Un árbol primitivo y casi seco En el jardín de un disoluto otoño Cuando el frío negro ataviaba La aparición de algún nuevo retoño De otros arbustos inmorales Enclavados por corrompidos mortales En el jardín de un crápula período Con sus despeinadas hojas desiguales.
Un vetusto cuervo negro Aparece en mi ventana a mirarte En tu desnudo lascivo reflejado en sus ojos Como carne salada, apetecible para devorarte Puede esperar, no tiene apuro El sabe que en tu finada voluntad ha de conquistarte Para que en esa muerte erotizada Te destroce desde lo màs blando hasta aquello duro.
En ese vergel estas tendida Sin ropas, Con la envoltura única de tu piel joven Guiando con orgullo tu vagina A dorarse con los rayos de este sol débil En tanto un silencio inmenso ha caído Llegando desde el espacio que imagina Sorprendiendo al momento recién perdido
Miro el reloj de pared con tiempo detenido Me acerco a la ventana para ver el huerto Tú te llevaste la cetrina mágica desnudez Probablemente estas camino hacia el puerto Donde se dispersan tus paisajes abarrotados Mientras Icaro roza el sol que aún no ha muerto En el horizonte desfalleciente y embriagado Manfredi pinta a Marte con Cupido Castigado.
Asi se fue configurando mi pensamiento Sobre esas jornadas particulares y agotadoras Me recuerdo a mí que los padres de cupido Son Martes y Venus, lo marcial y eros en esta hora Eso revela absurdamente que en medio de lo caótico Se mezclen y convivan en una vacía alborada Tanto amor, tanta guerra, el terror de lo despótico Acechando la flor del manzano naciendo en esta madrugada.
Decía Gerardo Fernicola en los encuentros entre copas La vida es un collage, un inmenso cuadro, pero sin ropas.
Hubo y hay un holocausto Perpetuado dia tras dia Medio siglo ha recorrido Contra un pueblo perseguido, Asesinado, bombardeado Con sus niños y ancianos hambreados Por un estado genocida Protegido y mandado por el Imperio Cuyo argumento es no ser reconocido La guerra y el petróleo son parte del misterio.
Llora Yahve, Jehová, Dios Reniega de los que dicen Ser el pueblo escogido Se avergüenzan los dioses De todas las religiones Solo a uno reconocen Moloch
Amparados en que hace tiempo Fueron a campos de exterminios Hace décadas su discurso de victimas Son victimarios extendiendo sus dominios Con la metralla, las bombas, las picanas La ocupación de territorios ajenos Demuestran al mundo su barbarie Repiten Sabra y Chatila.
Amnesia colectiva Hay miedo de ser tildados de fascistas Antijudios, amigo de terroristas ¿No son nazis eso niños descuartizados Por aviones, ejercito, estado genocida? ¿No son peligrosas las ancianas desangradas Los muchachos mutilados, las mujeres violadas? ¿Cómo atreverse a responder si Israel ocupa terrenos Árabes, de musulmanes fundamentalistas?
Nunca se sabe o algo habrán hecho Nuestros viejos sufrieron un holocausto Nosotros repetimos con los vecinos Miles de veces lo que hemos sufrido. Nunca se sabe, no hay inocentes Como casta es nuestro pueblo, nuestra gente.
Gritan con sus bombas y sus aviones Con sus soldados y sus cañones ¡Somos el pueblo elegido! Asi pretenden callar las opiniones O tal vez solo la mía, de indignarme De decir con voz en cuello: son bestias! Son aves carroñeras! Son tan nazis como los de las cámaras de gas
Con que derecho actúan como lo hacen? Con cual violan todas las normas? Nadie habla, soy un enemigo Miro el contenido, descuido la forma No tengo miedo a que me digan antijudio, Propalestino, porque hoy es un honor Oponerme a este silencio ensordecedor
Son un estado y un ejército terrorista Una potencia nuclear que asesina A un niño, a una anciana, a un hombre Son asesinos, yo los maldigo Asesinan dia a dia a inocentes A trescientos Jesucristo en una jornada Son bestias vestidas de animales Son buitres, asesinos, son chacales. Por los siglos de los siglos Malditos sean!
