La vida puede ser
Una larga letanía de ausencia
De vacío, de triste espera
Sin que llegue eso que deseas
Muchas veces la vida
Nos sube a un carrusel deshabitado
En la que no hay palabras
En la que sobra mutismo
En la que la mudez gana otra guerra
Tantas veces la vida nos niega
La vista de la luna perforada
Esa que no ilumina sino pintada
Haciendo que valga flotar por esta tierra
Puede que no creas cuanto valen dos palabras
Puede que el cansancio nos bata en retirada
Puede que recojamos velas al lanzarnos a la mar
Como es posible perder también la nada
Créeme como le crees a los dioses paganos
No porto en mis bolsillos cosas magas
Tengo el discurso de versos negros
Que no dije en un octubre a contramano
Llevo los números que me hipnotizan
Los que hagan que mi interés crezca
Cuando los pájaros emigrantes suenan insanos
Digo que la vida se complica tan fácilmente
Que a veces parece extrañamente raro
Elevar el optimismo en una plaza
Contraer el crédito de la esperanza
Dispensar la alegría anticipada
Andar por la vida sonriendo a los vecinos
Tomar la mano de quien mi mujer amada
Decir en su oído los vocablos edulcorados
Recoger la ropa del piso varias mañanas
Creer que puede besarse apasionándose
Recorrer el continente hurgando con mis verbos
Abrazar el espacio sintiéndolo ocupado
Alegrarme por las alamedas regadas de gracia
Escribir suavemente mientras duermes a mi lado
Que ser poeta es un milagro
Pero encontrar mi musa es una verdadera hazaña
Y saber que después de la madrugada
Vendrán los jilgueros con sus cantos
A recoger los alaridos casi agotados de sonidos
Que ya ese libro que hay sobre tu mesa de luz
Seguirá hablándote un tiempo más
Que enfundaras la ceguera de tu cuerpo por delante
Mientras me enseñas la desnudes de tu espalda
Las piernas firmes que te sostienen
Los dedos largos que son tijeras recortando sombras
Las manos delicadas empuñando besos y promesas
Mientras por el ventanal ingresa la vida enamorada
La que en otras ocasiones fue una pobre desterrada
La que me mira sonrojada y no me nombra
Que se empañan los vidrios y los espejos cuando me besas
Cuando te acaricio con el pincel de mi mirada
Creo que la vida puede ser
También una larga y valiosa alegría.
viernes, 13 de mayo de 2011
SER TENIENDO
Fundamentalmente soy
Pero me cruza el tener
Y tengo
Tengo el pasado que he transitado,
El de las capillas abandonadas,
Alguna flor que no fue regada,
Los baldíos rudos de mi cuadra,
Alguna vereda que no se marcha,
Esos barriletes de nubes celestosas
Y el aguacero de algunas tardes
Que me recluía en la soledad,
Donde los fantasmas del futuro me asolaban,
Las noches de reyes en casa de mis abuelos,
Para despertar mirando bultos en el suelo.
Tengo de esa época las desgracias,
La suerte si es que existe,
El empeño por no extinguirme en la lastima,
El valor que año a año me fui forjando,
Tengo recuerdos de Ángeles inolvidables
De primeras confesiones entre pares,
Las travesías por calles descubiertas,
Hasta los besos ingenuos tan amables
De aquella niña que dejo vacío mis lugares.
Tengo de ese ayer
Tantas rectas interrumpidas,
Tantos puntos y apartes,
Que se me olvido la matemática
La aritmética y la geometría,
Que me volquee poco a poco a ver la luna
Entre poesías, escultura y las artes.
