sábado, 31 de mayo de 2014

VIVIMOS


(a mi amiga D.)
Sabés,
te conozco aún sin haberte visto
puedo mirar entre la bruma
sé cómo duele el olor a rosas
los sueños argentinos sin pobreza
te sangra el alma
te lloran las heridas
las del pasado
las del presente
y esa dicotomía tan extraña
él no está pero sentirlo siempre al lado
adentro
con esa cara inocente
con el mundo por delante
despeinado por una brisa de historia
màs te percibo retoño
embarazada de esperanzas
que de pronto se transformaron en terror
en el marco de una vida clandestina
el agujero, los agujeros
la lucha por el recuerdo
la fatiga de tu cría y tus pasos lentos
los jueves son eternos
las palomas no llegan a comprender
eras tan niña para calzarte aquel pañuelo
y las lágrimas a escondidas en tu refugio
pasaron densamente los años
la vida no te hizo fácil juntar los pedacitos
pero ahí estas,
armándote
siguiendo el mandato de no rendirte
porque detrás de unos ojos que saben a cielo
de una cara pintada de tristeza
laten aún viejas esperanzas  
mas cuando acaricias el piano lo recuerdas
cuando se te humedece la vista
por tus dos pichones ya crecidos
miras las arrugas del almanaque
entre rezongos sabes que no perdimos
lo más querido sin sentido
que siempre llegaran las golondrinas
a rescatar nuestros nombres anónimos
empujando para llegar a la victoria
no sabemos si el sol volverá por el horizonte
pero a casi cuatro décadas
puedes decir que en el futuro habrá días de gloria.


Roberto Brindisi

viernes, 30 de mayo de 2014

SIGNO DE LUJURIA


En una tarde huérfana
de finales de este mes
miro las palmas de mis manos
tratando de adivinar mi infortunio
preguntándome porque aquí
en esta esquina sin sobresaltos
nunca el cielo hizo caer polvo de rosas
ni permitió que llovieran trozos de papel
no soy de preguntarme lo obvio
sino de abarcar en un abrazo la infinitud
los tramos desconocidos de la alegría
el lapso vibrante de un beso prestado
de tus labios humedecidos
intento abrir surcos en tu pelvis
derramar el alcohol de las tabernas
diferenciar tu aroma y el de las putas
las de siempre,
las inaugúrales
las que marcaron mi sexualidad
sin preguntar de dónde vengo ni adónde voy
solo aconsejarme sobre la vida
porque no hay más sabiduría que la mundana
esa que sobrevive de leer las calles
de dejar sensible mi trayecto
alumbrando todo lo posible donde pongo el pie
donde coloco mis delirios
como puedo remontar en un potrero
el barrilete simple de mis angustias
cruzar descuidadamente el paso nivel
llegar hasta el patio de la morada
esperando que sea tu silueta la que abra
y encandilándome con un vestido de pieles
desnuda sobre el lecho amoroso
me recuerdes cuanto tiempo me aguardaste
cuantos orgasmos se extraviaron
para mirarnos largamente con signo lujurioso.


Roberto Brindisi

jueves, 29 de mayo de 2014

JARDÎN DEL INFINITO


Tiempo
minutos que se derraman
me invade la idea de mi imposibilidad
la de escribir lo que se
de borronear lo que ignoro
en el pecho siento un impacto
quizás el latido de mi corazón solitario
quizás un disparo de adentro hacia afuera
no he de garabatear versos a un cielo vacío
ni gastar tienta en intentar seducirte
solo sé que estoy paralizado
rodeado por el bullicio de la gente
me parece oír lo áspero de tu voz
que me invita a revisar la nada
a sumergirme en un mar de dudas
mientras camino hacia nuestro encuentro
sin saber cuándo será
si en la oscuridad de esta noche de mayo
si en las madrugadas amándote con locura
si en la mañana cuando las forma de tu silueta
se pierden en estas calles tan angostas
mientras a lo lejos veo el movimiento de tus nalgas
ahora el cuarto está repleto de silencio
en la multitud mi soledad resaltará
las líneas de un poema regresan a mis dedos
como pájaros que retornan en verano
escribiré una poesía erótica
subido al promontorio de tus senos
pondré la música de los gemidos de alborada
recordare las formas de mi tentación
desplegando la tersura de tu piel
sacudiendo las gotas sudorosas del deseo
me internare en mi laberinto mitológico
donde con una taurina hice el amor intensamente
tartamudeando entre los pliegues del placer
fuimos y seremos dos infantes
que buscan en los jardines del infinito
ser solo el amor entre un hombre y una mujer.