Se captarte en tus formas repetibles En lo que no eres Te me evades en tus extravagancias En tus vuelos hacia lo asombroso Que no soy capaz de percibir Porque lo hago desde mis espejos Los de mi cultura, de mi sapiencia Adquirida en el largo y difícil vivir
A veces, no obstante, te siento Como se apresa a un aroma Que me recuerda a algo, Tal vez al sereno viento. Creo que me resuena a algo Que hubo en mi, algún vuelo Que remonté, a mis posibles alas.
Entonces eres, somos, en este cielo Estamos en posición de goce, Si te parece le diría amor, en este suelo.
La vida fluye por los cauces Que el agua le va abriendo Los preestablecidos terminan siendo Cauces de amplísimos arroyos secos
Solo las cuencas del agua Que el agua va abriendo De erotismo solo ellos son fuente Gérmenes del erotismo viviente
El poeta observa sorprendido La maravilla única de esta tarde Una como tantas otras, en que pasan Los mortales sin verla, sin alarde El juglar esta dispuesto a percibirla Porque a diferencia de los restantes Se ha hecho violín para que la brisa Que al tocarlo lo haga cantar en un instante.
Repite a Heine cuando piensa Que de los grandes infortunios Hace, hago, mis pequeños cánticos.
Y la vida fluye conmigo o a mi pesar La vida siempre fluye.
Estoy màs allá Del diseño sin límites del tiempo Más allá del frío de la veracidad Que nos enfrenta; Con las hebras de las ilusiones Que partieron Y con la cruz a cuestas De mi condicion de humano.
Estoy, pero no quiero, Condenado a repetir mis derrotas Admitir a regañadientes mis victorias Pocas màs desconocidamente mías Propias pero disfonicas de murmullos Quiero pasar sin pena tanto como sin gloria
Estoy pensando En mi mujer enardecida de deseos En mi alma perdida entre sus senos En dibujar un acertijo en sus entrañas Sintiendo al universo vulnerable Ante su desnudo bosquejado en mí lecho
Estoy sintiendo Que cada día el camino es más cuesta arriba Aunque voy por una avenida en bajada Que la aureola sutil de los jazmines Remarcado por las espinas de unos pezones Que las olas traen del mar agua salada En los rompientes de una marejada
Pero estoy, desertor del sufrimiento Agradecido a las huellas del dolor Más allá de mis cenizas Con mi yo desprovisto De carne y de huesos Y con la pujanza de mi energía Construyendo mi actual estado En la esencia de ser dia tras dia.
Sobre los muebles fenecidos Impongo una lámpara agotada De segundos, de colores y de aromas Permaneciendo en la sombra la pesada Imposición de océanos no conocidos Más la ignorancia de arenas alejadas De un amor aguardando en Casablanca Y una canción que jamás volverá a ser tocada
La sombra verdusca dilatada Abarca los cauces arrugados Del semblante de una arcaica dama Amante de un guerrero aniquilado Que lidio en una guerra equivocada Gimiendo junto a un obispo demacrado Con un rosario de calas por mortaja En un último adiós inesperado.
Rondan los molestos moscardones La cantina de una esquina fatigada Al calor de esta tarde de postrer verano Aplacando la sed con alegría aginebrada. En una mesa perdida de sucia madera Una muchacha solloza ante su amado Ausente a la algarabía y a la batahola Que la rechaza confuso embriagado
Dicen los que saben que son tres momentos Que tres son las mujeres desconsoladas Se me hace que Penélope ya no se consume Por una disposición que tomó desacertada Que ya no hay evas ni pérfidas serpientes Sino un presente agujereado de madrugadas Que para fortuna de los hombres lujuriosos Maria Magdalena ahora es reivindicada
El atardecer de este inmenso labrantío No esta lleno de gloriosas pubertades Ni plagado de falsos truhanes y hechiceros Los profesionales de la mentira escaparon De la verdad algunos hicieron escuela En la campiña la honestidad desvaloriza A todo aquello que se mueve y vuela.