Tengo que confesar
Que muchas cosas ocurrieron,
Tantas que solo recuerdo algunas,
Se que ahora me floreció un septiembre,
Uno de números pintorescos,
De ropa humedecida,
Secada beso tras besos,
De poesías escritas con los labios,
En noche de insomnios amatorios,
Se que no me asusta lo por venir
Ni reposo como pesadilla en el pasado
Se que ahora hay flores cercanas
Creciendo en tu pelvis primaveral
Cuando la tierna premura del rocío
Cae sobre la esquina de tu cintura
Se que ahora la soledad es compañía
Cuando hablas las palabras de la noche
Cuando silencias los ruidos de la mañana
Cuando de tanto recorrernos mis ojos están cerrados
Cuando con la mirada he ganado todo
Ahora se que soy esencialmente
Un hombre que se siente amado.
Pero me cruza el tener
Y tengo
Tengo el pasado que he transitado,
El de las capillas abandonadas,
Alguna flor que no fue regada,
Los baldíos rudos de mi cuadra,
Alguna vereda que no se marcha,
Esos barriletes de nubes celestosas
Y el aguacero de algunas tardes
Que me recluía en la soledad,
Donde los fantasmas del futuro me asolaban,
Las noches de reyes en casa de mis abuelos,
Para despertar mirando bultos en el suelo.
Tengo de esa época las desgracias,
La suerte si es que existe,
El empeño por no extinguirme en la lastima,
El valor que año a año me fui forjando,
Tengo recuerdos de Ángeles inolvidables
De primeras confesiones entre pares,
Las travesías por calles descubiertas,
Hasta los besos ingenuos tan amables
De aquella niña que dejo vacío mis lugares.
Tengo de ese ayer
Tantas rectas interrumpidas,
Tantos puntos y apartes,
Que se me olvido la matemática
La aritmética y la geometría,
Que me volquee poco a poco a ver la luna
Entre poesías, escultura y las artes.
Tengo que confesar
Que muchas cosas ocurrieron,
Tantas que solo recuerdo algunas,
Se que ahora me floreció un septiembre,
Uno de números pintorescos,
De ropa humedecida,
Secada beso tras besos,
De poesías escritas con los labios,
En noche de insomnios amatorios,
Se que no me asusta lo por venir
Ni reposo como pesadilla en el pasado
Se que ahora hay flores cercanas
Creciendo en tu pelvis primaveral
Cuando la tierna premura del rocío
Cae sobre la esquina de tu cintura
Se que ahora la soledad es compañía
Cuando hablas las palabras de la noche
Cuando silencias los ruidos de la mañana
Cuando de tanto recorrernos mis ojos están cerrados
Cuando con la mirada he ganado todo
Ahora se que soy esencialmente
Un hombre que se siente amado.
sábado, 7 de mayo de 2011
DETRAS DE LAS PREGUNTAS
Una piedra
Tosca o preciosa, no lo se
Y detrás las preguntas,
El tiempo que desgasto los bordes,
La humedad que la cubrió de moho,
El silencio que compartió su hosquedad,
La soledad que partió los rayos de la bicicleta,
El misterio de quien nos oculta la verdad.
Y detrás las preguntas
Sobre tanta solidez,
Como pueden concebirse los muros de la abadía,
Como el metal que se fundió en un campanario,
Como las campanadas arrebatadas vuelan al vacio
Envueltos sus sonidos con la primara plana del diario.
Y detrás las preguntas,
Las que hace el destino sobre vos,
Que será de tus labios pintados de sensualidad,
Que de los cabellos colorados en plena agitación
Que de los besos dibujados con la tinta de la pasión
Que de las noches que suelen quedar cortas
Que de las madrugadas en que tus dedos secan mi sudor
Tantos interrogantes sobre como te comportas
Y yo no se
O si se lo guardo profundo para mí,
Para mi interior que se alegra por cada decisión.
Y nuevamente las preguntas,
Las que mancillan las ventanas de mi cuarto,
Las que se reflejan en el brillo opaco del espejo,
Allí donde mueren reviviendo los goces y los sueños,
Donde las rebeliones de tus pestañas largas,
Acorralan a mis vocablos en cálidas diligencias
Sin conseguir establecer que siempre te tendré sin ser tu dueño.