Roberto Brindisi

lunes, 26 de mayo de 2014

A LAS CUATRO DE LA TARDE


Moriré a las cuatro de la tarde
en un momento que no será tiempo
en un día de sol radiante
al que me llevaré para que alumbre
la nueva vida que he de emprender
nadando en un torrente de tinta
con las vocales como algas
no habrá juicio final
solo una mesa de bodegón tardío
andaré desnudo sin portar tanto cuerpo
solo el bolsillo donde van mis letras
cada jornada teñida de infinito
me mezclaré con algún recuerdo de los míos
no sé si me permitiré discutir conmigo
pero no será locura callar en voz alta
veré en los tejados de una poesía
andar rampante las alas del deseo
ver como remontan vuelo las ilusiones
que no fenecen nunca
que son impenetrables a toda prueba
más doblaré las palabras de mi poesía
en tanto las ramas de los eucaliptus
serán como estandartes de viejas peleas
y por un sendero estrecho
de un infinito azul teñido de inocencia
sabré que has llegado hasta mi sombra
mujer amada en un tiempo finito
alma mía en esta estación eterna
los abrazos saben a dulce esencia
más la mirada que traes desde lejos
será tan lujuriosamente mía
como lo son en estas noches porteñas
de aguaceros dibujados en la voluptuosidad
sobre las aristas de los brumas de tu tez
para amarte como nadie enseña
dejar detrás el estremecimiento agudo
cuando se aprende lo solido de tu desnudez.

Roberto Brindisi


LA ESPERA DEL AMANTE


Te espero
al borde de mi deseo
con las mangas de mi camisa
llorando en la mesa de mi cuarto
en esa espera
hay noches de suelo duro
cielos de colores purpura
agujeros en el medio de la luna
en tanto afuera
en la inmensidad de la vereda
no resuenan los tacos de tu sexo
pero yo sigo esperando
o son mis letras las que aguardan
mis versos con la desnudez como documento
quizás mis adjetivos que suelen inflamarse
al pensar en la solidez de esta ausencia
en la delicadeza de tu presencia
en el aroma del perfume de tu nombre
que sabe de mi silencio
de mi agobiante soledad sin tu mirada
pienso que ahora ingresara una luz
la misma que me alcanzara tu cuerpo
que desfragmentara tu superficie
que dejara que las llagas de mis dedos
hagan nido entorno de tus endurecidos senos
o cave una trinchera entre tus piernas
labios rosado de una vulva humedecida
miro como se proyectan las sombras
sobre la quietud del vidrio de mi espejo
en tanto se va terminando mi espera
ingresas con paso firme y decidido
dejas que caigan las ropas de tu percha
te echas concupiscente sobre mi historia
te devoras el presente de mi noche
en un abrir y cerrar de ojos
he construido mi alborada de gloria.

Roberto Brindisi


lunes, 19 de mayo de 2014

NO RENDIRSE


Tuve la dicha
de escribir que fui amado
aunque yo no lo sabia
en la plenitud de su alcance,
conocí las asperezas de mis corazas
filosas en sus partes laterales
duras en su exacto centro,
tuve el tiempo para escribir
que conocí el amor
ese al que te acercas sigiloso
que como animal salvaje
solo deja que lo acaricie el apropiado
el que lo merece
el andariego de distintas vidas
el trasnochado pensador de los ocasos
el don juan de las veredas cojas
el embriagado de su sensualidad
el que con vocales de extenso desuso
mas consonantes enmohecidas
pudo escribir tu nombre,
pudo alzar tu transparente falda
pudo entrar en el hueco de tu vida
y tomarte de la mano delgada
en medio de besos dibujados de rojo
como la sangre de las venas
como el tono de aquellas rosas
como un ocaso en el mediterráneo
en el borde de don juan de la arena
aguas renovadas de las playas de Gijón
que esperan que tauro este de vuelta
que haga el amor entre sus médanos
que embarace a la luna de vergüenza
una vez destruido el vacío cielo
montado en el galope de las estrellas
rasgando el horizonte entre gemidos
seguro ira la asturiana
a regalarle el brillo de sus ojos verdes
con el sonido de su amante a cuestas
a decir, aquí estoy, no me he rendido!
Roberto Brindisi


lunes, 5 de mayo de 2014

ABAJO HAY SUEÑOS


Ahí
debajo
donde el viento sopla con fuerza
existe la aridez del silencio
que me recuerda a las batallas de juventud
esas tempranas
tan aguerridas
tan sensuales
con tanta esquirlas en los cuerpos
cuando la superficie era continente
y las granadas una fruta colorida
que estallaban como miel entre tus dientes
soñando con mañanas igualitarias
eramos la dinamita que atemoriza
al poder , verbo de parias delincuentes
más en tus besos la gloria se eterniza.
Ahí
justo a la vuelta del pasado
en este presente incomodo
se debate mi existencia anhelante
deseoso de ver parir la carne
denigrada en los escritos de otros poetas
que desean pensar que el amor es invisible
nunca portado por estos seres vivos
operación a la que quiere someterme
el dueño de este orbe desquiciado
mas como fuera que amara
que me deshiciera en la lujuria de una noche
siempre la materia con movimiento
tan dialéctica, ella tan oportunista yo
que cuando miro al país de mis deseos
están mis vanidades cargando con auroras
y me vuelvo guerrilla en la vigilia
tomando por asalto el monte de tus senos
explorarè la sierra maestra de mi fantasía
serán estas noches en nuestra santa clara
triunfos de solitarios que ansían ver la lluvia
con ese ejército rebelde apasionado
descanso ahora a la sombra de tus pupilas
siento cuando las lágrimas riegan mi jardín
es que en este sur inmenso
encontré el sentido de bardo enamorado.

