domingo, 28 de junio de 2009

TE RECUERDO EN MI OLVIDO




Aun sabiendo que hoy volverás a estar,
Te recuerdo.
Cada día con su novedad
Te evoco,
Te recuerdo en los bordes
De la sombra del olvido,
En el eco de la omisión en mi memoria
Socavón inmenso bordado de recuerdos
Con la negligencia como materia imprescindible
Barco que navega con silueta fantasmal
Solo perceptible en las olas de la reminiscencias
De la recordación en mi vigilia trunca.

Te recuerdo,
Aun cuando estas en mi presencia
Cuando comparo tu piel de este ahora
Con la epidermis que me conmoviera antes
Con tus ojos, tu boca, tus palabras
Que parecen ser las mismas
Aunque distintas en los momentos màs distantes.

Te recuerdo y te presiento
En las muecas virtuosas de mi boca
En el vacío de tu esencia en otro lado
En la marca que dejas a tu paso
Signando un pasado ardiente
A la espera de la inmolación en cada lapso
En cada deslumbrante paso
Que te lleva desde el recuerdo al presente
Que te mueve y me mueve
Como signo de que la creación aun no ha empezado
Que la palabra, el signo, el símbolo
Demoraron en el poder darnos por realizados
En ese abrazo, entre las olas mansas primeros
Que se transforman en rompientes volcánicas
Haciendo de nuestro océano un punto álgido
Donde se pierden los vientos huracanados
Asi y más, es lo que recuerdo
y parte de lo que olvido
Porque empiezas en mí ahora
Caminante de senderos ya perdidos, olvidados
Que detienes tu paso impregnado de ayeres
En el presente de mi soplo vital
Diosa de una religión inacabable
De una sola jornada renovable
Aquí te recuerdo,
Atónito de que te manifiestes en cada acto
O es el presente la materia del olvido?
O es el olvido el pergamino de amarte?
O es el amor el continente de los bordes desamorados?
Quien lo sabe, solo se que te recuerdo, porque vendrás.

sábado, 27 de junio de 2009

ODA A NUESTRA NOCHE





Me he puesto a descomponer la noche
La ultima,
La de tu presencia fresca,
La de un tálamo maltratado
Por la furia de dos vientos,
El tuyo norte,
Mio el de la sudestada
Que con la verde luna de testigo
En las nubes rojas por asiento
Creció la luciérnaga de tu risa
Y como gotas para un arroyo seco
Se hinchó mi deseo.

Que espesa que es esta noche!
Con guirnaldas de dedos enlazados,
Un carruaje de este carnaval entero
Fuiste atardeciendo como la más clara sinfonía
Con las notas en un mustio pentagrama
En la alegre serenata del último dia de un febrero.

Aquí me queda el despojo de anoche
Unas migajas seductoras de tus dorados senos
Un trozo inacabado de una estrofa apelmazada
La nervadura gris de mis cabellos canos
Unas prendas intimas como botín de guerra
Un bucanero herido en el asalto a tu popa
El salvaje animal del sexo vehemente
Y tu suplica reiterada
En el altar vigoroso de mis velas inclementes.

La noche pierde su oscuridad
Puedo ir recuperando la trama de lo urdido
Puedo ser impaciente sacerdote de aquel templo
Donde danza tu cuerpo desmayado
En el crepúsculo, cuando el dia parece ultimado
Pero lo último carece de total sentido.

He desacoplado la noche ya pasada
Miro en el espejo de mis recuerdos
La abertura angosta de tu mirada
Presiento que serán tus pasos alocados
Los que pongan luz a otro nuevo encuentro
Cuando feliz rindas tu ciudadela
A la magia bravia de mis besos desbocados.

La noche ya a fenecido
Mañana otra noche remontara su vuelo
Màs en mi oficio de juglar desmontador
Recordare que siempre llegas
Mariposa voraz con aroma como fuego
Desmontare otra noche, nuestras noches
En las que se impone lo dulce de nuestro juego
Cuando tus labios alaben el derroche.