Y detrás las preguntas,
Sobre vaguedades de pueblos escondidos,
Sobre quien arrojas piedras danzarinas
Acerca de quien lleva manecillas de relojes viejos
Que no marcan las horas, solo los innumerables segundos
Sobre mi aversión a los números cardinales
Como así también a las religiones moralistas
A los sacerdotes de boca sellada y bragueta abierta
De obispos perdidos entre las faldas de perversos cardenales
Así, en ese aislamiento
Queda mi pueblo cubierto por tus piernas
Tapizado por la tersura de tu dermis
Fregada por la escritura con la pluma eterna
De mi martirio matinal en busca de una estrofa
La que escribo entre pliegues de tu animosidad
En la perfecta esquina donde estacionan las hojas marrones
De mi bitácora romántica, existencial
La que no se resigno nunca a no conocerte
La que te busco de cada signo y significante
La que te señalo: piedra libre a mi amor
Detrás de las preguntas, con respuesta personal
Casi no veo la piedra
En el horizonte asoma tu verde mirada
Creo escucharme decir que no hay otra igual,
No, no hay otra que me sea revelada.
viernes, 6 de mayo de 2011
HAY MIRADAS ANTES QUE LA NADA...
Hay miradas
Devoradoras,
Como esas que carcomen
La margen izquierda del Rio de la Plata,
Que penetran en el ojo de buey de algún carguero,
Hay miradas si,
Que llenan con mi vida el vacio de la muerte,
Arrancando las espinas del rosal marchito,
Que llenan de palabras el espiral de los aplausos,
Descorriendo el velo de la respiración piadosa,
De una caridad desmotivada junto a un amor en reparación,
Hasta que mi cardenal decide emprender vuelo,
Desde la ausencia más espaciosa de la resignación.
Hay miradas
De animales salvajes, depredadores
Que vestidos de humanos con alocadas pretensiones,
Van desgarrando con sus colmillos afilados
Los sentimientos inocuos de los hombres inocentes,
De mujeres despintadas para morir de pie,
Ante la crueldad de los señores con miedo de su pasado.
Hay miradas
Como la de tus verdes ojos,
Que se suceden con la rapidez de la exhalación,
Que no dan tiempo para encontrarse en la llovizna
Detrás de un albergue transitorio de mala muerte,
Vaya entonces con la suerte
De perder el miedo a la sombría soledad,
Esa que desfila los 9 de julio por la plaza mayor
Cuando la victoria paga prostitutas ilustradas,
Allí van como marionetas los surrealistas,
Los soldados de las rebeliones de fruslerías
Moradores de antros lujuriosos y de inquilinatos,
Y mientras tanto el mundo no se detiene
Y hay miradas
Sobre tus senos, sobre la negrura de tus aureolas
Atornilladas en punta con los pezones,
A unas camisas de seda o raso,
Destino de besos encolumnados
Buscando los montes pélvicos virginales
O ingresar por las renovadas mezquitas
Por las exiguas entradas traseras que revistiera al Corán,
Dices que muchas de estas cosas adoraran
Los sicarios de cuanta virgen aparece en la oscuridad
Hay miradas
Entre nosotros si las hay,
Miradas que invitan a la lectura de la mano,
A la que indaga en la borra del café,
La que descubre la existencia en las cartas del tarot,
Hay tantas lecturas como deseos propagados,
Como vuelo rapaz hacen las tropas de mis pájaros,
Sobre el desierto tiznado por el viento de los siglos,
En ese oasis apartado, ay mi Santa María de los lujuriosos,
Madre tierna que devoras las miradas,
Sin más palabras que tus manos apretadas
Al contundente confesionario de este libro
El que escribimos en poesía cuando aun era la nada.
Hay miradas antes que la nada…
jueves, 5 de mayo de 2011
EL LIMITE EXACTO
Pienso,
Enfrentado al vértigo de la nada,
Que hoy hay cosas que son distintas,
Por ejemplo que el tiempo ya no es temporal.
