memoria
Nada se consigue sin el invento de la palabra nosotros
Créeme nada hay por delante con tu paso solitario
Sin gastar las suelas de esta luna
Sin humedecer las camisas viejas
Sin decir las palabras renovadas
Nada se consigue
Porque solo se amansa el futuro
Con los pies de barro hecho cementos
Con la oscuridad del alma partida al medio
Dejando que ingrese la luz sacrosanta
De la que emerge con el agua bendita
Sin que te desanime una derrota
De las tantas que padecemos
De las innumerables sucedidas
Bajo aquellas estrellas suicidas
O de las victorias
Pocas pero innegables
De las que nace un gesto amable
El que te anima a seguir andando
Bajando tus escudos en combate
Mirando que los prados se han coronado
En flores de las mas variadas
Con colores de azul anaranjado
Como el viejo carrusel de nuestra esquina
El mismo que perdió un caballo
Al que sobrevino el llanto de un infante
Que no encontró la calma en una sortija regalada
Nada se consigue hermano
Si no estas dispuesto a cruzar a nado
El desencuentro fútil
El insulto inútil
La consecuencia de las intolerancias
De la soberbia
No te esperara la reina
En tu tablero de ajedrez carente de peones
Con las torres derrumbadas
Los alfiles afligidos por su inmovilidad
Nada se consigue digo
Sin la categoría de hombre trajinado
De sabia resignación a que las cosas pasan
Como pasan los momentos del buen pan y del buen vino
De las mujeres hermosas sin amores
Nada se consigue sin compromiso
Sin amar a la que te corresponde
A la que tostara tus amaneceres
Con su piel de mermelada de durazno
La que abrirá la ventana de sus sueños
A los tuyos que reclaman una escucha
Siendo ella quien transforme su mano en oído
Y sus largos dedos en memoria
Nada se consigue sin el invento de la palabra nosotros
Créeme nada hay por delante con tu paso solitario
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