Ese que cruza la calle
Solía ser yo,
Claro que nunca por la esquina
Más bien en diagonal,
Trasgrediendo,
Poniendo en peligro mi integridad.
Difícil de entender
Porque uno abandona un cuerpo
Y decide transitar en palabras
Las bondades de los contornos,
Buscando el justo centro,
Manando el agua de los vertederos,
Esos de las plazas,
Esos a punto de oxidarse,
Esos a los que hay que arrancarles las gotas,
Como cuando entero
Lamía el sudor de tu espalda,
Sin calmar nunca mí sed
Viviendo como lo hacen las gaviotas.
Difícil decisión la de mantenerse,
La de no quebrarse,
La de enterrar las penas
Sin que vuelvan a florecer
No solo en los tristes atardeceres
Sino además en algún amanecer.
En este tiempo
De relojes sin horas,
Ni manecillas ni números,
A veces se extraña la insensatez,
La falta de cordura por correr
Metafóricamente detrás de un amor,
Sin llegar a entender
Que nunca seremos los primeros,
Quizás con suerte los anteúltimos,
Porque nunca digo que de esta agua no he de beber.
Decía que ese que se sienta
Sobre mi inmaterialidad
Recuperando mi corporalidad
Ese también suelo ser yo,
Y cuando esto pasa debo llevarme
Hasta cada baldosa de mi pieza,
Ayudarme a quitarme la ropa,
Recostar mi cuerpo en la cama,
Destender la sabana de tu piel,
Acomodarme en tu regazo,
Sabiendo que te quiero y que me amas.
Así que amigo
Habitarme más de un rato
Me sabe a muy aburrido,
Por lo que deshago sin deshacer
Las uniones del tejido
Tomo el te en “Las Violetas”
Y me doy por bien vivido…
No suelo dejar propinas
Más que servilletas de papel
Cosa en verdad muy mezquina.
viernes, 28 de octubre de 2011
DE LETRAS Y PALABRAS
Pocas letras
Me conforman,
Me dibujan,
Por dentro y por fuera,
Como soledad,
Vacío,
Silencio,
Demencia,
Sombras difusas,
Balcones con plantas de malvones,
Veredas con formas de mujeres,
Insaciabilidad,
Éxtasis,
Noches plagadas de descontrol,
Las enumero desordenadamente
Pensando en volcarlas
En algún novedoso diccionario,
Porteño, reo, avivado,
Como un niño al que le roban
Su único caramelo
Y solo le queda llorar desconsolado.
Unas pocas palabras
Que son mi centro
En el arrabal del idioma,
Como en la otredad de un pastizal,
O en el fuego que consume
El deseo en horas tempranas,
Cuando aun en “La Paz”
No apure los últimos vasos de ginebra,
Ni leí los titulares de diarios viejos,
Ni conté cuantas monedas
Tirare hoy contra el espejo.
Unas pocas palabras,
Unas pocas imágenes
Me alcanzan para planear un poema
Que hablen de playas,
De medanos,
De arena,
De sexo,
De senos turgentes,
Son esos poemas urgentes,
Esos que no ven barcos que naufragan
En la sequedad de mi calle corrientes
Siempre atiborrada de desconocida gente
Las que me abandonan
Al llegar hasta mi cuarto
De persianas despintadas
En la que tu sombra me aguarda
Para saber que es de mi puta vida
Después de tantas madrugadas.
Y te cuento…
Pero solo es una fantasía
La de haber partido
Sin concluir mi ultima poesía.
Me conforman,
Me dibujan,
Por dentro y por fuera,
Como soledad,
Vacío,
Silencio,
Demencia,
Sombras difusas,
Balcones con plantas de malvones,
Veredas con formas de mujeres,
Insaciabilidad,
Éxtasis,
Noches plagadas de descontrol,
Las enumero desordenadamente
Pensando en volcarlas
En algún novedoso diccionario,
Porteño, reo, avivado,
Como un niño al que le roban
Su único caramelo
Y solo le queda llorar desconsolado.
Unas pocas palabras
Que son mi centro
En el arrabal del idioma,
Como en la otredad de un pastizal,
O en el fuego que consume
El deseo en horas tempranas,
Cuando aun en “La Paz”
No apure los últimos vasos de ginebra,
Ni leí los titulares de diarios viejos,
Ni conté cuantas monedas
Tirare hoy contra el espejo.
Unas pocas palabras,
Unas pocas imágenes
Me alcanzan para planear un poema
Que hablen de playas,
De medanos,
De arena,
De sexo,
De senos turgentes,
Son esos poemas urgentes,
Esos que no ven barcos que naufragan
En la sequedad de mi calle corrientes
Siempre atiborrada de desconocida gente
Las que me abandonan
Al llegar hasta mi cuarto
De persianas despintadas
En la que tu sombra me aguarda
Para saber que es de mi puta vida
Después de tantas madrugadas.
Y te cuento…
Pero solo es una fantasía
La de haber partido
Sin concluir mi ultima poesía.
miércoles, 26 de octubre de 2011
TENGO MOMENTOS
Tengo momentos
En que me gana el desconcierto,
Momentos sueltos,
Esos vagabundos inevitables,
Que me carcomen las certezas
Que no paran de levantar las vías
De los viejos tranvías urbanos,
Que conocedores de mi pereza
Se atreven a desnudar mis letras,
Viendo al trasluz algunas estrofas,
Escandalizándose por alguna noche de sexo,
Vaya suerte tener esos instantes!
Y tengo la certidumbre
Que tengo muchos,
Lo que me permitió conocer
Cuantos difuntos existen sin enterrar,
Que andan por el mundo sonriendo,
Sin su partida de fallecimiento extendida,
Sin haberla retirado,
Fenecidos portando la ignorancia
De apercibirse que deambular
No es de lo que se trata la vida.
Tengo lapsos
Como sucede con los recuerdos,
Que se ajean
Pareciéndome enteros,
Que me caminan como insectos
En la escasez de mi soledad
Que huyen cuando escribo
O mueren sobre el papel impreso
En esas noches preñadas de humedad.
Últimamente amo más,
Deseo más a mi mujer,
Veo la entrega mutua,
No dejo de mirar sus formas,
Ni de encantarme su sonrisa,
Pero siento el hastío de la repetición
En nombre de la poesía,
De la que hago uso de sus partes,
De las partes del universo
Para hablar de amores platónicos
O desgarradores
Bueno es a veces
Que mi mente se llene de interrogantes,
Que enderecen mi mano
Hacia otras cosas,
Más cotidianas,
O más obsesivas,
O mas reprimidas,
Mas que concuerden con mi realidad
Porque al falsear
Me aborrezco en la mentira.
Niego el tiempo
Reconociéndole su importancia,
Como denostó algunas cosas
Agradeciéndole lo que me inspira.
Soy la contradicción más plena
Y lo soy por estar vivo.
En que me gana el desconcierto,
Momentos sueltos,
Esos vagabundos inevitables,
Que me carcomen las certezas
Que no paran de levantar las vías
De los viejos tranvías urbanos,
Que conocedores de mi pereza
Se atreven a desnudar mis letras,
Viendo al trasluz algunas estrofas,
Escandalizándose por alguna noche de sexo,
Vaya suerte tener esos instantes!
Y tengo la certidumbre
Que tengo muchos,
Lo que me permitió conocer
Cuantos difuntos existen sin enterrar,
Que andan por el mundo sonriendo,
Sin su partida de fallecimiento extendida,
Sin haberla retirado,
Fenecidos portando la ignorancia
De apercibirse que deambular
No es de lo que se trata la vida.
Tengo lapsos
Como sucede con los recuerdos,
Que se ajean
Pareciéndome enteros,
Que me caminan como insectos
En la escasez de mi soledad
Que huyen cuando escribo
O mueren sobre el papel impreso
En esas noches preñadas de humedad.
Últimamente amo más,
Deseo más a mi mujer,
Veo la entrega mutua,
No dejo de mirar sus formas,
Ni de encantarme su sonrisa,
Pero siento el hastío de la repetición
En nombre de la poesía,
De la que hago uso de sus partes,
De las partes del universo
Para hablar de amores platónicos
O desgarradores
Bueno es a veces
Que mi mente se llene de interrogantes,
Que enderecen mi mano
Hacia otras cosas,
Más cotidianas,
O más obsesivas,
O mas reprimidas,
Mas que concuerden con mi realidad
Porque al falsear
Me aborrezco en la mentira.