Atrás, hace pocas noches, las pesadillas Inundando de cadáveres míos el pasillo Se congelaron las almas sensibleras Esta es la hora de las desalmadas embusteras. Alguien dice algo fuerte y no escucho Mi sordera visual me ha paralizado Atenas fue arrasada, Esparta se ha rendido En la lontananza vestales en pleno pecado Jubilosas porque el imperio ha caído Los esclavos hacen el amor con las cortesanas Gruesos cortinados arden de impaciencia Por corromperte reina negra de esta babilonia Donde todo es materia sólida y nada es esencia.
Asi como dioses llenos de odios y ansiedades Cubiertos de toda la nada y la soledad expuesta Cuando el desnudo aparece como intemperie Atravesaron la frontera de todas las apuestas Serán recordados por su brusca sinuosidad El no del si y el si del no tiene un toque erótico Como también la perversión de la oquedad El fetichismo al que se rinde culto despótico Asi es la superficie onírica de estos sueños se desatan y van en busca de otros dueños.
En la vaguedad del largo mes de octubre Cuando las luces de este sur se extienden Siete veces cae el justo y se levanta En cada caída no se petrifica sino que entiende.
Me he convencido de tanto callarme Que no hay mejor estrategia Que la que dicta la tiranía de la distancia Es conmovedor verme en las noches Mirar la ciudad que asusta iluminada Por donde serpentean los idiotas Que sacrifican diariamente su existencia A un dios que paga con monedas falsas La afectación de una manada de hipócritas Si el tiempo existe como concepto Yo resido en el no lapso impensado En la encrucijada de mirarte o morir Me estremezco sin saberlo Cuando un suspiro tuyo cruza el alba Cuando tu pelo llueve en mi espalda Cuando tu sonrisa empaña una idea La de un suicida que por vos pierde la calma
Cuantas veces regrese Aun del rechazo persuadido Cuantos crepúsculos grises Transporte el ánimo vencido Hasta un laberinto de ventanas Con espejos como entradas De esquinas arrumbadas con glorietas De donde desertaron los gnomos y las hadas
Las ventanas y el jardín Lloran el sendero abandonado De otro período pletórico De ilusiones y fantasmas alocados La puerta ya no tiene el llamador En su interior resisten fracasados Un conjunto de amores confundidos Que no registran si son o ya han sido
En las cuatro paredes de esa casa Conviven sentimientos encontrados Hay fuertes rencores y muchos resentidos Como hay temores que fueron abandonados En las paredes de amarillo entristecido Se ven salientes los clavos amohosados Colgaron cuadros de varias dinastías De momentos solemnes inmortalizados
Hoy observo desde lejos tu calida casa Evoco las noches cargadas de providencias Las madrugadas torera de anocheceres Quizás queda algo de tu esencia Los ladridos de los perros son los mismos El actual paisaje de ese barrio es distinto Aunque se que uno de los dos no esta Desde donde estoy te conservo en mi instinto.
No se si se fue el recuerdo o mi persona Solo se que la frialdad del destino no perdona
Cuando termina la vida de la tarde Añoro ese oráculo recóndito El que supo desentrañar Cuanta miseria y saciedad Esconde el embustero Evoco cuando la lluvia de mis ojos Caían sobre el sol de tus palabras Prestando atento la mirada A la mueca triste de tu enojo Que salpicaría de orfandades Grises venideras madrugadas Oscureciendo mis negras tempestades
Sembramos nuestra tierra Sagrada de fríos adoquines Gesto tras gesto, sumando verbos Matando asi los renegridos querubines El amor no muere solo Ni hay un único culpable En la escena de este crimen Nunca se presento el responsable Preguntaron si el amor era suicida Cuando sabían que era el alma de la vida.
