viernes, 30 de enero de 2009
RECUERDOS DE LA FINITUD
Un aire pesado como vaho del infierno
Arrastró las nubes negras del atardecer
La luz se descubrió huérfana de melodía
En un cosmos de agujeros perdidos del ayer
Las carrozas fúnebres están de huelga
Paradas en espera del cortejo de cadáveres
Que a pulsada los parientes acarrean
Envueltos en un olor nauseabundos de coronas
Tardan en llegar al inmenso camposanto
Cuando ingresan, aplaudidos por difuntos,
Los pozos en la tierra se desmoronan
Alli se confunden en un abrazo la vida con la muerte
Aterra saberse reflejado en la loza del espejo
Apuran el tramite de dejarlos abandonados a su suerte.
Ya mañana alguien tomara la manija de tu féretro
Escribo, los recuerdos son el invierno de la existencia,
Son la sombra desgastada de los bordes de mis años,
Los que relataron paso a paso las heridas de mi querencia
Que son los recuerdos encerrados y olvidados
Que, sino ingratitud de enterrarlos dejando la ausencia
De esas sombras y luces mortecinas
Las mismas que me revelaron mi destino en el pasado.
Cuanto desagradecimiento tiene mi alocado porvenir
Sin consulta de ninguna especie pretende ser presente
Los meritos de ingresar en el jardín de flores arruinadas
No se consiguen en un mercado sino en lo precedente.
El viento trae noticias sobre un eclipse de putas
Nada me asombra, ni oír el lamento de mis dioses
Ni la lujuria mudada hace siglos al grisáceo paraíso
Quizás no muera el dia sino solo este moribundo
Mañana el hoy estará en la sala de terapia intensiva
Màs el ayer, el que enterramos en esta madrugada
Ese no fallece, es como un angel derrotado en el mundo
Que resucita cuando te vas sintiendo mi alma abandonada.
Un aire ligero como aliento transparente del vergel
Traslada el cielo límpido con la primera alborada
En esta larga eternidad de arquetipos enamorados
Son tus labios los que me devuelven el aliento de la nada.
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