Escribo desde un presente entero
Con el recuerdo de los años astillados
Aquellos que desgarraron mi ropa
Que transgredieron mi piel
Que lastimaron mi alma
Que dejaron con poca liquidez
La esperanza acuosa de mi copa
Hoy
Puedo evocar los años partidos
Los que me dieron solidez
A pesar de los dolores del olvido
Los que abandonaron mi lecho
Habitando la oscuridad de mi memoria
Hasta que en alguna ocasión
Se aparecieron ángeles en falsedad
Vestidos o desnudos para la ocasión
Trastocando el afecto por la soledad
Cuando el reloj marcó la medianoche
Cosas evocables en su espesa densidad
O en el volumen grosero de la angustia
Hasta la llegada de alguna primavera
Cuando el viento del otoño se retira
Dejando la resaca del temporal
Como hojas mustias de sentimientos
Hasta que incursionas vos
Con el paso cambiado de la hora
El formato distinto del espacio
El color distinguido de ninguna frontera
Las luces del tiempo bendecido
Soñadora de un amanecer en plena entrega
Creadora desde la nada de noches desbordantes
Con nombre de tango o de milonga
Confundida en la estrechez de esta ciudad
Con sus calores
Con sus dolores
Con su abnegación aventurera
Así te abrís
Así te entregás
Hasta que el infierno mismo arda
Consumidas las telas de mí cuarto
Incendiados los poros de mi dermis
Humedecidas mis manos en tus arroyos
Clamante por el maná del cielo
Sepultás las derrotas anteriores
Levantás con tus labios las victorias delirantes
Componés con mis besos y los tuyos
La materia de algunas poesías
Las del presente, las de mañana
Las que plasmaré solo en un instante
Así escribo desde este presente…
viernes, 26 de noviembre de 2010
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