Hubo un tiempo tan lejano Donde vagábamos de la mano En nuestra vista no cabía el universo Con las caricias se componían versos El hastío, la rutina, más el desgano lento Ocuparon plenamente nuestro espacio Otros puntos asaltaron macilentos Tornando nuestra lengua en renegada Lo que fue dulzura devino en violento Sismo de indolencia llegando postergada
Ahora, solo es un momento, una palabra No conjugaremos el tiempo en plural Frente a frente somos dos plenos extraños Tan dañino fue el descuido que al final No se entiende el motivo del encuentro La cruenta sequedad de áridos discursos El mirar mutuamente el talante sin fisonomía Somos dos vidas que no encuentran su curso.
Cuantas cosas que no hubiera hecho Hice al buscarte Cuantos ojos mire, Creyendo que eran tus labios Cuantas palabras menos necesarias dije Creyendo que tú me oías
Una efigie demolida Se despabila en el aguardo Y en el principio de otra imagen Hay un horizonte Para cada consternación Mas de lo que hice ¿Qué hacer? ¿No solloce, no reí, no cante? Por si tú entendías un llanto Una carcajada o un triste canto
Esta primavera será Me decía en cada una Y las primaveras desfilaron Desmigajando quimeras Este otoño y los otoños naufragaron Ya no se de los años de mi edad entera
El esqueleto de mis tesones varios Abonara el empedrado estéril De las calles Y en cada pena ha de nacer Un consuelo ajeno y verdadero En cada uno de ellos Me convencí que resucitarán mis fantasías Conozco ese futuro porque es pasado duradero.
De ausencias soy Ladrillo sobre ladrillo Para uno cualquiera Se garabateó esta historia Para uno cualquiera Un hombre erijo esta morada Soy màs uno cualquiera Que yo mismo.
De intruso en tu espera vivo Vislumbras lo que en lenguaje Perceptible platico Pero no la emoción que se detiene En el sucesivo Movimiento de mi mano
Labriego sin labrantío Mis palabras se amoldan En cualquier mañana O permanecen sin sentido En el umbral de un zaguán Aturdidas por mi reflexión.
Tu también te iras ilusa delirando Un chubasco de congoja empaña tu alegría Soy un niño que no pudo serlo Soy un indigente labrador sin su labrantía
Un lejano despunte de crepúsculo De mocedad e incomprendidas frases Te dieron vocablo y perfil Y el hechizo no se refrendó Más en el imaginado trono que has ganado De laberintos y espejos azulados Con el alma que marcha, el cuerpo quedado Supones que yo he muerto O que finalmente he ganado?
Mis noches te buscaron En un camino desconocido El desesperado vigor de la luz Que tus ojos disiparon Tal vez me imploraban No descubriera la soleada Amplitud en la que anidaban Ni que amansara tu silencio Pregunte si has vuelto al llegar O has llegado sin regreso.
Emites el eco de una melodía lejana La invitación desapacible De los navíos que zarpan El efusivo aroma de las estaciones en flor Y sobre un panorama intangible Te trasplantas eternamente a mi amor
Tu espejismo condensa Las configuraciones reveladas Tu presentimiento contrae Las distancias sin postraciones En tu esperanza Sosiegan las extenuaciones Existes a mi lado, como la sombra Y como la sombra te escurres permaneciendo
Lo por decir enmudece en mis labios Y en chisporroteos de astillas En remedos de arterias prestas A la vigilia en la despertada O en quejosas voces de viento Encontraste más legítimo el acento De mi soledad que el de mi propia voz Porque que decir si lo expresado Es incógnita, suposiciones En la mudez de un amor indescifrado.
Existe una casa antigua En un atrevido acantilado Por las noches se ven las luces En sus ventanas de cristal esmerilado
Hay otro quebrado Con extraño perfil grotesco De peldaños gigantescos Cerca de un cielo nublado
Más allá hay fuertes riscos Que se alzan arrogantes Activos y curiosos Sin noción de ser gigantes El peñasco más septentrional Se recorta en el espacio ilimitado Como una nube gris y gélida Con su forma un tanto desigual.
