El desconsuelo
Animal furioso de andar
nocturno
Muerde las imágenes de mi
suspiro
Como perro callejero del
silencio
En este invierno se instala en mí
Suele no usar lenguaje verbal
Solo el cuerpo lo recita
Atraviesa mi dermis
Para asentarse en la tuya
En la que masticaras vocales
Desenfundaras tus dedos largos
Que escudriñaran mis labios
Se relamerán en mis besos
Anidaran en mis sombras
Eternas, infinitas, pero breves
Viernes es un buen día
En el despliegue de unas
sabanas
Rotas como la esperanza
Zurcidas como el anhelo
Y en el amanecer miraras mi
espalda
Mientras mi espejo vera tus
miedos
Resignándose a su desvelo
Eres la misma en otro nombre
Idéntica a la que nunca piso
este suelo.
Roberto Brindisi
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