jueves, 25 de junio de 2009

UNA POBRE POESIA




En la oscuridad de una habitación
Mutilada de suspiros de pasión
Llegas despacio,
Casi en silencio,
Como sigiloso entra un ladrón,
Te recuestas
Procurando no hacer ruido
No mover las agujas del tiempo
Tratando de volverte intangible
Observando su cuerpo quieto,
Te recuestas levemente
Como la brisa de una tormenta abortada
Te recuestas,
Se recuestan,
Porque traes tu amor furtivo en los poros,
Tensa, el alma amedrentada,
Suspendida esperas el milagro,
Que no lo note
Que no te note
Que no los note en el aroma de un sexo fresco,
Tantos cuerpos y no sentirlos,
Pero ya dejaron que las caricias emigraran,
Lentamente,
En la rutina de otros besos,
Que el deseo nacido en un enero
No llegar a convertirse en primavera
Con las escarchas clavadas en los muros
En moribundos gemidos
Ahogados en la triste cobardía
La hojarasca de los te quiero
Son barridas del piso de algún dia.
En las ventanas
Se conservan las imágenes primarias
Mientras te acuestas,
Recostando tu cansancio,
Tus momentos tristes sin futuro
Tus mañanas difuntas de ilusiones
Escapándosete el crujido de un continente abatido.
Te emparejas temerosa,
Sabes que tus pliegues
Obtuvieron una victoria pasajera
Tu aridez intenta evocar la perdida lubricidad
Ya no sabes si amedrentarte
Por una reacción que no ha de llegar
O rebelarte a la impotencia de la claudicación
Transformadas en dos egos vencidos
Te allegas intentando no rozarlo
Y el con las rosas descompuestas,
Con los versos deshilvanados en pobre poesía
Que recuerdan una lejana alborada
Donde te beso en la boca equivocada
Desorientándose hasta esta noche
Cuando simula dormir sus alas extenuadas
Ya que sin obstruir los parpados pesados
Arrastran desde tiempo las pesadillas
Màs feroces y tan desencarrilada.
El sueño es un buen aliado…

sábado, 20 de junio de 2009

ESTA MAÑANA AMOR





Esta mañana
Quise abrir la puerta
Del sótano de mi memoria.
Dude,
Como se duda ante la vaga incertidumbre
De deshojar el canto de un ruiseñor
O de pisar la arena caliente de tu playa
En cualquier tarde de primavera
Cuando el sol muere ahogado en lontananza
Dude, si,
Como pocas veces dudo
De tu frágil existencia
De los besos a hurtadillas del mañana
O de la brisa del almanaque detenido
En la estación de tus labios húmedos
Cuando transito con mis huesos,
Mi carne y mi alma
Por las vías desherrumbradas de tu piel.
Ante la duda
Preferí suspender mi ingreso
Al lugar de las cosas muertas
Donde reposa el cadáver del tiempo transcurrido,
De los hechos irremediables,
De los remedios inservibles
De las culpas
Donde danzan como odaliscas
El remordimiento y la ira
Por tanto retoño de árbol creciendo con sus marcas
Confundido por el aroma del afecto de una abuela,
Del calor de una bandada de ágiles amigos,
Asi, no abrí esa puerta,
Volví a tus brazos,
Me arrope en el susurro de tu voz amena
Mientras tus dedos remendaban
Las costuras de mi estima,
Tus caricias barrían la impureza de mi refugio
Y en la ventana de nuestro cuarto
Dibujabas, con tu sonrisa variopintas, luces nuevas
Asi sentí,
Que el cansancio se tomaba un descanso,
Que los años no existen,
Tampoco las décadas,
Arboladas de otoños y de hojas muertas,
Que la suma total de mi recorrido es este minuto
Que todos mis afectos se condensan en tus besos
Que no habrá mañana con desvencijadas promesas
Ni horizonte que me espere amurallado
Que todo se resume, se compendia
En estos versos que ahora escribo,
Como poema perpetuo de total pequeñez
Sobre la planicie de tu vientre inaugural
Decidiendo que la memoria existe en el presente
Para no olvidar lo inolvidable
Del unico lapso existente
El de las ramas de este abrazo,
El mar de estos besos
Y este orgasmo perdurable
Hasta el próximo relámpago urgente.

jueves, 11 de junio de 2009

TE PIENSO




Te pienso,
Y por lo tanto me pienso,
Veo en el cuarto la opacidad
De mis espejos que se incendian
O conservan las llamas de otros fuegos?

Recuerdo tus manos, tus dedos
Que alargados pincelaron mi espalda
Desplazándose arando y cultivando cielos
En el huerto de mi dorso aplanado
Con unas pocas luces de testigos.

Anoche estabas a mi lado,
Compartiendo el vino de los besos,
Amarrando tu canoa destejida,
En mi solitaria dársena otoñal,
Desclavándole a la lengua una elegía,
En tanto racionabas el pan de las miradas,
De las caricias, que son aves migratorias,
En mí abrumado cuerpo con sus islas de verano,
Rodeado por el mar de los recuerdos,
Que inconcientes acuñan mi presente.

Hoy, ahora, llega la luz de la mañana,
Con la resaca de algún canto de jilguero,
Sacudiendo el color de sus plumas fugaces,
Es que decido pasear mi rostro en la vereda,
Dejando el alma reposando en mí lecho,
A la espera de que tus pasos suaves,
Encenderán nuevamente mis versos màs audaces.