Niego el tiempo
Reconociéndole su importancia,
Como denostó algunas cosas
Agradeciéndole lo que me inspira.
Soy la contradicción más plena
Y lo soy por estar vivo.
HOY HE DECIDIDO...
Hoy
He decidido
Partir el día por su justa mitad,
Sin noches lujuriosas
Ni mañanas esperanzadoras,
He decidido
Quemar los libros
Conservando su contenido,
Regalar mis deseos de este momento
Porque ahora no lo uso,
El usado ya lo esta
Y el que he de usar nunca se entrega.
Hoy mis versos son en diagonal
En la búsqueda de hojas amarillas,
Esas en la que los bardos desparraman letras
O donde caen las migas del pan,
En esas parrillas de carne y vino
Con compañeros de la ebriedad
Cuando los dioses pierden su destino.
Hoy,
Solo en este instante,
Rasgo el vestido de la jornada
De par en par,
Y por su rasgadura
Veo andar la vida acompañando a la muerte
Tan trajinado su destiempo
Como entregadas o perdidas sus deshonras,
Las que a la luz del candil
Es vida por presencia
O muerte por ausencia.
Hoy
Daré la última puntada
A un amor que empezó muerto,
Pero confieso que por cierto
El que hoy porto,
Viene de cuna asturiana
Son de esos amores que no se espera nada
Más se recibe todo.
Hoy
Que ando con buen día,
No pisoteare la sombra de un ciempiés,
No le deseare el mal a ningún colectivero
Todo lo cual me preocupa,
Porque sin terminar octubre,
Faltando para el final del año,
Vivo en un día dividido
Con la sensación de tiempo entero.
Todo esto
Justo en este veintiséis,
En el umbral de una decisión importante,
La de comprar el diario o viajar en tren.
Hoy
Cuando había decidido
Desgarrar el día en un antes y un después…
Será en otro santiamén…
He decidido
Partir el día por su justa mitad,
Sin noches lujuriosas
Ni mañanas esperanzadoras,
He decidido
Quemar los libros
Conservando su contenido,
Regalar mis deseos de este momento
Porque ahora no lo uso,
El usado ya lo esta
Y el que he de usar nunca se entrega.
Hoy mis versos son en diagonal
En la búsqueda de hojas amarillas,
Esas en la que los bardos desparraman letras
O donde caen las migas del pan,
En esas parrillas de carne y vino
Con compañeros de la ebriedad
Cuando los dioses pierden su destino.
Hoy,
Solo en este instante,
Rasgo el vestido de la jornada
De par en par,
Y por su rasgadura
Veo andar la vida acompañando a la muerte
Tan trajinado su destiempo
Como entregadas o perdidas sus deshonras,
Las que a la luz del candil
Es vida por presencia
O muerte por ausencia.
Hoy
Daré la última puntada
A un amor que empezó muerto,
Pero confieso que por cierto
El que hoy porto,
Viene de cuna asturiana
Son de esos amores que no se espera nada
Más se recibe todo.
Hoy
Que ando con buen día,
No pisoteare la sombra de un ciempiés,
No le deseare el mal a ningún colectivero
Todo lo cual me preocupa,
Porque sin terminar octubre,
Faltando para el final del año,
Vivo en un día dividido
Con la sensación de tiempo entero.
Todo esto
Justo en este veintiséis,
En el umbral de una decisión importante,
La de comprar el diario o viajar en tren.
Hoy
Cuando había decidido
Desgarrar el día en un antes y un después…
Será en otro santiamén…
viernes, 21 de octubre de 2011
LA VENTANA DE MIS OJOS
Cierro la ventana
Al menos un instante,
Solo un pequeño lapso,
Para que no ingrese la lluvia
Y moje los discos de vinilo
Esos que sonaban antes,
Hace tanto,
En un tocadiscos
Que se llevó mi hija.
Es bueno saber que no soy yo,
Que son ellos los ariscos.
Así suceden los días
Que garúan melancolía,
Tardes de mastines negros
Que ladran fuertemente
Para donde sopla el viento,
Anocheceres
Que consumen mi espera
Mientras mis flores se desnudan,
Hojas de calas desvestidas,
Avergonzadas de la orquídea
Que desde un viejo jarrón
Se muestra alegremente pervertida.
Esta tarde se desploma,
Es que la pared del tiempo
Tiene varios resquicios
Por donde ingresa la humedad
Y en mi mirada no hay consorcio,
Solo aguardar si soporta
Unos minutos más,
Unos segundos de humanidad
Poner allí el cuadro de Petorutti,
Quizás así la grieta aborta.
Cierro la ventana
A un otoño postrado,
Abro los ojos a una atractiva primavera,
Con nombre de mujer,
Con sentido virginal,
De tiempos inmemoriales,
De mañanas aturdidas,
Con el tacto del placer
En plenitud detrás del picaporte
Y decido vivir de 5 minutos en cinco,
A veces me acelero por 60 segundos,
Pero hago una pausa
Que me parece que fueran siglos.
Se que nada hay en este mundo
Que me llame la atención
Cuando me describes en silencio tú causa
Como si fuera mía,
Como si lo fueras,
Por eso abro mis pupilas,
Desplegando
Mis azules armonías.
Abro mis sentidos
Y solo digo:
María, únicamente mía…
jueves, 20 de octubre de 2011
SE DE ETERNIDAD...
Se que es imposible
Ascender al cielo de mi confusión,
Lugar que miente azul
Pero es la más blanca oscuridad.
Se que lo que sucede no transcurre
Que no hay rostros
Ni mascaras
Ni hambre
Ni sed
Pero tampoco sus contrarios.
Se que es posible
Que ardieran las casas,
También las cosas,
Y nadie encuentre el lugar de este siniestro.
Nada,
ni cenizas tibias,
Recuerdo que me olvide
Tal vez solo sea mi reflejo
Aunque no me de por aludido
Estoy, si, ofendido
Como sino me hubieran invitado
A una fiesta a la que no deseaba asistir.
Tengo sospechas
De que nadie organizo un festejo,
Indago de manera estéril
En busca de mi persona
Entre gente ausente en los espejos.
Igualmente
Esta sensación de caos,
De ser indemne a la finitud,
Me produce cierta aversión,
Pero por otro lado
Siento que me despojo de mi mismo,
Que no seré yo quien vea pasar los siglos,
Solo me da pena aquel poema
Que no escribiré como hubiera deseado.
Alguien me pregunta
Sino me tortura mi estilo,
Sin saber que tenía uno,
Que no he de escribir una bella poesía,
Ni siquiera alguna estrofa
Insondable mi soledad,
Rendida a mis pies descalzos
Los poros impenetrables del aislamiento
Veo deambular mi alma
Con un bolígrafo en su extremo
Solicita en forma soberana
Terminar el bosquejo de mi esqueleto
Con la escasa tinta que aun queda
Mientras me desdibujo frente a mi ventana.
lunes, 17 de octubre de 2011
NUESTRO FLACO
No sabía
Porque había nacido aquí,
Porque estas calles terrenosas,
Porque tanto pasto y las desdentadas baldosas,
Porque jugar con los juegos de la imaginación.
No sabía,
Más en algún lugar
Seguramente lo presentía.
Un día escuchando
Me regalaron la palabra patria,
No lo sentí como esos términos ajenos
Pero me pareció que no estaba presente,
Que reclamaba rescatarla de algún sitio,
Y tome los juegos
O las armas que eran similares,
Me agazape a la espera del villano,
Descreí de los uniformes hasta los del portero,
Tuvimos una santa que era pagana,
Le decíamos evita capitana.
Y pensábamos en un regreso
De un lugar de cuentos,
Puerta de hierro
A este país, merecedor de ser soberano
Basta de muerte inútil,
Fusiles guerrilleros,
Sangre joven para que vuelva el general,
Y la tragedia se llevo lo mejor.
Rodábamos de calle en calle,
Hasta que entendimos que la historia la escriben
Los desgarbados,
Los que son feos por naturaleza,
Los que por dentro son tan locos
Que esa incordura los vuelven los más bellos,
Los que parecen amagar llamarse Néstor
Pero tiene tantos nombres y muchos más rostros
Que no hay nada que contenga esa soldadesca.
