EN UNA LARGA NOCHE

Llegas en silencio a la medianoche
Cuando pasa en tropel invisible.
La barahúnda cristalina,
Las melodías de coplas embriagadas
En torno a tu añoranza incorpórea,
Sabiendo que el acervo te abandona
Que toda una existencia de anhelos
Se deshace en las volutas de este humo

El remanso se alborota
En torbellinos de órbitas destellantes
Templada por algo que excede el desengaño
Sin mentiras, no crees que fuera un sueño
Que tus sentidos son piedras famélicas
Donde se agotan los confusos sonidos
Exiliadas las suplicas eternas,
Quedando las lamentaciones
Identidad que constituye a los cobardes
Quienes te adulan con su prosa enferma.

Todo ocurre en una larga noche
Preservada en la memoria de este día
Tu creyendo que extendida
No has soñado, más la terca realidad
Te devuelve un presente sin pasado.

Vuelan las vanas esperanzas
Desde un tiempo pretérito
Por tu vientre de hembra fortalecida
Que con deliberado orgullo, resignada
Enalteces a la patria dilapidada
Por prohombres de dudosas andanzas

Quedas en las ventanas abiertas
Bebiéndote a borbotones la luz
Mientras en los balcones asoma la desazón
Con la última ebriedad de mujer vigorosa
Descubriendo a la ciudad que te despierta

En tanto llueven cien palomas inquietas
Que se deshacen en miradas de cristales
En tanto se despliegan, porque el universo ignora,
Sobre las gotas de luna que vienen cayendo
Dando lugar a la oscuridad de tu silencio
Ante las ultimas migajas de amor en estas horas.
Y todo ocurre en una larga noche…