Desde las ramas de un manzano seco,
En mi último sueño recordado,
Los crujientes pájaros de alas blancas
Pecho bravo y un cantar desafinado,
Saltaban en un estanque de aguas rancias
Por los troncos, las hojas acumuladas
Con las mentiras monacales como traba
Flotan flores para novias nunca desposadas
Desde esa pesadilla apenas recordada
Nostalgia vaga de algún beso desandado
De una promesa rota en una madrugada
De tus manos las caricias regateadas
Es el bagaje de recuerdos no evocados
Lo que rememoro es un presente constante
Navego remando a la sombra de un manzano
En este hoy perpetuo sin un mañana ni un antes.
Estoy goteando mi único descascarado ideario
Desde la pluma eximia de una florida gitana
Cuando la tinta o la fatiga humana
Suspenda su escrito, seré su presidiario
Donde no hay noches como tampoco días
Y mi sentir se habrá ido con la ultima poesía.
lunes, 4 de agosto de 2008
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