domingo, 3 de diciembre de 2017

ELLA EN OTRO SUEÑO


Olvide las tardes frescas  
me saben a horas resecas
a la agonía de un enamorado
o la tristeza de las almas laceradas
atardeceres con pájaros segmentados
que pierden su vuelo gota a gota
como un aguacero de plumas agrietadas
que perforan el aire desmembrando el tiempo
quizás fue su partida huyendo de su sombra
un contorno estampado de ilusiones vagas
sabiendo que no podría recuperar los pasos recorridos
en este atardecer solo regresan las pesadillas eternas
instantes precoces de siluetas confundidas
en mi vigilia solo cabe la memoria del olvido
se ha rasgado mi recuerdo de una infancia absurda
las púas que atraparon colibríes perdieron sus crestas
difícil tarea la de ser dioses en un olimpo vacío
con la máxima potestad de ser humanos
no dominamos la angustia de este tiempo
ni las soledades que saben a sepultura
pero aún nos queda la potestad divina
de ser creadores de un futuro esperanzado
al menos en partículas de caricias afectivas
he descubierto que hay alguien de mi mismo signo
que palpita de regreso al círculo de nuestros astros
somos un código encriptado de interrogantes
envueltos de ojos sobrios y asombrados
surcados por la espuma geométrica del porvenir
quizás ella inspire mis anocheceres silenciosos
sé que el deseo es la manecilla de un reloj vital
un reguero de palabras silenciadas
de gemidos en un lecho de arrabales turbios
tarda el bardo en despertar de su inquietud
solo es un paraje de letras desperdigadas
tomo imaginariamente el contorno de quien espero
inundando de seducción estas fronteras derrumbadas
ella llega sin anunciarse con la máxima exactitud.
Roberto Brindisi



No hay comentarios: