LA NOCHE EN CELO

La noche esta fatigada

le han segado los ojos,

las pupilas tiesas de frutilla

el aroma suave de luna nueva,

le han sacado su mecedora granate,

esta sin los oídos para escuchar los jadeos

la noche será vieja pero mas tiene de pilla.

Esta noche

se enciende de valentía

para hablar desde el bar de las nubes,

conversar de asuntos que no entiende,

pero como es noche y esta perdida

murmura en la ginebra que nada se le escapa,

que ha visto como la española se quita la bata,

que pretende darle celos

con sus formas especiales,

en tanto por los portales miran las estrellas

quienes ignoran de que se trata.

La noche en media lengua

dice que la ha visto convertirse en puro infierno,

que sin ropas hasta las baldosas cantan

que el espejo le ha retratado los pezones,

ha capturado el olor de los inciensos,

el jabón de porcelana con que baña su cuerpo

se derrite en el punto de su ombligo

y cuando él la acaricia pierde las razones.

La noche no quiere

que el vanidoso sol se entere,

porque la trata de mentirosa,

de no alumbrar las calles

del viejo parque centenario,

de añorar la música de Troilo y de Rivero

de emborracharse entre los acordes románticos

de los bravíos boleros que la pareja danza

cuando los besos cubren la cama como escenario

sin mas público que los espectros,

los que los precedieron en amores,

los que desgarraron labios y besos

esos que rememoran el sol de la madurez

infusos de muertes, de sombras hermosas

sera que la noche no remonta por su propio peso.

La noche se prepara,

dormirá sola a la izquierda de otros astros,

ve que la cortina del ventanal se acurruca,

ve que las sombras aun siguen siendo una,

no escucha los gemidos ni las carcajadas quedas,

se acomoda lentamente las orejas,

las lagrimas de señora embriagada

moja las monedas que estan sobre la cómoda,

no es mucho lo que hay

solo silencios opacos y algunas quejas.