miércoles, 30 de noviembre de 2011

TIEMPO Y POETA

El tiempo,


Mi abstracta y eterna testarudez,

El tiempo es esa mancha

Que se presenta en el abismo de la vida,

Es un inmenso lienzo despintado,

Es un cúmulo de pestañas de mujer,

Es la memoria de mis alegres decepciones,

También lo que calla tu mirada perdida.

El tiempo

Gobierna mi eterna anarquía,

Con un cielo de leones enjaulados,

Y frente a la locura de mi ventana

Veo la calle de las faldas enajenadas,

Por donde tu cuerpo suele andar

Sin saber la hora de asomarme,

Sin minutos en la aguja de mi reloj

Que no te recuerden,

Que no se sumerjan en la noche anterior,

Espiando como pueden conjugar

Tiempo, espacio y sensualidad

En los juegos de un silencio superior.

El tiempo,

Me acompaña desde antes de ser parido,

Sabe que hemos dejado asuntos pendientes,

Sin que ninguno de los dos reclame,

Así ha sido,

Así es y será,

Como agujas de ceras inclinadas

Promiscuamente por el viento,

Cuando me pongo a pensar y a sentir

Lo cual no siempre es tristeza abandonada.

El tiempo,

Venerable sepulturero,

Pero permisivo componedor

De mis momentos más felices,

Los de múltiples auroras,

Especiales,

Arrasadoras,

De columpios circulares,

O de cometas con tus ojos como cola,

Y tus poros disponiendo el hilo del remonte

Hacia la cavidad celestial azulada,

Donde ingreso sin permiso,

Solo expulsado en el cenit de la petite mort,

Vale bien un túnel de rosas,

El concierto de tu voz apagada en madrugada

Tiempo

Me has enseñado que buscamos siempre el absoluto

Y no encontramos sino cosas,

Me alegra tanto haberlo hecho con el amor

Dejando la vacía plenitud de disoluto.

Tiempo,

¿Quien se llevara a quien?

martes, 29 de noviembre de 2011

HAY DIAS...


Durante mucho tiempo


No tuve puerto en que anclar

Ni rejón que fondear,

Había largas callejas

De tristes borracheras bordo,

Con hojas volando de un lado a otro

Sin que yo atinara a expresar

Con los verbos del silencio

Los días de soledad de sueños rotos.



Hubo días

En que atraque con astros vencidos,

Con planetas de venas agujereadas,

Con la miseria de lunas entregadas

Al mejor postor,

Al peor de los enemigos,

Quedándome la sombra como cómplice

Llegando hasta algún hostal

A hurtadillas, sin testigos.



En ese tiempo,

Del calendario premariano,

Supe lo que era vagar por un poco de afecto,

Entre perfume barato

Que se mezclaba con mi olor a alcohol,

Supe de que van las cosas

Cuando tu embarcación sabe a hostil,

Cuando las velas no se alzan

Y todo huele a muerte prematura

En los arrabales de Beijing.



Pero siempre hay un lugar,

Alguno en el que buscar,

Trabajosamente me dijo la gitana

Pero esta es la comarca,

Adentro de esta ciudad cuasi apagada

Más de luces majestuosas,

Allí la veras a la gata de metal,

De un solo navío,

El que va y luego se quema,

La que se entrega apasionada,

Sin pedir nada a cambio

Solo un largo beso ante el espejo,

Desnudos sobre una alfombra persa,

Aprisionándose las manos

Viendo como se elevan las gaviotas de sus senos,

Como dejas en sus manos el timón

Y escribes los versos más cercanos

A la aparente razón de la sinrazón.



Ella esta presente

Mientras vuelas en un poema…

lunes, 28 de noviembre de 2011

ALGUNA VEZ

Alguna vez


Podré saber si la poesía

Es el mundo visto desde la lengua,

Alguna vez quizás tenga la gracia

De dibujar las letras al revés

Con la seguridad que entiendas

Que cuando hablo con ojos de silencio

Es porque se han agotado

Los baldones en mis tiendas.



Alguna vez

Tendré que rendir cuentas

Por tantos fracasos disfrazados con excusas,

Hacerlo cuando los tenderos de mi ciudad

Dejen de observar lo fútil,

Mirando el paso fino de las hembras,

Esas con tacones rojos,

Con relojes que se detienen ante su aroma,

Pegados a la piel que es la mitad del mapa

De esta loca buenos aires,

Bohemia,

Enloquecida,

Politizada,

De niños con la piel agujereada.