Y me pierdo sin saber porque nací
En medio de un maremoto de banderas azul y blancas,
En las postrimerías de un bicentenario,
Cuando en otro octubre
La muerte creía que había ganado,
Hoy viene a rendirnos pleitesía,
Porque uno de los nuestros,
El más desgarbado, el más sabio,
La perforo sin pedirle nada a cambio,
Y aquí la pingüinera,
Los que hemos velado amaneceres,
Los curtidos en batallas inolvidables,
Los que lloramos al recordarte
Flaco loco,
Presidente nuestro,
Padre eterno como las nieves de tus cordilleras,
Sabrás seguro
Que has pasado y te quedaste con todas nuestras primaveras.
Porque había nacido aquí,
Porque estas calles terrenosas,
Porque tanto pasto y las desdentadas baldosas,
Porque jugar con los juegos de la imaginación.
No sabía,
Más en algún lugar
Seguramente lo presentía.
Un día escuchando
Me regalaron la palabra patria,
No lo sentí como esos términos ajenos
Pero me pareció que no estaba presente,
Que reclamaba rescatarla de algún sitio,
Y tome los juegos
O las armas que eran similares,
Me agazape a la espera del villano,
Descreí de los uniformes hasta los del portero,
Tuvimos una santa que era pagana,
Le decíamos evita capitana.
Y pensábamos en un regreso
De un lugar de cuentos,
Puerta de hierro
A este país, merecedor de ser soberano
Basta de muerte inútil,
Fusiles guerrilleros,
Sangre joven para que vuelva el general,
Y la tragedia se llevo lo mejor.
Rodábamos de calle en calle,
Hasta que entendimos que la historia la escriben
Los desgarbados,
Los que son feos por naturaleza,
Los que por dentro son tan locos
Que esa incordura los vuelven los más bellos,
Los que parecen amagar llamarse Néstor
Pero tiene tantos nombres y muchos más rostros
Que no hay nada que contenga esa soldadesca.
Y me pierdo sin saber porque nací
En medio de un maremoto de banderas azul y blancas,
En las postrimerías de un bicentenario,
Cuando en otro octubre
La muerte creía que había ganado,
Hoy viene a rendirnos pleitesía,
Porque uno de los nuestros,
El más desgarbado, el más sabio,
La perforo sin pedirle nada a cambio,
Y aquí la pingüinera,
Los que hemos velado amaneceres,
Los curtidos en batallas inolvidables,
Los que lloramos al recordarte
Flaco loco,
Presidente nuestro,
Padre eterno como las nieves de tus cordilleras,
Sabrás seguro
Que has pasado y te quedaste con todas nuestras primaveras.
sábado, 15 de octubre de 2011
CAMBIAR EL TIEMPO!
Anoche,
Al entrar en el sopor
De un nuevo sueño,
Pensé en hacer un nuevo otoño,
Con las hojas difuntas de ayer,
Con lo mustio de amores muertos,
Esta estación es como una oruga
Que al partir entrega primaveras
O mariposas de tiempos coloridos,
Más solo fue un pensamiento
Que se deshizo con el tiempo.
Esta mañana
Te vi desnuda como sos,
Me vi desnudo como puedo,
Tuve miedo de que barrieras el deseo,
Ese que anoche nos encendió,
Que borro lentamente el espacio
Lugar arrasado por el fuego.
Y en el doblez de mi mirada,
Con una herida a fondo,
El viento representa lo indeseado,
Lo que en la calma mueve mi mesura,
Mientras guardo en el arcòn
Tus carcajadas llenas de lujuria,
Tus provocaciones cargadas de ternura,
Sin poder capturar tú sombra
Fantasma lascivo de pasión.
De todos modos el horizonte
Siempre me remite a mi suicidio,
Se que he de matarme luego de desaparecer,
Cuando la parca no tenga posibilidad
De hacerme creer,
Que en ella hay algo de humanidad.
En tanto sigo
Buscando las palabras,
Las que te embaracen de compromiso,
Las que sorban tus senos matinales,
La que detenga tu cuerpo y lo atraviese,
Abriendo mis ojos como un dios naciente,
Que mastique tus salivas,
Levando el ancla de tus piernas
Hasta entender de entre gemidos que es lo que sientes.
Es hora de vestirme
Para salir desnudo a la vida,
De recorrer de punta a punta
Cada centímetro de tu anhelo,
Pienso en la comisura de tus labios,
En lo arrogante de absorber cada gota
De estos espirales de líquido,
Oasis sempiterno de algún infierno,
En el que descansan los hombres sabios
Eunucos de amor que solo toman nota.
Sostengo lo imposible
De mantener mucho tiempo la mirada,
Como no se contiene eternamente
La presteza vital de mí amada.
Suspiro en la vigilia
Aun no he cambiado el tiempo…
Al entrar en el sopor
De un nuevo sueño,
Pensé en hacer un nuevo otoño,
Con las hojas difuntas de ayer,
Con lo mustio de amores muertos,
Esta estación es como una oruga
Que al partir entrega primaveras
O mariposas de tiempos coloridos,
Más solo fue un pensamiento
Que se deshizo con el tiempo.
Esta mañana
Te vi desnuda como sos,
Me vi desnudo como puedo,
Tuve miedo de que barrieras el deseo,
Ese que anoche nos encendió,
Que borro lentamente el espacio
Lugar arrasado por el fuego.
Y en el doblez de mi mirada,
Con una herida a fondo,
El viento representa lo indeseado,
Lo que en la calma mueve mi mesura,
Mientras guardo en el arcòn
Tus carcajadas llenas de lujuria,
Tus provocaciones cargadas de ternura,
Sin poder capturar tú sombra
Fantasma lascivo de pasión.
De todos modos el horizonte
Siempre me remite a mi suicidio,
Se que he de matarme luego de desaparecer,
Cuando la parca no tenga posibilidad
De hacerme creer,
Que en ella hay algo de humanidad.
En tanto sigo
Buscando las palabras,
Las que te embaracen de compromiso,
Las que sorban tus senos matinales,
La que detenga tu cuerpo y lo atraviese,
Abriendo mis ojos como un dios naciente,
Que mastique tus salivas,
Levando el ancla de tus piernas
Hasta entender de entre gemidos que es lo que sientes.
Es hora de vestirme
Para salir desnudo a la vida,
De recorrer de punta a punta
Cada centímetro de tu anhelo,
Pienso en la comisura de tus labios,
En lo arrogante de absorber cada gota
De estos espirales de líquido,
Oasis sempiterno de algún infierno,
En el que descansan los hombres sabios
Eunucos de amor que solo toman nota.
Sostengo lo imposible
De mantener mucho tiempo la mirada,
Como no se contiene eternamente
La presteza vital de mí amada.
Suspiro en la vigilia
Aun no he cambiado el tiempo…
viernes, 14 de octubre de 2011
EN ESTE AMANECER
Tiemblo
En este amanecer,
Cuando las palabras que conozco
Son un festejo cayendo
Con el asombro de los pájaros.
Pienso en la vida,
Se que esta tan sola,
Que a la muerte ya no le va quedando soledad,
Le cercenan la voluntad,
La de creer en ángeles sexuados
O en la palabra que limpia los espejos
Tan simple son las cosas,
Tan compleja la oportunidad,
Que llueven paréntesis allá a lo lejos.
Vaya que mañana
La de este despertar,
Entra la brisa descarnada,
La obligación de seducir,
La neblina de mi mirada,
El no querer compartir con nadie
Mi silenciosa vacuidad.
Leí que mi mujer era una geisha,
Enteramente mía,
Pero me distraje con lo vulgar de ese lapso
Frente a la ambigüedad de tu regazo,
Donde nacen y mueren espermas
De los más variados colores,
Mientras me entregaba
A la fugaz filosofía y el barro,
En tanto las lagrimas adornan mis dolores.
Se que me recreo con las palabras,
Que me doy forma,
Que me esculpo,
Cuando no escribo soy una ausencia
El sexo y la escritura me permiten
Tener forma que se confunde con mi esencia,
Tener la dimensión donde nada tiene norma.
Mi lenguaje es
Como una mano ahuecada,
Llena de agua resecada
Que humedece el paladar,
Llegan las ondas del orgasmo
Curvas, armoniosas, calientes.
Como un ángulo recto indeseado,
Como amanece en tu cama este marasmo
En el que perduran solo los valientes.
Se que solo desnuda da sombra la flor
Imaginando la lámpara hasta encenderla
Que lumbre tiene la misma
Que no comprende que el amor
Busca la arrepentida tabla
En la que aparecemos para entenderla.
Un poema que se va
Por los bordes de mi cuaderno
Será que amarte hoy
Es tan antiguo que supera lo moderno.
