miércoles, 19 de agosto de 2020

SOLEDAD ENREDADA

 


Un lugar ermitaño

Desesperado por los murmullos

Requiere de mi sombra

De mi soledad

De los ruidos de tus jadeos

Que hoy no están

Como tampoco mi deseo

La indecencia de mi placer

Recorriendo esos muslos suaves

Esos senos enardecidos

Gotas de besos convulsivos

O mares de labios en delirio

Ahora solo silencio

La inmovilidad del infinito

Regresara la noche

El espejo de imágenes adormecidas

Volverás cuando te espere

Junto a las ventanas del recuerdo

Susurra nuestra infancia

Con las heridas en presente

Sabiendo que nunca han de irse

Más podemos subsanarlas

Entre caricias y desvelos

Parte un pájaro de este invierno

Sueltas las hojas despedazadas

Veo tu rostro atrevido

Borracheras de mil hastíos

En las lenguas de esta madrugada

Siempre vuelves

Siempre volvemos

Somos inagotables el mismo rio.

Roberto Brindisi