Alguna vez

Juro me detendré a reclamar

El espacio de cafetín que me pertenece,

Por curioso y travieso,

Por tocar los timbres de tanta muchacha

En plena primavera,

Esas que no se conforman

Con un piropo y algún beso.



Alguna vez

Me despojare de los pliegos

De trajinado guerrillero desarmado,

El que no se rindió,

El que espera encontrar siempre acuarelas

Que pinten la historia no tan de negro y rojo,

Pero que ama a sus amigos por arrojo

Tomándose un café en la esquina de Varela.



Alguna vez

Dejare de pedir tanto

Y entregaré los versos a esta mujer,

Los que escribí sin prisa ni pausa

Y los que aun conservo en mis espejos,

Mientras ella me ayuda a recorrer este laberinto

Tan convulsionado en ocasiones

Más muchas veces apaciguado por su entrega

Cuando todo me parece igual

Cuando ella lo hace distinto.



Alguna vez…

domingo, 27 de noviembre de 2011

UN TAJO EN LA NADA

Un tajo


Abriendo la más absurda nada,

Ni siquiera un llanto,

Ni sangre limpiando la vereda,

Solo ese tajo,

Grotesco,

Ridículo,

Empapado de tiempo ido,

Pregunto inocente

Que es lo que hemos conseguido?

Me dices

Que no todo se mide por lo resuelto

Que muchas veces vale el deseo

Sin consecuencias

O con las que de él florezcan,

Puede que me persuada

A creer que el arrojo

Sea más corriente que los oscuros ríos

Que agotamos en estas alboradas.

Es difícil decidir

Si zurcimos el tiempo escapado

O nos prodigamos en este actual

Donde tu mano me recorre

Y yo me transformo en un bardo evaporado.

Ahora que ha fenecido el tiempo

Transformándose en un espacio fisurado,

Ahora que todo sucede

En el mismo reservado reducto

Donde perdemos reiteradamente la inocencia,

Es en este momento o lugar

Que me miro en el espejo de esencia.

No fue ayer,

Porque las noches de antaño

Solo las evoco en tu piel,

En el aroma que sabe a poesía,

Que escribí sorbo a sorbo con mi lengua

En las estepas de tu cuerpo en ignición,

Cuando todo nace y solo la nada fenecía.

Comprendí

Que han desertado las horas,

Que he acumulado todos los minutos,

Que no quedan segundos sin tu mirada,

En un país de fronteras en movimiento,

Cuando con el último suspiro

Creo recrear un inusitado olimpo,

Donde escapo en tu búsqueda en do mayor,

Entre tanta puñalada invisible,

Que no llegan a partir la noche,

Al menos no esta que cree en tu merecido honor.

Baja la mano

Y el tajo aun esta…

MUJER DE LAS VIGILIAS

Cuando agoniza el sol


Nunca recuerdo los nombres

De quienes miraron su final,

Solo repaso aquella lágrima

De una mujer enamorada

Cuando vio brotar la luna

En los pliegues de un cielo nublado,

Pintado en la cúpula de un bar perdido

Allá por caminito, antes del descampado.



Hoy es domingo

En las lomas de este cementerio,

Donde enterré angustias y pesares

Sabiendo que los cuervos caen fulminados

Ante la alegría de un nuevo carnaval,

Fenecen al sacarle espinas al sexo

O intentar colgar alas en el silencio

Tan devastador como suelen ser los misterios

Que nunca son develados.



Así planeo ahogarme

En tu boca de sumisa vestal,

Entre las enaguas de tiempos pretéritos,

En la misma catedral de tu pubis dorado,

En el campanario mudo de tus senos,

Así tus aguas regarán mis flores

O expulsarán mis miedos

Que de tan antiguos dilapidaron sus olores.



Hoy creo que es domingo

Teniendo todo el sábado para recrearme,

Agotarme en las fuentes primarias de la vida,

En algún lugar en el que me implores

Que sea quien escriba sobre tu espacio

Los momentos de amor y sensualidad,

Pero con un tiempo suspendido o tan despacio

Que borre enteramente todos los dolores.



