Si me preguntas, en esta hora, hija mía
Viví en mis propias pesadillas
Construí con rencores mis murallas
No se si en sueños o en verdad
Destruí espectros a base de metralla
En ese infierno de múltiples horrores
Fui un sagrado profeta de maldad
El constructor de un jardín de calaveras
En un averno que entré por los terrores
A los dictados de jinetes tenebrosos
Sembré inviernos queriendo primaveras.
Si me preguntas, en esta hora, hija mía
Mis rémoras oníricas aun perviven
Baje sin descanso los escalones del espanto
En el fondo al que llegué no había noche
Los gritos de torturas eran dulce canto
Los golpes, la humillación fue la materia
Del espíritu de venganza por el llanto
De una hermana madre vejada y negada
De la miseria, de mi oscura gente marginada
Fui agitación sangrienta en las tinieblas
Fui tantas cosas amargas que no fui nada.
Si me preguntas, en esta hora, hija mía
Que fue de la negra fortaleza derruida
Puedo explicarte con la letra de poemas
Como transmute la muerte en vida.
Si me preguntas, como ya lo has hecho
Mi respuesta nunca será muy convincente
Creo que me marco el horror siendo inocente
Esta vida nueva me la dio el Supremo por derecho.
domingo, 15 de junio de 2008
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