La costa del río tuerce rudamente En el sitio donde desembocan Los arroyos de las novias engañadas Hechas de surtidas lágrimas saladas Derramadas ante de volverse locas
Los expertos viejos marineros Amantes de varias constelaciones Percibieron de la estrella polar A evitarlas en las calurosas estaciones
El filoso borde del acantilado Parece el límite de la Esfera Los ojos que miran el océano Ven la mística figura de la espera
Las solemnes campanas de las boyas Acarician soberana el cosmos irreal Cuando las grandes brumas ansiosas Se espesan en una intemperie angelical En esta época del año Desembocan los arroyos peligrosos El del viento de la Ira, el del Rencor El del odio avanzando en un corcel brioso.
Los marineros rememoran sus relatos Que asisten en turba a la sala de los tritones Y de las caracolas de las ciudades invadidas Con algas sembradas por altísimos bribones
En la tarde trémulas de calmadas lluvias Estivales que mojan vencidos tejados Las nubes esparcen sus grisáceos sueños Para que los hombres no se sientan abandonados
Sin el rumor de los viejos y extraños secretos Con los portentos que los astros cuentan a los planetas Durante la ennegrecida noche sin el grito de las gaviotas En el lapso que la niebla intenta alcanzar a los cometas Por los acantilados más alejados de este espacio Sube blanca y algodonosa, sube al encuentro De sus hermanas las nubes, vislumbradas borrosas Henchida de sueños del verdor de húmedos pastos Cavernas de leviatanes de espadas, copas, oros y bastos En la esperanza de referirse algunas de tantas cosas.
Mientras todo esto ocurre Un ciego sufre por no ver Una madre pena por su cría Un poeta sin un verso dado a beber Una puta apura a acabar a un cliente Un general adiestra a su soldado Un bohemio toca su guitarra Pareciera que Dios jugara a los dados.
Me pare ante el universo Sabiendo que solo era un número más No sabia, ni se, si era un siete o un tres Si sumaba, restaba, dividía o multiplicaba Solo pedía no ser un cero Porque como número no me gustaba
Alli parado Llegaron las olas del océano Mojaron mis pies descalzos Rece una oración antigua Mire sus aguas de color indefinido Vi la bóveda del cielo y sus estrellas Servirle de manto preventivo En mi osadía le pregunte por ella Que ahora era un número sumergido Ya van tres décadas de digito desaparecido
La marea viene y va La arena de la playa se moja y se reseca Los medanos son testigo mudo Del paso de un viento hambriento En esa playa, en una noche de los setenta Hicimos el amor plenamente desnudo No he muerto ni me han matado Te han matado pero estas presente Desde el frío regreso de mi exilio Visito cada temporada el mar, Que en este amor es nuestro confidente.
En el borde deshilachado del infinito Donde la oscuridad y la luz son una sola Hemos pactado hace mucho una cita Nos uniremos como con la arena lo hacen estas olas.
Quizás revisar los cajones No sea poético Mirar adentro lo que esta limpio No requiere de una musa especial Demanda tener la honestidad De sacar los trapos sucios Y ponerlos a lavar.
Hacer la cama Desordenada de soledad O de compañía pasajera No devela una poesía Solo una línea cualquiera
Salir de mi refugio Es un acto de valentía Enfrentar un nuevo día Mirar el sol de frente Fue sacudir el fantasma de la depresión Animarse a la vida nuevamente
La existencia se debate Entre el ser y el deber Entre querer y poder Seas zapatero, oficinista o vate
Yo vivo en una ciudad En la que se hace culto de la amistad Llena de bares, transportes y quilombos Donde la nostalgia acumula sus escombros
Revisar en los cajones No es una tarea grata Mirarse por adentro Encontrarse a uno mismo Quererse tal cual soy Relegando el egoísmo Después de tanta autodestrucción Es ver amanecer el optimismo
Este no es un poema Porque yo no soy poeta Estos son pobres garabatos Que cuentan de mi vida Cotidiana No diré que despierto a la mañana Ni que salir me lleva un rato Busco las cosas que necesito Una gentil sonrisa de oreja a oreja Múltiples enojos para el viaje Que hagan juego con el traje Porque pretendo elegancia en la queja La hipocresía la tengo incorporada Le saco lustre a mi egoísmo Mi tan roja envidia algo desgastada Preparo mi cuota de optimismo Para hablar con la gerencia Llevo mi carga de negro pesimismo Para algún caso de emergencia Ir al medico tengo agendado Mi superior me dio su opinión Ulcera, estrés, pánico y corazón Dicen los que odian mi posición De ellos tengo que estar alerta Buscan encontrar su ocasión.