Roberto Brindisi


NECESIDAD


Necesito
dos instantes de soledad
para desequilibrar al bullicio
sumergirme en la nostalgia
para cerrar el telón al presente
me basta con cinco minutos de recuerdos
para que crezca la muralla hacia el futuro
no necesito tantas cosas
para ser prestamente infeliz
para negarme a las cosas buenas
a las bellas de esta vida
que se me ocurre es un inmenso milagro
es un enorme océano con su diversidad
pero hasta el inmenso mar
en algún lado
o en un día cualquiera ha de tener fin.
Solo necesito
una hoja que se encuentre disponible
un papel que me entregue su blancura
ahí he de escribir mi poesía
las de los pájaros sin alas
la de las nubes invisibles
la de los arboles caídos
la del amor que se muere de ganas
pero no se atreve a salir
solo se asoma por la tarde
a eso de las seis y diez
cuando una vecina baldea la vereda
más cuando pasan unas horas
el amor se viste de sexo
encarnando en un a mujer
que cruza atrevida las sombras
dejando caer unos suspiros
le urge que le desgarren la ropa
que el tiempo pase como lo imagina
verse caída en la luz de un espejo
la hembra se decide a levantar su esperanza
quizás no sea un encuentro cualquiera
porque desvestida de tanta lujuria
quizás esos ojos hayan reparado en su desnudo
siente que la geometría le pide un punto
y por ese amor a flor de piel
dejaría el silencio como un inservible escudo.


Roberto Brindisi

MOMENTO DEL DOLOR


En este momento
tengo los años precisos
gastados en un largo camino
donde las rosas aprendieron
a crecer en el centro de mi desierto
invente oasis de la nada
incendie cinco segundo de sueños
supe armarme de paciencia
para atrapar a la dama prometida
y aunque nadie me creyera
derrame en la pira bautismal
los destrozos de lo que es mi esencia.
A un costado del paso de mi niñez
veo que fue mucho el desaliento
que no fue la edad dorada
que mis amigos dicen que recuerdan
desde teñir de rojo intenso
las ropas de mi tibia inocencia
dejar grabado en mis oídos
frases disparadas sin anestesia
en una calle de polvo levantado
en el centro de una memoria inaugurada
deje de mirar con asombro a los pájaros
en una mañana de mayo nunca olvidado.
En este instante presente
no es el tiempo el que más cuenta
son los sonidos ruidosos de este mutismo
o el silencio de esta soledad arisca
que deja una sensación de tierra arrasada
es la desconsolada fortuna de encontrar
entre los delgados dedos de tus manos
las que me prodigan el remedio
a la oscuridad de mis más considerados amores
los que se emparentan con las pesadillas
de papeles arrugados sin escritura
es el poema final al primero de los dolores.

Roberto Brindisi


sábado, 3 de mayo de 2014

NO SOY CULPABLE


No siento culpa
de que la poesía que escribo
hable de los que no es ni será
si hablarà de lo que es significaría
que alguien no vino cuando correspondía
pero  pregunto,porque estas reflexiones
como si hubiera pasado la noche
con una espada filosa en la mano
en la sombra del agua del día.
Soy culpable de algún apuro
de varias de las urgencias
responsable de no acertar adonde ir
de no recordar a quien amo
de olvidar si alguna vez lo hice
sé que me corresponde sola una sed
una avidez de tener un instante propio
de un verdadero encuentro con alguien
con algo portador de cierta sangre
circulando por claras venas
de unas piernas que al abrirse
puedo adivinar el cielo entre el pubis
entender de ríos antiguos
con bordes como los de esa vagina
que humedecida traga mi verso mayor
ese escrito con el lápiz más afilado
estilizado entre los dientes de una ninfa
que siempre soñó con inspirar algún amor.
No soy culpable de ser un atrevido
de pensar que puedo navegar libremente
entre los flujos de tu cuerpo
entre los gritos sordos de tu boca
entre el mutismo de tus gemidos
que puedo detener el tiempo
hacer nido en lo redondo de tu ombligo
ni de plantar mis sustantivos
en el borde oscuro de su mirada
en verdad lo que me ocurra
sera a muy pocas personas que les importe
por eso morderé tu lengua
dejare sangrar la punta de tus pezones
sabiendo que no están real
pero te imagino hembra hecha y derecha
para que el vivir te tenga entre mis razones.


Roberto Brindisi