domingo, 21 de febrero de 2016

LO DIFICIL DE PARIR DIOSES


Nací o fui parido
es lo mismo
mas no es igual
mis ojos no veían luces
ni las sombras se llevaban mi pan
sé que al nacer me sometí a mi primera muerte
defunción que repetida me dibujo la vida
ya en épocas de las borracheras
entre botellas, alcohol y putas
aprendí a conquistar la eternidad
infinito inquebrantable fue el garabato de poesías
deje mi piel de vagabundo errante
para refugiarme en una sala de papel
fue entre letras que diseñe a mis amantes
infieles, pasajeras, calenturientas
como mi pluma alzada en tinta renegrida
sé también que no hubo mejores muslos
que los que mis palabras compusieron
ni excelsos senos y pezones
como los que concibieron mis vocablos
solo fue real mi boca afilada
la sensualidad de mis besos y caricias
el despeñadero de mis labios ardorosos
real como las guerras que incendiaron Palestina
las bombas en Alepo y en la Siria toda
pero solo mis dedos viajaron hasta allí
para ser dios entre los dioses
debí escribir sobre mi cuarto con espejos
leer a Borges con su ceguera en una biblioteca
creer que el canto exangüe de los pájaros
se debía a mis versos pervertidos por el insomnio
asi fue que mi eternidad fue incomprendida
tanto que me expuse a las féminas reales
y sobreviví
soporte con agrado las tormentas de orgasmos
abrí mi paraguas de pergamino estéril
cubrí con párrafos de misteriosa soledad
a mis poemas enmarcados en pletórica lujuria
y hoy que ya no estoy sino en ausencia
vengo a olvidar los tiempos viejos de orfandad
disolviéndome en el fango de mi esencia.
Roberto Brindisi  






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