Pero hay cosas muy riesgosas Una muchacha bella, muy buena moza Me sugirió que hay que ser solidario Ella me gusta por muchas cosas Mas antes de dar algo me prefiero solitario No dije que la soledad me aterra Que fingir lo que la sociedad quiere Me mata día a día lentamente Soy yo el que quiero ser de verdad O el poder me enveneno la mente.
No más preguntas ni interrogantes Es lo persiguen los peligrosos Que quieren un orden subvertido Con asesinos que son mocosos Con ladrones que son villeros No pregunto sigo mi derrotero Aunque el mundo en el que vivo Mas que libre soy un prisionero
Este no es un poema
Porque yo no soy poeta
Estos son pobres garabatos
Que cuentan de mi vida
Cotidiana
No diré que despierto a la mañana
Ni que salir me lleva un rato
Busco las cosas que necesito
Una gentil sonrisa de oreja a oreja
Múltiples enojos para el viaje
Que hagan juego con el traje
Porque pretendo elegancia en la queja
La hipocresía la tengo incorporada
Le saco lustre a mi egoísmo
Mi tan roja envidia algo desgastada
Preparo mi cuota de optimismo
Para hablar con la gerencia
Llevo mi carga de negro pesimismo
Para algún caso de emergencia
Ir al medico tengo agendado
Mi superior me dio su opinión
Ulcera, estrés, pánico y corazón
Dicen los que odian mi posición
De ellos tengo que estar alerta
Buscan encontrar su ocasión.
Pero hay cosas muy riesgosas
Una muchacha bella, muy buena moza
Me sugirió que hay que ser solidario
Ella me gusta por muchas cosas
Mas antes de dar algo me prefiero solitario
No dije que la soledad me aterra
Que fingir lo que la sociedad quiere
Me mata día a día lentamente
Soy yo el que quiero ser de verdad
O el poder me enveneno la mente.
No más preguntas ni interrogantes
Es lo persiguen los peligrosos
Que quieren un orden subvertido
Con asesinos que son mocosos
Con ladrones que son villeros
No pregunto sigo mi derrotero
Aunque el mundo en el que vivo
Mas que libre soy un prisionero
Hoy, diez de diciembre Dia Internacional de los Derechos Humanos Hoy los hipócritas se rasgaran las vestiduras Hoy soy un Alexis griego Asesinado por la policía de un Estado Por las mismas que actuaron y actúan en las dictaduras Hoy soy Griego cuando a un joven han matado Cuando la filosofia y la poesía están de luto Cuando el derecho de los hombres es pisoteado Nos hablan de democracia en medio del saqueo Màs abrumador de la historia Salvaron los Bancos de Inversión Propiciaron la guerra y la intervención Consiguieron que cada vez menos tengan màs Lograron que cada vez màs obtengan nada o casi nada Hay crecimiento, aunque digan lo contrario Crece el hambre, el desamparo, la indigencia, El analfabetismo, el desempleo, son nuestro parte diario Hoy mi verso dice resistir, tomar conciencia Definir aquello que no me gusta, que es inmoral Hoy la tinta y la pluma me envenenaron Hoy ya no soy el que fui, no soy igual Si bien quiero una sociedad fraternal Odiando a los que por avaricia causaron tanto mal Quiero rememorar a Nicolas Guillen y su muralla En la que pedía que se juntaran todas las manos Resistiendo lo que no es moral dándole batalla Sin demagogia, ni hipocresía, si he de dejar una huella Que sea no unos premios, sino ser una voz que no se calla Que me nieguen mis descendientes y me escupan las estrellas Sino levanto mi verbo combatiendo a esta canalla.
