Creo que a veces sueño
en otras pienso que
estoy despierto
creo que voy
siendo entre vigilias
entre el sudor de la realidad
ando debajo del
sobaco
de los restos de
la última pesadilla
de ese terror
difuso
de violencia,
muerte y exilio
en esa primavera
de hojas caídas
en esos cielos de
ojos partidos
nubes que sueltan
lágrimas de sangre
y aquí en la
tierra
esperan con
tristeza los vencidos.
Por momentos ansío
la nada
esa que me habla
de lenguas resecas
de paisajes silenciosamente
desérticos
de sed que nunca
se sacia
mientras retornan
arrepentidas las mañanas
las que
atestiguan sobre noches incineradas
de centímetros de
piel sexuada
de pies que
caminan sobre sombras
o siluetas
despegadas de los reflejos
de antiguos retratos
excitantes
sé que fatigue
esa superficie
porque me lo
cuentan los múltiples espejos.
De allí que estamos
despierto
dentro de un
sueño gigante
convencidos que tanto
nos amamos
que detuvimos los
arroyos en su desborde
plantamos los
vocablos más preciados
y en un ángulo
del extenso jardín
Adán y Eva son
bruma en rebelión
son las astillas
de tu exaltación
hoy no hay
temores en la mirada
solo el polvo de
una rosa roja como un beso
que se escurre de
tu boca como una maldición
en la inquietud
de dos almas enamoradas.
Roberto Brindisi