Nací y crecí siendo atrevido
Exasperante, irritante, malparido
Camine los caminos prohibidos
Los anduve por coraje recibido.
Me plante frente a la vida
Cultivando el árbol de mi arrogancia
Con la prepotencia de un guacho
Que no pidió permiso ni distancia
Que mil heridas me fueron inferidas
Que mil batallas perdidas he contado
Que me duele el alma de tantas caídas
Pero siempre, una más me he levantado
No fue la envidia ni la codicia mi siembra
Mala madera, mala leche, te desprecio
Me odiaron y me odian los sicarios
De aquellos que creen que todo tiene precio.
La perfección me fue esquiva
La ignorancia supina compañera
Hubo más inviernos en mi vida
Que las alegres y floridas primaveras.
Varias veces comente, la vida fue generosa
Con mi tosquedad y mi rudeza
Se que mañana cuando no salga el sol
Alguien me recordara en el perfume de una rosa.
miércoles, 11 de junio de 2008
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