Bruscamente Cayó el cielo besando a la mar En una tarde inundada de gaviotas Tarde parturienta de noches olvidadas En el alba de una memoria ignota
La furia tempestuosa de ese beso Precipito la cruel venganza de los dioses Seco el mar vistiendo a la tierra de desierto Los vientos del sahara arreciaron con sus voces Enloquecidas, enloquecedoras en su sed El mundo desobedeció pariendo océanos y mares Regreso la vegetación con su alegre colorido En ese nuevo génesis canto el ruiseñor de los palmares
Hoy nosotros Enterados de la leyenda Estando mucho más distantes Del esquema sin límites del tiempo Del diseño sin frontera del instante Más lejos del frío de la verdad que nos enfrenta Con las hilachas de las ilusiones que fueron antes Con las rocas a cuesta de esta condicion atenta Desertando del desamor màs allá de las cenizas En la plena desnudez del hermoso hechizo del deseo Nos amamos en este, nuestro paraíso, reconstruido sin ninguna prisa.
Cuenta la historia de algún tiempo inexistente Que del furioso amor de la mar y del cielo Dieron cuenta en su embriaguez los poetas Muerto los viejos dioses adorados en el recelo.
No te encuentro En los versos que han escrito los poetas No están alli tus labios Ni tus lujuriosos besos No esta alli tu mirada Ni tú andar desnudo de gacela No se siente el gemido de tu orgasmo No resuena tu voz aniñada Son mujeres o son hembras De otros juglares que no saben de tu espasmo
Sabes que en mi no encontraras los versos Que te corresponden por ser flor reina del rosal Sabes que no conozco de rimas, ni asonantes De cadencias, de ritmos, ni metáforas Soy tan solo un hombre enamorado Que escribe sus textos con vocales y consonantes
Busque en los papeles de los bardos Reconstruirte por versos, quizás por parte Sin encontrar tus largas y afinadas piernas Tus precisos y delicados senos La turgencia de tus pezones con forma de dedales Los dioses de la pluma no te han hecho, son mortales Yo te vivo mas no se como narrarte Ellos tienen el don, no han dado en encontrarte.
Como diría yo que nuestro amor es imperfecto? Como decir que al dormir te miro arrobado Más que encolerizados relatamos los defectos Que te gusta ir de galerías y a mí verte acostado Que tu eres practica mientras yo soy rebuscado Que hago una poesía, tú la lista del supermercado Que nunca hago un desayuno que te sepa perfecto Que nos gustan los errores de este amor desesperado En este encuentro de los dos que ninguno suponía Quizás mañana estemos separados pero esta historia Unas líneas, un relato, un poema bien lo merecía.
Hay noches En que mi cama Se ve tan inmensa Remeda al sahara Son las mas Son noches de alma acribillada De angustias solitarias Donde la luna alunada Que entra por mi ventana Trae una luz muy opacada El espejo la recoge Para guardarla en su memoria El sabe de tanto verme Que alberga mi insignificante historia Hecha de multiples pedazos De ayeres no coincidentes Entre lo que él recuerda Lo que yo recreo a cada instante Y la verdad de los hechos Que un dios guarda en un estante.
Otras noches Son fructiferas Tengo hijos de mi pluma Signos, significados Sujeto, verbo, predicado Le agradezco a Juan Ortiz A Roberto Juarroz, a Pizarnik Al supremo bardo cegado. Asi son mis noches, Las tantas noches que acumulo Donde el tiempo anda lento Con los amores candentes disimulo Aquello que es un tormento Hasta que el sueño concilio O en verdad despierto De otro en este momento?
Frente al inmenso océano En esta noche caliente Espero la venida de la luna La misma que erótica y sonriente Acepto construir una historia Fundiéndose con el sol ardiente
En la amplitud de esta playa Imagino a la que llega caminando Entre medanos de blanca arena Desnuda con el alma anhelando Desembocar sus arroyos latentes En el mar del deseo esperando Que la llegada de la nueva alborada La encuentre plena hembra cabalgando.