Ya no lo entendemos,
Ni lo vivimos como acontecer histórico,
Solo es instantaneidad,
Un vértigo que anula el pensar
Y repito,
Cuando el tiempo solo sea solo rapidez.
Nada es remoto,
El tiempo se acelera,
Todo se vuelve pasado,
Cuando aun creemos que vivimos en el filoso presente,
Las aguas de ese lapso se han vaciado.
Creo que hoy
Me ha tocado
Vaciar las armas de la decepción,
Aquellas que me dieron cargadas
O que yo llene,
Desaguar los floreros del escepticismo,
Completarlos de auroras por venir,
De noches angeladas de la mujer de mi elección,
Disponer la música adecuada,
Desempolvar mis besos más furiosos como amante,
Preparar mis citas predilectas
Para susurrarlas en un oído que solo oye gemidos,
Rompiendo el silencio con el rebenque de la palabra,
La que arme cuidadosamente
Instalando vocal sobre vocal,
Montando cada consonante,
Hasta alcanzar la altura del ventiluz,
Para ver cuando en desnudez plena
Te sumerges exultante en la tina,
Allí, en ese preciso instante,
El que recuerdo sin relatar,
Cuando convertido en blanquecina espuma,
Te cubro y te penetro,
Poro a poro,
En cada parte de tu geografía,
En esos labios que repiten mis estrofas,
Que te vuelven bandada de pájaros en loca alegría,
Que fue dejando que tus cavidades
Entraran en erupción con el estremecimiento de mi poesía.
Así,
En ese segundo que se desperdiga,
En ese fragmento que se discontinua,
En esos locos momentos de destiempos,
Es cuando me aferro a tus prominencias,
Con el atrevimiento de un arcángel del sexo,
Del amor, de mis voluptuosidades hechas ciencia
Así es que sin querer se me descubrió tu nombre
En el límite exacto de otra alborada.
Enfrentado al vértigo de la nada,
Que hoy hay cosas que son distintas,
Por ejemplo que el tiempo ya no es temporal.
Ya no lo entendemos,
Ni lo vivimos como acontecer histórico,
Solo es instantaneidad,
Un vértigo que anula el pensar
Y repito,
Cuando el tiempo solo sea solo rapidez.
Nada es remoto,
El tiempo se acelera,
Todo se vuelve pasado,
Cuando aun creemos que vivimos en el filoso presente,
Las aguas de ese lapso se han vaciado.
Creo que hoy
Me ha tocado
Vaciar las armas de la decepción,
Aquellas que me dieron cargadas
O que yo llene,
Desaguar los floreros del escepticismo,
Completarlos de auroras por venir,
De noches angeladas de la mujer de mi elección,
Disponer la música adecuada,
Desempolvar mis besos más furiosos como amante,
Preparar mis citas predilectas
Para susurrarlas en un oído que solo oye gemidos,
Rompiendo el silencio con el rebenque de la palabra,
La que arme cuidadosamente
Instalando vocal sobre vocal,
Montando cada consonante,
Hasta alcanzar la altura del ventiluz,
Para ver cuando en desnudez plena
Te sumerges exultante en la tina,
Allí, en ese preciso instante,
El que recuerdo sin relatar,
Cuando convertido en blanquecina espuma,
Te cubro y te penetro,
Poro a poro,
En cada parte de tu geografía,
En esos labios que repiten mis estrofas,
Que te vuelven bandada de pájaros en loca alegría,
Que fue dejando que tus cavidades
Entraran en erupción con el estremecimiento de mi poesía.
Así,
En ese segundo que se desperdiga,
En ese fragmento que se discontinua,
En esos locos momentos de destiempos,
Es cuando me aferro a tus prominencias,
Con el atrevimiento de un arcángel del sexo,
Del amor, de mis voluptuosidades hechas ciencia
Así es que sin querer se me descubrió tu nombre
En el límite exacto de otra alborada.
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