jueves, 16 de julio de 2009
DEGUSTADOR DE MADRUGADAS
Sumergido en la dureza del silencio
Escribo un poema ya gastado
Y desde esta poesía me interrogo,
Intento interrogarte,
Lo imposible se me aparece,
Quiero interrogarnos.
Salvando el mapa de subjetividades,
Las boscosas filigranas de mi sujeto,
El que se eleva con las alas estrujadas,
Corre con los zapatos de escarcha lúcida,
Nada en el mar de las angustias no drenadas
Ese subyugado ego,
Usurpador de mi continente en llamas,
Migrante de los calvarios envejecidos
Torturado en el regio potro de su pasado
Desmaterializado hasta lo imposible,
Se presenta brumoso,
Agotado en mis pesadillas,
Otras veces en las obscenidades de mis sueños,
Impertinente símil del Márquez de Sade
Se arroga en su soberbia andrajosa
El pretendido mote de juglar del erotismo
Y lo desbordo, lo evado, hacia la punta de mi pluma
Entre signos de interrogación, puntos y coma
En esa geometría de las letras cóncavas
Alli lo destierro
Transformado en diámetro de la impotencia
Màs retorna, quizás retorno
Tal vez somos varios regresando,
Ocupando ese santuario que es mi humanidad
La de hoy, la de ahora,
Porque me ha dolido morir para revivirme
Desconociendo el valor minúsculo de una hora
Y asombrado en la enredadera sabia de los segundos
Asi transita esa paria insultada llamada vida,
La mía,
La de ayeres penitentes y mañanas inalcanzables
Esa que se dignifica solo cuando te piensa,
Cuando mancha la columna de sus dedos
Con el azul carmesí de los rios de tu vulva
O se desmorona disuelto entre tus sabanas
O se erige en Partenón de esta mitología
Desmembrando cada parte de tus flores virginales
En el canto estridente de un jilguero
El que toma por asalto imparcialidades
Trina, modula, gorjea,
Suave, atropellado, cadencioso
Y mí oprimido yo se congrega con sus otros pares,
O sus partes, sus perfiles, sus identidades,
Las que lo impulsan a desafiar a cronos
Sabiendo que no serán rendidos
Porque desde un febrero moran en los sueños,
Se alimentan,
Se embriagan de la clara vigilia
En lo onírico, en tu alucinación,
De ser el uno para el otro,
Cuando nuestras superficies no son reclamadas
Portadores de un titulo invalido de dueños.
De mi inmersión resurjo de tu mano blanquecina
Un poco mas entero…
Quizás degustador de apetecibles madrugadas
Las tuyas, las de tus fantasías, mis quimeras.
Quizás me haya ganado el oficio de sibarita de tus alboradas.
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