lunes, 4 de diciembre de 2017
AUSENCIA
no sabia
pero te recibí desnuda
de huesos erguidos
de cabellos enraizados
en un tiempo de olvido
de vulva carnívora
de gritos que venían del arcón del tiempo
y tu tan ausente
tan perdida en una niebla inhumana
vi que recostabas una piel desnuda
que ya no te pertenecía
en algún incendio de demencia se estancó
hasta recalar sin vida
en un camastro de incontables nombres
con la almohada cargada de rostros femeninos
y tu solo un fantasma
un reflejo del pasado inanimado
mujer descargada de horas
con tus senos partidos por pezones
en tanto yo me visto con mi soledad de siempre
con la agudeza de mi silencio añejo
solo el reflejo de mi espejo me cuenta que estas
en mi ventanal queda adherido un llanto
en estas noches mis oídos desaparecen
por la mañana mis ojos no registraran tu estada
con las primeras luces reniego de los fantasmas
creo que escuchare que dices que me pasa
me suceden los laberintos
la claridad que me enceguece
el ruido de mis puertas sin aceite
y te responderé que en la lujuria no observe
que antes de venir olvidaste ponerte tu esencia
y no te iras
porque solo se diluyen tu ausencia muerta.
Roberto Brindisi
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