sábado, 27 de junio de 2009

ODA A NUESTRA NOCHE





Me he puesto a descomponer la noche
La ultima,
La de tu presencia fresca,
La de un tálamo maltratado
Por la furia de dos vientos,
El tuyo norte,
Mio el de la sudestada
Que con la verde luna de testigo
En las nubes rojas por asiento
Creció la luciérnaga de tu risa
Y como gotas para un arroyo seco
Se hinchó mi deseo.

Que espesa que es esta noche!
Con guirnaldas de dedos enlazados,
Un carruaje de este carnaval entero
Fuiste atardeciendo como la más clara sinfonía
Con las notas en un mustio pentagrama
En la alegre serenata del último dia de un febrero.

Aquí me queda el despojo de anoche
Unas migajas seductoras de tus dorados senos
Un trozo inacabado de una estrofa apelmazada
La nervadura gris de mis cabellos canos
Unas prendas intimas como botín de guerra
Un bucanero herido en el asalto a tu popa
El salvaje animal del sexo vehemente
Y tu suplica reiterada
En el altar vigoroso de mis velas inclementes.

La noche pierde su oscuridad
Puedo ir recuperando la trama de lo urdido
Puedo ser impaciente sacerdote de aquel templo
Donde danza tu cuerpo desmayado
En el crepúsculo, cuando el dia parece ultimado
Pero lo último carece de total sentido.

He desacoplado la noche ya pasada
Miro en el espejo de mis recuerdos
La abertura angosta de tu mirada
Presiento que serán tus pasos alocados
Los que pongan luz a otro nuevo encuentro
Cuando feliz rindas tu ciudadela
A la magia bravia de mis besos desbocados.

La noche ya a fenecido
Mañana otra noche remontara su vuelo
Màs en mi oficio de juglar desmontador
Recordare que siempre llegas
Mariposa voraz con aroma como fuego
Desmontare otra noche, nuestras noches
En las que se impone lo dulce de nuestro juego
Cuando tus labios alaben el derroche.

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