sábado, 14 de junio de 2014

LA VOZ AUTENTICA


Temo haber encontrado,
en estas horas de oscuro mediodía,
mi verdadera voz
la que es susurro en tus oídos
o grito mudo en el desierto
de esta inmensa ciudad de muertos
temo
más me anima
me reconforta porque he de decir
he de escribir lo que deseaba
sabré contar lo que refleja mi espejo
cuando rebanas mis órganos con tus labios
reinventando el sexo en cada amanecer
y podre decir que no dejo de admirar
como termina tu espalda
montañas en las que me sumerjo
buscando el sol que se enardece
en ese continente que es tu pubis
no soplará el viento del sur
vendrá la brisa que vestida de azul
suaviza con sus palmas los pezones
arden, se incineran
como teas incandescente de tus senos
difícil que mis dedos entre en razones
derraparé en la nieve blanca del final
esa que esta sellada por la pequeña muerte
si es que cabe la mortandad en este instante
vale tomar en cuenta la sensatez
los sonidos que galopan la sabana
y a lo lejos un tango que guarda un bodegón
que al cantarlo abre sus puertas
no será con ginebra ni con ron
que los recuerdos golpearan los portones
bajaran las nubes del cielo
para recoger las lágrimas desparramadas
te tomare de la quebradiza cintura
para volver a amarte en este nuevo ciclo
los objetos se tornaron coloridos
como también lo hace nuestra dulzura.

Roberto Brindisi


viernes, 13 de junio de 2014

GOTAS DE CARICIAS


Sigue el mundo esperando
que cuatro de mis dedos
rasguen tus ropas heridas
que paren el sangrado
que no detenga el reloj de arena
ni pinte con sangre el muro de tu piel
sigue aguardando
que llore detrás de alguna higuera
lo que nunca lloraré
las lastimaduras de un amor vencido
el fuego que consume mis deseos
los minutos de espera en la vereda
los huecos que producen la ansiedad
o las angustias nuevas
no caerá ninguna lagrima
en la puerta del día después
aun guardo plena la erección
imaginada en el sigilo de la noche
cuando todo suele ser algarabía
y un tajo erótico me reclama
en la densidad del vacío de la madrugada
cuando se rebalsa el imaginario de toda fantasía.
Y sigue el orbe agitado
mirando disperso el paso de las horas
creyendo que no he de garabatear
ninguna poesía envuelta en la lujuria
olvidan que le rece a la virgen de tus besos
que me entregará el hueco de tu boca
pedí fervoroso todo tipo de abertura
sabiendo del drenaje de las aguas
que no habrá arroyo con gotas de caricias
ni podremos disfrutar del polvo de las rosas
si no entendemos como cuadran las aristas
en el largo filoso de tus piernas
por donde se rompe el mundo de las cosas.

Roberto Brindisi

MAÑANA


Tantos pasos
empujan pacientes
las suelas maduras
en peñascos distintos,
quizás unas gotas giman
queriendo la antaña espesura
en atardeceres alegres
más libres que estos
balbuceantes de un impuro colorido
de lunas opacas inhibidas
de arroyos cobrizos
de potros con clinas mojadas
de lágrimas de cactus impotente
así son mis tardes de otoño
con cascadas que reverdecen
los verbos silenciosos agazapados
nutriendo la oscura pelambre
de la tierra despojada de brillos
y en esa absoluta soledad mía
fui despellejándome de mis pesadillas
de sueños partidos en mitad de la noche
sintiendo que se repetía la misma historia
que cada vigilia empezaba su aparición
allí se agrandan las sombras incansables
imágenes tenaces que obligan a mis retinas
a cargarlas alegres en sutiles molduras
son montañas rugientes de cercanía solar
de garuas intensamente inusitadas
de flores imposibles de crear bajo tanto cielo
tantas siluetas describen mis sentimientos
tantas figuras tallan mi memoria final
que el olvido será hijo de mis silencios
como las formas brumosas se llevan mis sufrimientos.
Mañana me ganara la amnesia
mañana me perderé en esa historia
mañana serán los extraños reflejos
los que me despojen de los gajos de la gloria.

Roberto Brindisi



domingo, 1 de junio de 2014

LA ESENCIA


Como hombre
maldigo algunas cosas
inherentes a mi especie
entre ellas el discurrir del tiempo
por ese caudal de minutos se va la vida
me hace saber que lo que empezó
en algún momento ha de terminar
no hablo solo de la muerte
porque hay otros finales más dolorosos aún
maldigo cuando acaba la alborada
porque te iras para regresar quizás al anochecer
maldigo lo acotado de mi lujuria
aunque cuando me entrego me consumo
sigo vivo insaciable de tu ser
como no enojarme con la partida de un amigo
tan difíciles de cultivar
y perdibles en un santiamén
como congeniar el amor a mi vergel
si las flores con su aroma se marchitaran
podría enumerar tantas situaciones cotidianas
que bien vale empezar a mirar en otra dirección
la mitad del vaso
la que en su parte inferior contiene el océano
con toda su inmensidad y sus promesas
y en su parte alta esta la nada
me dicen que hay aire
que la vida se compone de agua y de aura
que me vale arrancar con el pie fértil
mirándome en el espejo de tus ojos
saborear la salinidad de tu superficie voluptuosa
arrancar los trinos de los jilgueros
para llevarlos adheridos a mis oídos
ir rebanando de a poco la porción de mi demencia
regar con el jarabe de tus besos
la cuota creciente de mi inocencia
por eso cada tanto miro por la ventana
como vuelves sonriente a reencontrarnos
y a recordarme que para vos valgo por mi esencia.

Roberto Brindisi