Corres como un río serpenteante
Atraviesas los siglos de los siglos
No llegas de la nada sino invocada
Te rinden pleitesía los fantasmas
Cortando venas e ilusiones enancadas
En el camino de agotada inocencia
Desde el principio de un inmemorial tiempo
Reinas entre nosotros roja violencia.
Te acrecientas, sin respiro, día tras día
Alimentada por tantos desquiciados
Te reproduces en cada esquina y calle
Ni un Goya ni un Guernica te bastaron
Vienes por más, por los cerros y por los valles
Con las bombas, con aviones y soldados
Gritos, sollozos, llantos, te anunciaron
Pero Dios no ha muerto ni lo mataron.
Mundo, te has tornado irracional
Cada ladrillo incierto de los violentos
Hacen que se rebelen las otras letras
Las de las victimas que te padecen
Como la amarga pluma de los poetas
Que no te invocan, te aborrecen
Porque alumbras solo la muerte
Porque a los versos no estremeces.
Aquí se enfrentan balas y versos
No pasaran ni el crimen ni los perversos
Dibujaremos el canto del trovador
Lo pintaremos no con la sangre si con amor.
lunes, 2 de junio de 2008
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