Temblamos
En este amanecer,
Y no es incorrecto.
En este amanecer,
Cuando las palabras que conozco
Son un festejo cayendo
Con el asombro de los pájaros.
Pienso en la vida,
Se que esta tan sola,
Que a la muerte ya no le va quedando soledad,
Le cercenan la voluntad,
La de creer en ángeles sexuados
O en la palabra que limpia los espejos
Tan simple son las cosas,
Tan compleja la oportunidad,
Que llueven paréntesis allá a lo lejos.
Vaya que mañana
La de este despertar,
Entra la brisa descarnada,
La obligación de seducir,
La neblina de mi mirada,
El no querer compartir con nadie
Mi silenciosa vacuidad.
Leí que mi mujer era una geisha,
Enteramente mía,
Pero me distraje con lo vulgar de ese lapso
Frente a la ambigüedad de tu regazo,
Donde nacen y mueren espermas
De los más variados colores,
Mientras me entregaba
A la fugaz filosofía y el barro,
En tanto las lagrimas adornan mis dolores.
Se que me recreo con las palabras,
Que me doy forma,
Que me esculpo,
Cuando no escribo soy una ausencia
El sexo y la escritura me permiten
Tener forma que se confunde con mi esencia,
Tener la dimensión donde nada tiene norma.
Mi lenguaje es
Como una mano ahuecada,
Llena de agua resecada
Que humedece el paladar,
Llegan las ondas del orgasmo
Curvas, armoniosas, calientes.
Como un ángulo recto indeseado,
Como amanece en tu cama este marasmo
En el que perduran solo los valientes.
Se que solo desnuda da sombra la flor
Imaginando la lámpara hasta encenderla
Que lumbre tiene la misma
Que no comprende que el amor
Busca la arrepentida tabla
En la que aparecemos para entenderla.
Un poema que se va
Por los bordes de mi cuaderno
Será que amarte hoy
Es tan antiguo que supera lo moderno.
Temblamos
En este amanecer,
Y no es incorrecto.
jueves, 13 de octubre de 2011
TRAZAR LA LINEA...
Trazo una raya roja
Al comenzar la mañana,
Como una vena peligrosa,
Como un arsenal de madera,
Pliego esa línea y espero
Que renazca la primavera.
Juego muchas veces
A desalambrar las bibliotecas,
Salta un texto,
Se deshoja un libro,
Te seduzco con un capitulo,
Esgrimiendo al Márquez de Sade
Como anteúltimo pretexto.
Miro triste el horizonte
Como una línea inalcanzable,
Que me destroza la mirada,
Me destiñe escueta la retina,
Y en la ceguera innoble
Me desconsuela el pensar
No volver a ver otra madrugada.
Me pregunto que hacer,
Pienso en la insurrección,
Puedo ver si así lo quiero
La pelvis dorada de una mujer,
Los colores y las letras
De las que hasta ayer he renegado,
Los harapos de las cosas,
Mis dedos pulverizados,
Por no tenerte en esta tarde
Aprisionada en el espejo de las rosas.
Me desentiendo del tiempo
Por entera decisión inapropiada,
Creo que ver como mueren
Las grises espinas de los minutos,
El tallo resquebrajado de las horas,
El residuo del pistillo de estos días,
No me aportan nada,
Solo acrecientan mi vacío
Esa extraña soledad sin armonía.
Ya enfermo de inmortalidad,
De saberme interminable,
Sueño que en un lapso postrero,
Llega el verdor de tus ojos,
Tus labios hechiceros
Y desarman palmo a palmo
Mi inservible infinitud,
Que solo son vestigios en algún cenicero,
Reclamo el amor que me merezco,
Exijo los sentimientos nobles,
Tú presencia a mi solicitud,
Para que desnudos fundemos un enero.
Y todo sirve
Siempre que abra la mirada
Ahora en este espacio
Pinto las sombras
Y las luces de mi enamorada.
Al comenzar la mañana,
Como una vena peligrosa,
Como un arsenal de madera,
Pliego esa línea y espero
Que renazca la primavera.
Juego muchas veces
A desalambrar las bibliotecas,
Salta un texto,
Se deshoja un libro,
Te seduzco con un capitulo,
Esgrimiendo al Márquez de Sade
Como anteúltimo pretexto.
Miro triste el horizonte
Como una línea inalcanzable,
Que me destroza la mirada,
Me destiñe escueta la retina,
Y en la ceguera innoble
Me desconsuela el pensar
No volver a ver otra madrugada.
Me pregunto que hacer,
Pienso en la insurrección,
Puedo ver si así lo quiero
La pelvis dorada de una mujer,
Los colores y las letras
De las que hasta ayer he renegado,
Los harapos de las cosas,
Mis dedos pulverizados,
Por no tenerte en esta tarde
Aprisionada en el espejo de las rosas.
Me desentiendo del tiempo
Por entera decisión inapropiada,
Creo que ver como mueren
Las grises espinas de los minutos,
El tallo resquebrajado de las horas,
El residuo del pistillo de estos días,
No me aportan nada,
Solo acrecientan mi vacío
Esa extraña soledad sin armonía.
Ya enfermo de inmortalidad,
De saberme interminable,
Sueño que en un lapso postrero,
Llega el verdor de tus ojos,
Tus labios hechiceros
Y desarman palmo a palmo
Mi inservible infinitud,
Que solo son vestigios en algún cenicero,
Reclamo el amor que me merezco,
Exijo los sentimientos nobles,
Tú presencia a mi solicitud,
Para que desnudos fundemos un enero.
Y todo sirve
Siempre que abra la mirada
Ahora en este espacio
Pinto las sombras
Y las luces de mi enamorada.
lunes, 10 de octubre de 2011
OFRENDA A LA VIDA
Escribo raudamente
Para salvar el color de la lila,
Esa tonalidad casi terracota,
Vital para un daltónico como yo,
Y si paro de escribir
Morirá su aroma?
Lo tenue de mi pensamiento
Me traslada hacia lo vertical,
Allí donde moran los rosales,
Allí donde reviví todo lo que siento.
Felizmente en el jardín
Solo esta el cadáver de la rosa,
Solo permanece inalterable la sombra del jazmín.
Podría andar por este mundo
Sino creyera rota,
Partida,
Escurrida
La mitad de su mirada,
La de mi niña,
La de los domingos septembrinos,
La comparte conmigo
El parque centenario,
Las iglesias y su agua maldita,
Los santos patéticamente pintados,
Un Jesús de mentiras siempre colgado,
Donde fantaseó el amor en el confesionario,
Y entre jadeo y jadeo
Escucho y disculpo a tanto penitente
Gente de hábitos apostólicos,
Tan deplorables como hirientes
Que mejor vamos a coger a casa
Me repugnan en su fe
Los que se mofan de la verdad de los alcohólicos.
Ya no le escribo a las flores,
No se si ellas han perecido,
Ningún picapleitos me ha demandado,
Ningún señor de alcurnia o de prosapia,
Me hizo saber su enojo,
Quizás porque en el vergel
Tuvieron muy poco ojo.
No lo se,
Busco a mi Maria, a la que amo
La que me dibuja la comisura de mis labios,
La que me acompaña a oprimir al nihilismo,
La que cuando nos acostamos no le da lo mismo,
Si salvo el verde de las calas,
Si cortajeo la vestimenta de algún fraile,
Si me asomo al vértice del abismo
O si al decirle te amo lo hago como un sabio.
Así mi vida
La que perdió el tiempo,
La que renegó del espacio,
La que sin beber del mismo vino
Prefiere a su mujer despacio,
Dulcemente despacio…
Para salvar el color de la lila,
Esa tonalidad casi terracota,
Vital para un daltónico como yo,
Y si paro de escribir
Morirá su aroma?
Lo tenue de mi pensamiento
Me traslada hacia lo vertical,
Allí donde moran los rosales,
Allí donde reviví todo lo que siento.
Felizmente en el jardín
Solo esta el cadáver de la rosa,
Solo permanece inalterable la sombra del jazmín.
Podría andar por este mundo
Sino creyera rota,
Partida,
Escurrida
La mitad de su mirada,
La de mi niña,
La de los domingos septembrinos,
La comparte conmigo
El parque centenario,
Las iglesias y su agua maldita,
Los santos patéticamente pintados,
Un Jesús de mentiras siempre colgado,
Donde fantaseó el amor en el confesionario,
Y entre jadeo y jadeo
Escucho y disculpo a tanto penitente
Gente de hábitos apostólicos,
Tan deplorables como hirientes
Que mejor vamos a coger a casa
Me repugnan en su fe
Los que se mofan de la verdad de los alcohólicos.