En este juego hay cosas

Como almanaques que se calcinan,

Uno a uno sin más tregua

Que los torrentes de saliva,

Discípulos en cuanto aprieto se presente,

En este atardecer dadivoso

Para tanta tentación, dicen que indecente,

Mas yo creo que en la vigilia

No he de cavar mi propio foso.



Y ahora que

Descubrí que no es domingo

Empiezo a alegrarme por perderme

Entre siete días carceleros

Que me exigían repetir hasta la lasitud

Los instantes de susurros penitentes,

El labio que roza el cuello

La mano que intima con gratitud

Solo saberte a mi lado

Mujer del amor más bello.

domingo, 13 de noviembre de 2011

TE VEO MUJER

Te veo mujer


Recortada en el horizonte brumoso,

Te veo y no estas

Vestida con harapos de soledad,

Te veo partir invisible

Como las promesas que te hice,

Las que me hiciste,

Las que escribimos juntos

Al finalizar el trecho que lleva a la oscuridad.

Te veo mujer

Con mis ojos desconocidos,

Los que ven en un atardecer de primavera,

En una esquina de desbordes en su vereda,

En una cuesta empinada cerro abajo,

Te veo y en mi mirada

Se apagaron las lunas llenas verdaderas.

Te veo mujer

Como te observe recostada,

Con las piernas delgadas extendidas,

Con los labios sedientos entreabiertos,

Con los pezones de rigidez indebida,

Con las aguas cristalinas de tus vocales,

Y las gotas de amor en desconcierto.

Te veo mujer,

Repito una y otra vez

A pesar de mi ceguera,

Transitar la tangente de mi piel,

Consumir los oasis de mis mentiras,

Reposar en las arenas de mis verdades,

Cabalgar el dromedario de mi inocencia

Ver partirse al sol en dos mitades,

Una de un fulgor arrasador anaranjado

Y la otra de una palidez que remite a mi esencia.

Te veo mujer,

Te sigo viendo,

Porque permanece el deseo,

El invertebrado apetito por tu cadencia,

Con la sonrisa de pájaros en bandada,

Tan blancos e inmaculados en su indecencia,

Que ha incendiado el prado,

El compuesto por estrofas y poemas,

El que fue bárbaro en los confines de occidente

Como salvaje en la aridez de tantas noches

En la que alce tu nombre mil veces como lema.

Te veo mujer,

A veces hembra,

En los espejos del palacio de mi cuarto,

En la misma posición de exquisita sensualidad

Con la que parecieras rezar a tantos santos,

Cuando ninguno aparece en estos pasadizos,

Los del tiempo presente,

Los de las horas tórridas,

La de la memoria invocada,

Devastadora,

Entre las llamaradas de un amor urgente.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

ESOS ARBOLES

A ese árbol


Le duelen los huesos,

Se nota porque ya no tiene hojas,

Solo algún pájaro malherido

Se parapeta en las pobres ramas,

A ese árbol

No hay que talarlo,

Sino ayudarle a que vuelva a volar,

A irse tras los nidos,

Cantar con los gorriones,

Teñirse nuevamente cual mariposa.

A ese árbol

Se lo puede salvar

Como vos me salvaste a mí,

Rosa tras rosa,

Que sin ser árbol es planta,

A veces pacifica,

Otras venenosas.

A ese árbol

Hay que ayudarle a vivir,

No una sola

Sino millones de cosas,

A tomar los diente por cuchillo,

A cremar los sueños

O las vigilias de chiquilinas mozas.

A ese árbol

Lo invente en mi cuaderno,

En las tardes de otoño,

Cuando el frío desbordaba

Al mendigo sempiterno,

De Constitución

O de Retiro,

De alguna estación

De trenes que llegan retrasados

A donde llego Evita en algún siglo pasado.

A ese árbol

Que nunca fue ombú ni quiso serlo,

Le basta con respirar,

Con sonreír como solo el lo hace,

Con el hambre de justicia saciada,

Con los muñones que por mano le dejaron,

Aunque desde el 25 de Néstor de 2003

En esa plaza clamorosa,

Llena de pueblo pobre,

Llena de árboles humanos,

La patria se ha puesto tan hermosa

Que mi árbol ya no cuenta dedos

Sino otros árboles

Que hablando pueden decirse: hermano!

A esos árboles

Mi gloria…