Voy a contarte
el último de mis silencios
el más resonante
el de la infinita espera
allí por donde asoman sombras infantiles
deseos perdidos en suspiros mudos
no quisiera interrumpir tu sueño
ese hecho de un color escarlata
vienes desde lejos trayendo largos cansancios
no somos culpables de este desencuentro
hoy dormimos en lechos separados
alguna vez jugamos juntos a hacernos el amor
a gemir con desparpajo
pero que lejano están esos momentos
hoy solo espero que regreses en alguna madrugada
rota la oscuridad del pesimismo
dispuestos a retomar corriente arriba
ese encuentro de labios hambrientos
esos besos que se dibujan con el tiempo
ver cómo crecen nuestros laberintos
debo decirte que Borges me dejo una página en blanco
un espejo añejo que alimenté con tu silueta
un tigre de bengala al que tu fiereza supero
no se ha extinguido
vive aún entre mis heridas no cicatrizadas
espera tu mano extranjera
la de tantas noches e incontables atardeceres
cuando en tu piel redacté mis manuscritos
obra analfabeta e incipiente
resquebrajada por mi intención de poeta
de amante,
de empecinado bebedor de versos
que siente el naufragio de este anochecer
lo que iba a contarte de mi silencio
para vos era un grito que acallaste
queda el sabor de amargo de la mentira
tu sombra es la que se muda
tu presencia es la más estruendosa ausencia.
Roberto Brindisi
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