Ya no le escribo a las flores,
No se si ellas han perecido,
Ningún picapleitos me ha demandado,
Ningún señor de alcurnia o de prosapia,
Me hizo saber su enojo,
Quizás porque en el vergel
Tuvieron muy poco ojo.
No lo se,
Busco a mi Maria, a la que amo
La que me dibuja la comisura de mis labios,
La que me acompaña a oprimir al nihilismo,
La que cuando nos acostamos no le da lo mismo,
Si salvo el verde de las calas,
Si cortajeo la vestimenta de algún fraile,
Si me asomo al vértice del abismo
O si al decirle te amo lo hago como un sabio.
Así mi vida
La que perdió el tiempo,
La que renegó del espacio,
La que sin beber del mismo vino
Prefiere a su mujer despacio,
Dulcemente despacio…
CANTO A LA IMPERFECCION...
Me dices que no es poesía,
Que mire la vereda,
Que lea el diario a la mañana,
Que me suba a la bicicleta,
Que me cuide al cruzar la calle,
Que no vaya nunca a la iglesia,
Que odie las plazas incompletas.
Me dices
Y quizás es cierto,
Pero que es la poesía?
No lo es sumar de dos en dos,
Mirar los peldaños y tu falda,
Largar los perros en mis pesadillas,
Creer que si empiezo en la ventana
No llegare a los espejos de sus senos,
O ha recorrer con mi lengua cada tramo de estas nalgas?
Me dices y me río,
Porque mi vida es del acierto al error,
Es cortar el color de los malvones,
Despintar las pupilas de esas tetas
Que sexuales también hablan de amor.
Ah, si yo pudiera
Intentar ser perfecto de toda imperfección,
Si yo supiera como lamer su sombra en el espejo,
Juro que me dedicaría tarde y noche a la plomería,
Dejaría esta manía mía
De descorchar vírgenes en el antiguo bodegón,
De pensar que una vagina es una hembra
Y me dedicaría a ser santo o patrono redentor.
Pido disculpas
A quien me lea con aviesas intenciones,
Porque las mías van en la misma dirección,
Siembro estrofas en las páginas con dureza,
A las que riego de tanto en tanto,
Y juro que de muerte algunas cosas sé,
Pero me entretiene y paraliza la pereza.
Así que he comprado libros
Que me indican al escribir la corrección,
Me cuesta empezar a leerlos,
Por mis manos solo revistas han pasado,
Que me ayudan en cada masturbación,
Me han sobrado cosas en la vida
Pero me ha faltado lo importante, la imaginación.
Ahora que ya es de noche
Cuento las ovejas para despertar,
Cierro el picaporte de mi puerta,
Miro sus piernas que se mueven,
Mis sueños que seguro la entretienen,
Parto la luna en tres vertientes,
Mientras le entrego esta poesía,
Que nació cuando mutile hoy el mediodía.
Y mi cuenta no me da,
Deberá ser que no me cierra,
Juro que blasfeme tanto de Jesucristo,
Que no seria injusto que mi poema
Aunque alado se arrastre por la tierra.
Debo rematar,
Fin.
Que mire la vereda,
Que lea el diario a la mañana,
Que me suba a la bicicleta,
Que me cuide al cruzar la calle,
Que no vaya nunca a la iglesia,
Que odie las plazas incompletas.
Me dices
Y quizás es cierto,
Pero que es la poesía?
No lo es sumar de dos en dos,
Mirar los peldaños y tu falda,
Largar los perros en mis pesadillas,
Creer que si empiezo en la ventana
No llegare a los espejos de sus senos,
O ha recorrer con mi lengua cada tramo de estas nalgas?
Me dices y me río,
Porque mi vida es del acierto al error,
Es cortar el color de los malvones,
Despintar las pupilas de esas tetas
Que sexuales también hablan de amor.
Ah, si yo pudiera
Intentar ser perfecto de toda imperfección,
Si yo supiera como lamer su sombra en el espejo,
Juro que me dedicaría tarde y noche a la plomería,
Dejaría esta manía mía
De descorchar vírgenes en el antiguo bodegón,
De pensar que una vagina es una hembra
Y me dedicaría a ser santo o patrono redentor.
Pido disculpas
A quien me lea con aviesas intenciones,
Porque las mías van en la misma dirección,
Siembro estrofas en las páginas con dureza,
A las que riego de tanto en tanto,
Y juro que de muerte algunas cosas sé,
Pero me entretiene y paraliza la pereza.
Así que he comprado libros
Que me indican al escribir la corrección,
Me cuesta empezar a leerlos,
Por mis manos solo revistas han pasado,
Que me ayudan en cada masturbación,
Me han sobrado cosas en la vida
Pero me ha faltado lo importante, la imaginación.
Ahora que ya es de noche
Cuento las ovejas para despertar,
Cierro el picaporte de mi puerta,
Miro sus piernas que se mueven,
Mis sueños que seguro la entretienen,
Parto la luna en tres vertientes,
Mientras le entrego esta poesía,
Que nació cuando mutile hoy el mediodía.
Y mi cuenta no me da,
Deberá ser que no me cierra,
Juro que blasfeme tanto de Jesucristo,
Que no seria injusto que mi poema
Aunque alado se arrastre por la tierra.
Debo rematar,
Fin.
domingo, 9 de octubre de 2011
LA VIDA INDESCIFRABLE
Recuento los años
Uno, dos, me pierdo,
Se que no me olvide de contar,
Pero que sentido tiene
Si estas a mi lado.
Mucho tiempo tuve miedo,
De ese temor vaporoso,
Que es como una enredadera,
Seguro es muchas cosas
Menos considerado hermoso.
Mi mirada se extravía
Cuando me acuesto,
Cuando intento cerrar los ojos,
Cuando siento el paso del tranvía,
El de ayer,
El que ya no corre,
Del que quedan pocas vías.
Debería escribir sobre tu piel,
Quizás sobre tu entrega,
Sobre las horas que me robas
Cuando detienes las agujas de mí tiempo,
El que de noche en noche
Eleva con palabras nuestro templo.
Debería dije,
Pero mi pluma se distrae,
Clavándose en el muro roído
De mi adultera memoria,
La que sufrió con los vocablos de hierro
De las destemplanzas del rechazo
Tantos y variados
Que me doy cuenta haber perdido el sentido.
Es de noche
Y espero,
Murmullos y mi espera,
Ninguna es la voz tuya,
Ausente, distante, perdida
En un mar de murallas aturdidas
Mi evocación desnuda
Acerca de si eras una calida narración
O el silencio presto que te torna muda.
Mi barca y mi palabra
Dos témpanos a enderezar,
No se si voy a la ensenada,
No dilucido si soy humano,
Solo la luna y el azul de tu mirada,
Podrán decirme que soy parte de la nada,
El ultimo hechicero de otro instante
O el primero de esta nueva alborada.
Y que si las gaviotas caen a pique
Y que si no salvo mi cordura,
Siempre habrá un largo espacio,
Entre los soles de los olvidos,
Entre las lunas de tanta locura,
Sigo siendo el que sobrevivió a la dictadura
Y en un rapto de madurez
Creyó que se llega lejos
A tu lado y con el paso bien despacio.
Nada me sobrevive
Nada ni yo mismo
Pero sabiendo que esto es mentira
Miro tus bellas pestañas
Y me alejo de mi egoísmo.
La vida sigue y mi pluma conmigo
La vida sigue y tu mano en la mia.
Uno, dos, me pierdo,
Se que no me olvide de contar,
Pero que sentido tiene
Si estas a mi lado.
Mucho tiempo tuve miedo,
De ese temor vaporoso,
Que es como una enredadera,
Seguro es muchas cosas
Menos considerado hermoso.
Mi mirada se extravía
Cuando me acuesto,
Cuando intento cerrar los ojos,
Cuando siento el paso del tranvía,
El de ayer,
El que ya no corre,
Del que quedan pocas vías.
Debería escribir sobre tu piel,
Quizás sobre tu entrega,
Sobre las horas que me robas
Cuando detienes las agujas de mí tiempo,
El que de noche en noche
Eleva con palabras nuestro templo.
Debería dije,
Pero mi pluma se distrae,
Clavándose en el muro roído
De mi adultera memoria,
La que sufrió con los vocablos de hierro
De las destemplanzas del rechazo
Tantos y variados
Que me doy cuenta haber perdido el sentido.
