viernes, 18 de septiembre de 2009
NO RECUERDO
NO RECUERDO…
No recuerdo los sueños de anoche
Más si una efímera loca pesadilla
No recuerdo advertir tus quinqués mirándome
Ni tus manos inocentes recorriendo mi medida
No tengo constancia de tus labios besándome
Ni de tu boca avergonzada en mi presencia
Solo se me presentaba un inmenso pájaro rapaz
Que consumía un mar de versos dejados en ausencia
En las tinieblas de mi vigilia
No queda lugar para espacios virginales
Asiento que el firmamento se carboniza
En la vehemencia del milésimo infierno
Lo que da la impronta a estas cenizas
Que en la oscuridad de mi perspicacia
Me bamboleo desprotegido en la desidia de mí alucinación
Quemando mi cuerpo en las sombras de algún perdido averno.
He ardido en esa noche
Me ha sucedido entre desconocidas neblinas
Aquellas que degustan las torturas del insomnio
Las que desprecian abiertamente los colores,
Los claros, los relucientes de cada madrugada
Esas representaciones nocturnas tan vividas
Los que bañan en su calidez acromatizada
Que al acceder al sueño disipan los dolores
Me inundan prestamente los recuerdos
De las descontentos que no se repliegan
Que se parapetan detrás de las corazas
Que resisten a pie firme en aquella fortaleza
La misma construida de miedos ancestrales
La que soñaban padeciéndola aquellos de mi raza
Despierto, con los pies sobre mi alfombra,
Mi cabeza atrapada en aquellos necros desvanes
Consigo ir repatriando a la inclemente realidad
La que me impone estas horas inaugurales
Por la que se agrieta una pequeña esperanza
La de girar mi cuerpo y dar una ojeada a tu ternura
La de girar tocándote, eterna inventada en las danzas
La de girar recorriéndote dueña apaciguadora de mi locura.
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