Es de noche,
El mar se exhibe omnipresente,
Es verano,
El calor demanda hidratarse,
En el horizonte la absoluta soledad,
Y aquí delante el más puro vacío.
Hace solo diez minutos
Que se ha ido,
Se marcho,
Ella, la hembra de pisadas diluidas,
De pantorrillas ajustadas
Al grueso de los dedos de mis manos,
La que no me da respiro
Cuando quiere jugar al amor
O ama la guerra sin entrega,
En estas noches embotadas,
En las que las sombras son mas largas,
Las luces más finas,
Y sus besos inacabables,
Recurrentes por cada espacio de mi piel,
Cuando entre su risa y mi jadeo
Componemos una música reconocible,
La jarana del purísimo deseo,
Allí donde rezan y murmuran
Las putas de la cuadra,
Las que saben de la vida,
Porque la parieron con sus lágrimas,
Y la gozaron a cada instante
Sin pensar en el segundo venidero,
Ellas también recorren los medanales,
De esta buenos aires de adoquines,
O de asfalto bacheado a disgusto,
Cuando el océano no esta en la lejanía,
Son millones de luces que se encendían
Para verla regresar en algún subte,
Escalar lentamente hasta mi piso,
Hacer cima en las sabanas de mi cama,
Y yo de espaldas, fingiéndome dormido
Cuando he implorado por su pronto retorno
Siento los calores del incendio
De mis venas, mi sangre y mi lascivia
Solo me queda en este cuarto
La ultima ginebra de un tal Lucas
Que al terminar no le di ya descanso
Porque mis papeles en blanco estan hartos
Ellos quieren saber que ha acontecido
Me apresa la pluma de mi poesía
Y a escribir las escaldadas verdades de este día,
Es de noche, en este verano
Y yo conservo a mi magdalena o mi Maria
jueves, 31 de marzo de 2011
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