Es de noche
Y espero,
Murmullos y mi espera,
Ninguna es la voz tuya,
Ausente, distante, perdida
En un mar de murallas aturdidas
Mi evocación desnuda
Acerca de si eras una calida narración
O el silencio presto que te torna muda.
Mi barca y mi palabra
Dos témpanos a enderezar,
No se si voy a la ensenada,
No dilucido si soy humano,
Solo la luna y el azul de tu mirada,
Podrán decirme que soy parte de la nada,
El ultimo hechicero de otro instante
O el primero de esta nueva alborada.
Y que si las gaviotas caen a pique
Y que si no salvo mi cordura,
Siempre habrá un largo espacio,
Entre los soles de los olvidos,
Entre las lunas de tanta locura,
Sigo siendo el que sobrevivió a la dictadura
Y en un rapto de madurez
Creyó que se llega lejos
A tu lado y con el paso bien despacio.
Nada me sobrevive
Nada ni yo mismo
Pero sabiendo que esto es mentira
Miro tus bellas pestañas
Y me alejo de mi egoísmo.
La vida sigue y mi pluma conmigo
La vida sigue y tu mano en la mia.
miércoles, 5 de octubre de 2011
AMIGA
Te escucho
Como amigo tuyo
Que algo entiende del amor,
Porque se que has amado,
Como muchos pensamos
Que no se ha de volver a amar,
Al menos en este instante,
Cuando evocas las noches soberbias
Y esas promesas de eternidad.
Hoy te suenan a broma,
A ironía,
A un mero engaño
O simplemente
Creer para no morir,
Para evitar la soledad.
Y ahora
En la lucha con las sombras,
Con las alboradas difusas,
Con las superficies confusas,
Donde has dado todo,
Hasta lo que los años no te quitaron,
Lo que no tenias,
Peor,
Lo que ya no tienes,
Lloras unas lagrimas de dolor.
Amiga,
La mesa del café
Nos esta quedando chica,
El ruido de las tazas y las copas
Apagan tu confesión pedida
A un ateo,
O quizás creas en serio que soy un dios,
Quizás borgeano,
Más te digo,
No me devoré los monstruos
Que aun me acechan desde temprano.
Amiga mía,
Hermana de esta cofradía,
Ahora languidece tu vida,
Se fue con ese talante
Que ya no encuentras,
Lamentablemente
Que no recuerdas,
Pero creo que si decides
No podrá contigo la nostalgia,
Es tarde para andar otra vez
Acometida por una apariencia muda,
Ya no mas los amores místicos
Con caras clavadas en tu centro,
Ante el amor no vaciles ni tengas dudas.
Amiga mía,
La vida solo tiene sentido
Cuando amas
Como ahora no quieres hacerlo,
Este viejo lobo estepario
Como no habría de saberlo,
Porque yo también intente
Un rostro y un nombre
Que colorearan mi desierto,
Que me permitieran seguir buscando
Aun sin encontrar,
Que me habilitaran lo que de otra forma
Es la crueldad del hastío,
Tiempo en que nada acontece,
Solo la soledad y el frío.
Amiga, sabes?
Que dos pasos antes de mi tumba
Se ha cumplido,
Hoy tengo amor,
Después de tanto recorrido.
Tú y yo
Amiga mía,
Somos lo mismo,
Una vieja pena de desamor,
Con la alegría
De empezar en un domingo
El inocente juego del rubor.
Como amigo tuyo
Que algo entiende del amor,
Porque se que has amado,
Como muchos pensamos
Que no se ha de volver a amar,
Al menos en este instante,
Cuando evocas las noches soberbias
Y esas promesas de eternidad.
Hoy te suenan a broma,
A ironía,
A un mero engaño
O simplemente
Creer para no morir,
Para evitar la soledad.
Y ahora
En la lucha con las sombras,
Con las alboradas difusas,
Con las superficies confusas,
Donde has dado todo,
Hasta lo que los años no te quitaron,
Lo que no tenias,
Peor,
Lo que ya no tienes,
Lloras unas lagrimas de dolor.
Amiga,
La mesa del café
Nos esta quedando chica,
El ruido de las tazas y las copas
Apagan tu confesión pedida
A un ateo,
O quizás creas en serio que soy un dios,
Quizás borgeano,
Más te digo,
No me devoré los monstruos
Que aun me acechan desde temprano.
Amiga mía,
Hermana de esta cofradía,
Ahora languidece tu vida,
Se fue con ese talante
Que ya no encuentras,
Lamentablemente
Que no recuerdas,
Pero creo que si decides
No podrá contigo la nostalgia,
Es tarde para andar otra vez
Acometida por una apariencia muda,
Ya no mas los amores místicos
Con caras clavadas en tu centro,
Ante el amor no vaciles ni tengas dudas.
Amiga mía,
La vida solo tiene sentido
Cuando amas
Como ahora no quieres hacerlo,
Este viejo lobo estepario
Como no habría de saberlo,
Porque yo también intente
Un rostro y un nombre
Que colorearan mi desierto,
Que me permitieran seguir buscando
Aun sin encontrar,
Que me habilitaran lo que de otra forma
Es la crueldad del hastío,
Tiempo en que nada acontece,
Solo la soledad y el frío.
Amiga, sabes?
Que dos pasos antes de mi tumba
Se ha cumplido,
Hoy tengo amor,
Después de tanto recorrido.
Tú y yo
Amiga mía,
Somos lo mismo,
Una vieja pena de desamor,
Con la alegría
De empezar en un domingo
El inocente juego del rubor.
martes, 4 de octubre de 2011
TIEMPO PARA AMAR
Ayer fue un rostro
Que hoy ya no recuerdo,
Que no esta ni siquiera en mi memoria,
Que solo fueron líneas
Débilmente delimitadas,
Una voz irreconocible,
Las noches sin color,
Las madrugadas mentirosas,
Y ya,
Nada más,
A eso se reduce
Las emociones de ayer,
A una simple sombra,
A unos huesos que no conforman
Ni siquiera el cuerpo de una dama,
Nada,
Ni el humo del cigarro,
Ni el erotismo de la lencería
Es que el amor
Cuando se muere
No lo velan ni lo creman,
Desaparece,
Es como estaciones a la vera de la vía
Pueblo tras pueblo,
Cuerpo tras cuerpo,
Verdades que duran solo un día.
Que raro,
Todo parece un sueño
Que ni siquiera rememoro,
Tan extraño
Que me encuentre un domingo en misa,
Arrodillado,
Implorando
Entre el verde de tus ojos,
Santa Maria
Que reniegas de tu beatitud,
Que te entregas al amor con cierto enojo,
Fingido,
Como hacen las niña elegidas,
Como mujer adulta en flor,
Que alborota mi calendario de cristal
El que carece de algunas hojas,
Más con la certeza
De morir mil veces,
Por recibir tu mano en mi frente,
Adivina de mis ansiedades,
Hechicera de mis angustias,
Cuando desaparece diligente
La sensación de vacuidad,
Y canta un gallo al alba,
Un rayo de luz perfora el espejo,
Y nuestros labios vivos,
Susurrantes en ignoto idioma
Las virtudes de este lecho
Donde encontrarse y poder llegar muy lejos.
Todo es simple,
Tengo edad para soñar,
Tengo codicias en mis dedos,
Tengo papel y lápiz,
Tengo el tiempo para amar.
Que hoy ya no recuerdo,
Que no esta ni siquiera en mi memoria,
Que solo fueron líneas
Débilmente delimitadas,
Una voz irreconocible,
Las noches sin color,
Las madrugadas mentirosas,
Y ya,
Nada más,
A eso se reduce
Las emociones de ayer,
A una simple sombra,
A unos huesos que no conforman
Ni siquiera el cuerpo de una dama,
Nada,
Ni el humo del cigarro,
Ni el erotismo de la lencería
Es que el amor
Cuando se muere
No lo velan ni lo creman,
Desaparece,
Es como estaciones a la vera de la vía
Pueblo tras pueblo,
Cuerpo tras cuerpo,
Verdades que duran solo un día.
