TAL VEZ...

Como un sólido puño
Pretende ser LA venganza
Sus dedos de anciano aguerrido
No sienten el hueco de la mano
Aquella que alguna vez acariciara
O jugara con el tiempo perdido
Los juegos del miedo y el horror
Los misteriosos azares carcomidos
Como se corroe el odio y el dolor

Como una suave flecha veloz
Que busca extraviada su esencia
Entre árboles robustos escondidos
En el bosque fresco de la conciencia
Con abedules blancos extendidos
En la clara oquedad de su presencia

El águila sobrevuela en la ausencia
De una figura exultante en su lecho
Su pico envenenado de éxtasis
No caerá en la blancura de tu pecho
Morderá el disponible lugar de la locura
En los bordes mismos bien estrechos
De la cornisa pedregosa en su hondura
Donde la razón alcanzo su techo

Así
De un solapado dominio de la nada
Nace repentina la aurora enervada
Que crece montando verbo sobre verbo
Hasta ser presa fértil enamorada
Fundiendo el horizonte lejano
En un presente con luces de madrugada.

El hechizo durmió al hechicero
Con muchas palabras distinguidas
El aire de tantas noches huérfanas
Integraron al poeta a su anterior vida
Quizás las palabras por si mismas
Son aquellas muertas renacidas
Con los hombres devenidos en juglares
Para encontrar las letras concebidas?
Quizás…