Alguna vez
Podré saber si la poesía
Es el mundo visto desde la lengua,
Alguna vez quizás tenga la gracia
De dibujar las letras al revés
Con la seguridad que entiendas
Que cuando hablo con ojos de silencio
Es porque se han agotado
Los baldones en mis tiendas.
Alguna vez
Tendré que rendir cuentas
Por tantos fracasos disfrazados con excusas,
Hacerlo cuando los tenderos de mi ciudad
Dejen de observar lo fútil,
Mirando el paso fino de las hembras,
Esas con tacones rojos,
Con relojes que se detienen ante su aroma,
Pegados a la piel que es la mitad del mapa
De esta loca buenos aires,
Bohemia,
Enloquecida,
Politizada,
De niños con la piel agujereada.
Alguna vez
Juro me detendré a reclamar
El espacio de cafetín que me pertenece,
Por curioso y travieso,
Por tocar los timbres de tanta muchacha
En plena primavera,
Esas que no se conforman
Con un piropo y algún beso.
Alguna vez
Me despojare de los pliegos
De trajinado guerrillero desarmado,
El que no se rindió,
El que espera encontrar siempre acuarelas
Que pinten la historia no tan de negro y rojo,
Pero que ama a sus amigos por arrojo
Tomándose un café en la esquina de Varela.
Alguna vez
Dejare de pedir tanto
Y entregaré los versos a esta mujer,
Los que escribí sin prisa ni pausa
Y los que aun conservo en mis espejos,
Mientras ella me ayuda a recorrer este laberinto
Tan convulsionado en ocasiones
Más muchas veces apaciguado por su entrega
Cuando todo me parece igual
Cuando ella lo hace distinto.
Alguna vez…
lunes, 28 de noviembre de 2011
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