Que raro,
Todo parece un sueño
Que ni siquiera rememoro,
Tan extraño
Que me encuentre un domingo en misa,
Arrodillado,
Implorando
Entre el verde de tus ojos,
Santa Maria
Que reniegas de tu beatitud,
Que te entregas al amor con cierto enojo,
Fingido,
Como hacen las niña elegidas,
Como mujer adulta en flor,
Que alborota mi calendario de cristal
El que carece de algunas hojas,
Más con la certeza
De morir mil veces,
Por recibir tu mano en mi frente,
Adivina de mis ansiedades,
Hechicera de mis angustias,
Cuando desaparece diligente
La sensación de vacuidad,
Y canta un gallo al alba,
Un rayo de luz perfora el espejo,
Y nuestros labios vivos,
Susurrantes en ignoto idioma
Las virtudes de este lecho
Donde encontrarse y poder llegar muy lejos.
Todo es simple,
Tengo edad para soñar,
Tengo codicias en mis dedos,
Tengo papel y lápiz,
Tengo el tiempo para amar.
lunes, 3 de octubre de 2011
SIEMPRE REGRESANDO!
Unos parpados
Que ven llegar mi huella
Aunque aun no me puse en marcha
Esos son tus ojos
Adivinos,
Dolorosamente bella,
Con el corazón sin escarchas,
Así de simple,
Sin más cosas que las esenciales
Te paras en el tiempo
Y tuerces las agujas del reloj
Lavas lentamente los minutos
Mientras pones a secar las horas
Las mejores,
Las de amores,
Que sin más colores
Que los deseo cumplidos a media,
Tomas los lapsos y te empeñas
En que siempre sean las tres.
Como convencerte que estoy presente
Si me encuentro en esta lejanía
Desde donde se ven tus cabellos enrojecidos
Los mismos con los que has barrido
La soledad de mi piel sin lozanía.
Me dijiste
Que regresara antes de anochecer,
Que los campos con gladiolos suelen traicionar,
Tienen la costumbre de retener al desconocido,
Pero juro que no me he perdido,
Que soy el que sobrevuela como gavilán
Sobre la humareda lila de los harapos,
El que llega a tu lado sin sus trapos,
Dispuesto a construir el infinito
Con los segundos contados y marchitos.
Puse gota de mar
Sobre cada pétalo de eternidad,
Vislumbre el pistillo de tus pezones
Que de punta erguida
Me relata cada una de sus sinrazones
Y yo me disparo hacia la nada,
Que es una manera de decir el todo
Del verdor de tus rasgados ojos,
Los que asombraron al espejo de mis textos,
Tomando la gramática y la sintaxis
Como auténticos pretextos
Para construir una extensa poesía
Sobre el pergamino de tus piernas.
Allí mismo
Donde reposo en el otoño,
Jugando a las barajas en cada primavera,
Penetrando en el dibujo de tus labios,
Como quien ingresa en el tálamo sagrado,
En ese exacto lugar
Me rindo entregando mi alma
Declarándome tu postrer enamorado.
Que ven llegar mi huella
Aunque aun no me puse en marcha
Esos son tus ojos
Adivinos,
Dolorosamente bella,
Con el corazón sin escarchas,
Así de simple,
Sin más cosas que las esenciales
Te paras en el tiempo
Y tuerces las agujas del reloj
Lavas lentamente los minutos
Mientras pones a secar las horas
Las mejores,
Las de amores,
Que sin más colores
Que los deseo cumplidos a media,
Tomas los lapsos y te empeñas
En que siempre sean las tres.
Como convencerte que estoy presente
Si me encuentro en esta lejanía
Desde donde se ven tus cabellos enrojecidos
Los mismos con los que has barrido
La soledad de mi piel sin lozanía.
Me dijiste
Que regresara antes de anochecer,
Que los campos con gladiolos suelen traicionar,
Tienen la costumbre de retener al desconocido,
Pero juro que no me he perdido,
Que soy el que sobrevuela como gavilán
Sobre la humareda lila de los harapos,
El que llega a tu lado sin sus trapos,
Dispuesto a construir el infinito
Con los segundos contados y marchitos.
Puse gota de mar
Sobre cada pétalo de eternidad,
Vislumbre el pistillo de tus pezones
Que de punta erguida
Me relata cada una de sus sinrazones
Y yo me disparo hacia la nada,
Que es una manera de decir el todo
Del verdor de tus rasgados ojos,
Los que asombraron al espejo de mis textos,
Tomando la gramática y la sintaxis
Como auténticos pretextos
Para construir una extensa poesía
Sobre el pergamino de tus piernas.
Allí mismo
Donde reposo en el otoño,
Jugando a las barajas en cada primavera,
Penetrando en el dibujo de tus labios,
Como quien ingresa en el tálamo sagrado,
En ese exacto lugar
Me rindo entregando mi alma
Declarándome tu postrer enamorado.
HUBIERA QUERIDO
Hubiera querido
Estar prevenido para tu regreso,
Tener tiempo de disfrazarme
De lo que mejor me calza:
Un pequeño bardo de ojos marrones.
Hubiera querido
Esperarte pero no te aguardé,
Era como si me esperaras a mí,
Pero creo que no llegue
Y a vos pienso que no te vi,
Son las cosas de andar descalzo,
Sin vestir a los sentidos,
Teniendo desatado a los perros
En la imaginación de un herido.
Hubiera querido
Estar andando en el medio de la noche
Rumbo al campo frío,
Al viento, a lo desconocido
Hacia esa seda de paño animal,
De mujer desnuda en celo,
La que mira al mar en tardes viejas,
Recordando infancias,
Mientras juego con mis muros,
Niña hembra mayúscula,
Que danza al borde de sus ansias.
Hubiera querido…
Cuanto hubiese deseado,
Que mi madre me hubiera tenido,
Que mi padre aun viviera,
Que esas balas no me hubieran perforado
La inocencia de mis días.
Y si tome revancha en la guerrilla
De mis hojas desabridas,
Pido disculpas al ajusticiado
O al herido por mis inclemencias
Entre versos de fantasías
O entre textos poco agraciados.
Hubiera querido
Esperarte vestido de sobriedad
Pero te mire ingresar bañado del sudor
De los temores tempranos,
Creo que hoy debo agradecer
A tus sueños de peregrino
Cuando no puedo dormir
Pensando en lo temprano de la huida
De mi hermano de la vida,
El que no escucho ningún poema escrito,
El que me compartió las mañanas
De lágrimas italianas,
Si algo hubiera querido
Era escribir menos versos o ninguno
Mirar tus ojos verdes
Cultivar más aun nuestro cariño
Porque las noches de mis sueños
Tienen dragones poderosos
Hubiera si querido
Que aun los dos fuéramos niños…
Hermano mío!
Cuanto dolor es el que he parido…
Estar prevenido para tu regreso,
Tener tiempo de disfrazarme
De lo que mejor me calza:
Un pequeño bardo de ojos marrones.
Hubiera querido
Esperarte pero no te aguardé,
Era como si me esperaras a mí,
Pero creo que no llegue
Y a vos pienso que no te vi,
Son las cosas de andar descalzo,
Sin vestir a los sentidos,
Teniendo desatado a los perros
En la imaginación de un herido.
Hubiera querido
Estar andando en el medio de la noche
Rumbo al campo frío,
Al viento, a lo desconocido
Hacia esa seda de paño animal,
De mujer desnuda en celo,
La que mira al mar en tardes viejas,
Recordando infancias,
Mientras juego con mis muros,
Niña hembra mayúscula,
Que danza al borde de sus ansias.
Hubiera querido…
Cuanto hubiese deseado,
Que mi madre me hubiera tenido,
Que mi padre aun viviera,
Que esas balas no me hubieran perforado
La inocencia de mis días.
Y si tome revancha en la guerrilla
De mis hojas desabridas,
Pido disculpas al ajusticiado
O al herido por mis inclemencias
Entre versos de fantasías
O entre textos poco agraciados.
Hubiera querido
Esperarte vestido de sobriedad
Pero te mire ingresar bañado del sudor
De los temores tempranos,
Creo que hoy debo agradecer
A tus sueños de peregrino
Cuando no puedo dormir
Pensando en lo temprano de la huida
De mi hermano de la vida,
El que no escucho ningún poema escrito,
El que me compartió las mañanas
De lágrimas italianas,
Si algo hubiera querido
Era escribir menos versos o ninguno
Mirar tus ojos verdes
Cultivar más aun nuestro cariño
Porque las noches de mis sueños
Tienen dragones poderosos
Hubiera si querido
Que aun los dos fuéramos niños…
Hermano mío!