La noche se ha puesto roja de envidia Asi arribó mi satélite volcánico Con tan poco para quitar y tanto para compartir Que los labios sus líneas derritieron, En las cavernas las serpientes se enlazaron La espuma de sus bocas en los cuerpos Saboreando entre mordiscos y absorciones Las más bellas colinas y duros pezones Que excita a levar altas las mareas Sosteniendo el mástil con razones La mar mece en un ir y venir a esa playa El cielo cae precipitado a besar el agua Entre la maleza rala penetra el mascaron De la proa de un barco endurecido La luna suplica con cantos de gemidos Por el agua bendita de esta madrugada. Baje tantas veces a confesar todos mis pecados En contralto escuche, entre susurros, una voz divina Que decía: “esto recién a comenzado” Amen.
Un lugar en el mundo El mejor El más exquisito Donde supongo beberé De tu lengua lujuriosa Que otro sitio lo supera? Ninguno! Si tu aliento sabe a hembra en celo Yo, macho encabritado Podremos recorrer el infierno Mas el encastre es tocar el cielo Presiento que estarás Antes o después Deseosa de verme deseante Excitado, anhelante Fundirnos en un beso En un abrazo desesperado Recorriendo poro a poro tu cuello Mordisquear el lóbulo, tu comisura Bajar por el camino de la espuma A tus senos consagrados A absorber tus pezones incitados Y en un largo viaje llegar al valle de la pelvis Donde un clítoris se halla sonrojado Con el suave tacto de mi lengua El estrecho se ha mojado Los labios enrojecidos Todo indica que el juego ha comenzado
Muerte A ti te nombro Muerte a ti te rescato No en el instante final Cuando ya cansada, descuidada Llegas demacrada A componer lo que es tú esencia.
Te rehabilito Sin ti no hay vida Como letanía te repito Para espantar miedos espurios Memento Mori (recuerda el morir) Tanto te han negado muerte Que no se te ve, no existes. Levántate, muestra nuestra suerte Mil veces nos cruzamos Pero no era el momento Porque eludirte, Aunque no te busque en la vigilia. No faltare a nuestra cita Prepara el champán, el lecho y las velas Pues es improbable que esto se repita.
En mi alforja hay tantos amaneceres Tantas caricias que recorrieron mis poros Madrugadas empapadas de mujeres Vino, regocijo, Buenos Aires entre tesoros. Los dolores, las pérdidas, los engaños Las infaltables lagrimas derramadas Las venganzas, los odios y los daños Se declararon en la parte inventariada. Asi, pues Muerte, serás una bien llegada Absorberé el aire, la fragancia y el aroma Viviré lo que queda por andar Con la alegría de entregar lo que se toma.
Frente a la inmensidad del océano Que en un momento del porvenir desaparecerá Miro absorto e incrédulo cuanto nos fue dado Agradecido vida, agradecido muerte No esperare, llegaras cuando todo haya acabado.
Soy la gota Aquella que estuvo en el génesis Cuando El separo los cielos La que surco el tiempo Regando las flores de los suelos La que paso del cuerpo de un amante Al de otro también enardecido La que rodó Lenta Suave Caprichosamente Desde la boca de una Eva Hasta el mástil de una nave Persistiendo alocada En la pelvis que se lleva La luz de la alborada.
Ahora soy La que muto Transformada en sufrimiento De una madre Que pide por sus hijos Soy la gota de los llantos De tanto desconsuelo De tantas madres multiplicadas De tantos hijos arrinconados Hambreados, desaparecidos, asesinados Soy la gota que ha variado De ser una en océano desbordado.
Ya no soy Todo se ha consumido Quizás consumado Asi debió ser O fue por el azar Me conjetura alguien En su despertar de sabio, de erudito Mira al cielo Sus ojos no me recuerdan, No me reflejan Quede en el sueño Quede tan lejos Que siendo gota en la vigilia De existir como salado mar Soy prisionera eterna en los espejos Hasta que el bardo vuelva a soñar.