lunes, 6 de octubre de 2008
EL VACIO
Me duelen mis hermanos
Los que no están,
Los que han sido truncados
Los veo en las sillas vacías que dejaron
En la mirada alegre de ojos hoy cerrados
Tantas veces grité con sus gargantas
Tantas marché en sus calzados
Tantas ajusticié al que los espanta
Siento aún tu mano, Alicia, en mi mano
Creo que el sueño luminoso del mañana
Hoy los justos, los buenos lo entienden
De convencernos mintiendo que triunfamos
Que las palomas libres en las plazas
Serían testigo de la saludable locura envolvente
De miles, millones de guerreros
De los sueños
Sin sabernos tripulantes de vuelos de la muerte
Ni depositarios de descargas eléctricas de picanas
Ni de lustros con rejas con màs suerte
Ni de largos exilios en patrias tan lejanas
Cual fue el crimen entonces cometido?
Tal vez lo que tarde intuí con mi desgano
Regar con sangre los jardines florecidos
Querer la primavera al alcance de un jilguero
Multiplicar los besos entonces recibidos
Me duelen mis amigos
Los que se fueron sin una despedida
Nos quedamos mutilados en esencia
Fue la muerte la que me saco tu vida.
Habrá un mañana, Alicia, para nosotros dos?
Se que pregunto sin que llegue la respuesta
Me acostumbre a la mano hueca solitaria
Sigo mirando solo cuando el sol se acuesta.
Roberto Brindisi
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