Cuanto dolor es el que he parido…
sábado, 1 de octubre de 2011
ESA NOCHE
Esta noche,
Un largo cielo ausente,
Sin nombre,
Sin amor, cuando el amor
Es vida y tiempo,
Que en medio de juncos y de algas
Mece hasta hundir la cuna de la muerte.
Esta noche,
Los árboles talados
Lloran su destino junto al río,
A su lado las hojas aun verdes
De cuando estaban todavía erguidos,
Y yo ante la bóveda incolora
Pienso en los signos del destino.
Esta noche,
En el lecho que nos ha acogido,
Se disuelve el sudor de un cuerpo desnudo
Que como agua en unidad,
Posible de dividir en pequeños arroyos,
Muere en un sueño sin haber nacido.
Esta noche
Solo los barcos avanzan y flotan,
Esos que existen solo en mi memoria,
Donde la sed no encuentra desenlace,
Condenada a la separación de la bebida,
De la saciedad del deseo puro,
Ángel bebedor, sed impura, sed de todo y todos,
No hay mas liquido
Que el que derramo a futuro.
Esta noche
Vi nacer tus alas,
De locura desposeída,
Mientras retornaba a buscarte,
En la miríadas de ojos barridos,
En la locura del huracán de aquel infierno,
Hincado en la arena de esta playa
Mientras cuento la cabeza de los peces,
Cuando morir era lo de menos,
Sumergido en las tardes gélidas de algún averno.
Esta noche,
La ultima de la eternidad,
Ahogando los gritos del silencio,
Cuando danzando al filo de la aguja,
La que marca inexorable
El ultimo segundo del misterio,
Desdibujado entre besos tan amables,
Entre cicatrices tan amantes,
Delimito con la mayor claridad
Que la mañana, esa tan esperada,
Esa tan buscada,
Se encuentra entre tus ramas
O tus brazos de mujer amada.
Esta noche,
Dejo de ser nocturna,
Dejo atrás su oscuridad,
Ahora danza con el día frente al espejo,
Como los tigres de bengala
Y yo fundo todo mi ser en tu profunda humanidad,
Esa que te engalana.
Un largo cielo ausente,
Sin nombre,
Sin amor, cuando el amor
Es vida y tiempo,
Que en medio de juncos y de algas
Mece hasta hundir la cuna de la muerte.
Esta noche,
Los árboles talados
Lloran su destino junto al río,
A su lado las hojas aun verdes
De cuando estaban todavía erguidos,
Y yo ante la bóveda incolora
Pienso en los signos del destino.
Esta noche,
En el lecho que nos ha acogido,
Se disuelve el sudor de un cuerpo desnudo
Que como agua en unidad,
Posible de dividir en pequeños arroyos,
Muere en un sueño sin haber nacido.
Esta noche
Solo los barcos avanzan y flotan,
Esos que existen solo en mi memoria,
Donde la sed no encuentra desenlace,
Condenada a la separación de la bebida,
De la saciedad del deseo puro,
Ángel bebedor, sed impura, sed de todo y todos,
No hay mas liquido
Que el que derramo a futuro.
Esta noche
Vi nacer tus alas,
De locura desposeída,
Mientras retornaba a buscarte,
En la miríadas de ojos barridos,
En la locura del huracán de aquel infierno,
Hincado en la arena de esta playa
Mientras cuento la cabeza de los peces,
Cuando morir era lo de menos,
Sumergido en las tardes gélidas de algún averno.
Esta noche,
La ultima de la eternidad,
Ahogando los gritos del silencio,
Cuando danzando al filo de la aguja,
La que marca inexorable
El ultimo segundo del misterio,
Desdibujado entre besos tan amables,
Entre cicatrices tan amantes,
Delimito con la mayor claridad
Que la mañana, esa tan esperada,
Esa tan buscada,
Se encuentra entre tus ramas
O tus brazos de mujer amada.
Esta noche,
Dejo de ser nocturna,
Dejo atrás su oscuridad,
Ahora danza con el día frente al espejo,
Como los tigres de bengala
Y yo fundo todo mi ser en tu profunda humanidad,
Esa que te engalana.
ME PREGUNTO...
Me pregunte,
En una noche de soles muertos,
De lunas perfumadas de tristeza,
Si es posible fenecer por abstracción.
Sin respuesta
Intente desterrar los intensos
Lapsos de agónicas soledades,
Cargadas del insomnio de carnaval,
Esperando la llegada de tus ojos,
Con ese color a carcajada,
Con el dolor de celebrar esta fiesta pagana,
De cuerpos amasados con el placer del sexo
En una onírica orgía que termino al despertar.
Ahora,
En mitad de la vereda,
Construidas con trozos de carne carmesí,
Prendó un cigarrillo y espero
Que al terminar la bocanada de humo
Unos perros que ladran en silencio
Se desarticulen
Siendo solo la imaginación de cuando fumo.
Se que esta poesía esta carente de amor,
Mendiga favores en viejas almacenes,
Pide prestadas las hembras lujuriosas,
Más solo recibe unos adjetivos
Que sin la suficiente luminosidad,
No ayudaran a parir un texto novedoso,
En tanto en la vidriera un mocoso
Se ríe porque lo que mata es la humedad.
Y de que tierra vengo?
De que montes son estas espinas?
De que sierras o cerros mis guerrillas?
Serán las que me prometieron los pastores
Al pedir que escribiera los papiros,
Los rollos sagrados del mar de magdalena,
Los pergaminos que acreditan que hubo un cristo
O solo son mensajes para alejarme de tanta pena?
Dije que me pregunte
Sin respuesta que me convenciera,
Porque marchan a paso militar
Los besos sin destino
Que por el sendero vinieran.
Sigo creyendo
Que soy el producto de un tremendo error,
Que vivió tantos años
A la sombra de atardeceres sin pudor,
Que al pedírseme rendición de cuentas
Me produce una risa desencajada
Ya que no saben que gaste todo de ida
Y ahora estoy extrañamente de vuelta.
Me pregunto nuevamente:
A esta poesía le falta la sustancia,
Esa que nace de verte mujer mía
En los albores puros de mi estancia.
Me respondo,
La mujer te pertenece,
Como soy de su dominio,
Multiplicando,
Aprendiendo aritmética,
Trazando unas líneas,
Signos de esta numerología
En la que uno sumado a otro
Somos lo que describió la máxima profecía.
En una noche de soles muertos,
De lunas perfumadas de tristeza,
Si es posible fenecer por abstracción.
Sin respuesta
Intente desterrar los intensos
Lapsos de agónicas soledades,
Cargadas del insomnio de carnaval,
Esperando la llegada de tus ojos,
Con ese color a carcajada,
Con el dolor de celebrar esta fiesta pagana,
De cuerpos amasados con el placer del sexo
En una onírica orgía que termino al despertar.
Ahora,
En mitad de la vereda,
Construidas con trozos de carne carmesí,
Prendó un cigarrillo y espero
Que al terminar la bocanada de humo
Unos perros que ladran en silencio
Se desarticulen
Siendo solo la imaginación de cuando fumo.
Se que esta poesía esta carente de amor,
Mendiga favores en viejas almacenes,
Pide prestadas las hembras lujuriosas,
Más solo recibe unos adjetivos
Que sin la suficiente luminosidad,
No ayudaran a parir un texto novedoso,
En tanto en la vidriera un mocoso
Se ríe porque lo que mata es la humedad.
Y de que tierra vengo?
De que montes son estas espinas?
De que sierras o cerros mis guerrillas?
Serán las que me prometieron los pastores
Al pedir que escribiera los papiros,
Los rollos sagrados del mar de magdalena,
Los pergaminos que acreditan que hubo un cristo
O solo son mensajes para alejarme de tanta pena?
Dije que me pregunte
Sin respuesta que me convenciera,
Porque marchan a paso militar
Los besos sin destino
Que por el sendero vinieran.
Sigo creyendo
Que soy el producto de un tremendo error,
Que vivió tantos años
A la sombra de atardeceres sin pudor,
Que al pedírseme rendición de cuentas
Me produce una risa desencajada
Ya que no saben que gaste todo de ida
Y ahora estoy extrañamente de vuelta.
Me pregunto nuevamente:
A esta poesía le falta la sustancia,
Esa que nace de verte mujer mía
En los albores puros de mi estancia.
Me respondo,
La mujer te pertenece,
Como soy de su dominio,
Multiplicando,
Aprendiendo aritmética,
Trazando unas líneas,
Signos de esta numerología
En la que uno sumado a otro
Somos lo que describió la máxima profecía.
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