Aún no has vuelto, màs ya te pienso,
Asi imagino los bordes de tu esencia,
El diámetro exacto de un añejo dolor primaveral,
La superficie candorosa de tus montañas,
Los rios caudalosos de la verba ígnea,
Que serán posibles cuando cuente tu presencia.

Me preguntas, me interrogas,
Sobre la longitud y latitud de mis afectos
Queriendo apropiarte de lo inapropiable,
De mi amor, que confiado te lo cedo,
Porque te pido en préstamo tu confianza,
La màs cara de todas tus pertenencias,
La màs defraudada garantía tuya,
La màs contusa de las naves de tu herencia,

Màs, decididos a restañar los atropellos,
Entretejiendo lo cedido y lo confiado
Para intentar construir un castillo,
Una fortaleza,
Un poema sobre nuestra existencia,
Nos citamos en un tiempo sin ocaso
Y en un lugar que fulgura por su ausencia.

miércoles, 10 de junio de 2009

LA VIDA INTERROGA



Me baje
Hubo un dia en que me baje
Del carrusel de sueños ajados
De la angustia de despertares solitarios
Acariciando el vació de algún cariño
Peinando el lomo de algún silencio
Llenando páginas con letras sin sentido
Recordando mis alas doradas cuando niño.

Me despedí de los amores sin amor
Me mire en el hasta entonces ausente espejo
Viéndome con tristeza como reflejo
Componiendo mi silueta en la antesala
Del infierno conocido o del paraíso a conquistar

Adonde ir,
Me indague frente a un cielo sin estrella
Con los signos rotos entre mis dedos
Con los labios plagados de plegarias
Sin la conspiración de los blasfemos
Que ayudara a orientar mi andar esquivo
En el derruido puente del pasado hirviente
Frente a un abismo de preguntas sin respuestas
Con mi alma llorando su desolada indiferencia
Y mi espalda, como la frente, emplazada hacia ningún lado

Fue en una lluvia de soplos
En una correntada de susurros de jilgueros
Donde algún dios, perdido habitante del olimpo
Recogiendo su resaca de una noche de verano
De un febrero que ya se terminaba
Se apersono en lo profundo de mi modesta morada
Concediéndome un deseo no pedido
Reconocer en un cruce a quien es mi enamorada

Asi empezó una nueva caminata
Ahora tranquilo por mi soledad acompañada
Por el canto recobrado de ninguna melodía
Con la saciedad de quien vendió su hambre
Recuperando los ojos del reino de los muertos
Esparciendo la humareda que se transformo en aire
Contando astros de un cielo con aciertos
Ya en el territorio del impuro menos
Avanzando desde atrás a empezar de nuevo
Uniendo la primera palabra a su forma clara
Rehundiendo el fuego en cada beso inexperto.

Me baje para subir
Para entender el sinsentido de mi vida estéril
Sin un amor como el que ahora irrigo
Aprendiendo el oculto lenguaje de los amantes
Cuando amar no es en soledad sino contigo

La vida me interroga a mi mismo
En el centro de mi espacioso pecho
Azar perpetuo salir de aquel abismo
Hoy amor no esta ajado el lecho

AMIGA MIA



De que color,
Amiga mía, son tus incertidumbres,
De que pátina los sueños que no sueñas,
Los besos que no disfrutas ni recibes,
Las caricias que vuelan a otro cuerpo,
Las mariposas que se transforman en orugas,
Los barcos que recorren tus avenidas
Con mascarones despintados de tristeza
Por favor, cuéntame!!
De que color fue tu ilusión primera
La que se adorno de flores mustias
En todas tus inmanejables primaveras
Las otras estaciones o lo que fuera
De que color, amiga mía,
Son tus profanas pesadillas de madrugada
Que requesbrajadas lagrimean en una esquina
Su desconcierto de no ser nunca las primeras.
De que color son las letras de tu pluma
Las que no nacen por vergüenza
Por dolor, por reticencia
De aquellos versos hundidos en un olvido
En la ignorancia de los ojos que tu esperas
Con el temor incrustado en tus ideas
Porque la vida, amiga mía, es como el océano
Inacabable en su inmensa densidad
De acuosos amores y pesares
De galeones hundidos en loca travesía
Pero sabes que para ser vencidos
Las naves debieron desplegar sus azules velas
Echarse a la mar sin certeza de victoria
Quizás, amiga, alli este el secreto de los colores
El intentar
El arrebatarle los versos a la existencia
El pintar de naranja y ocre el piso de tu morada
El desafiar con el verde y el argentino
La negritud de las prisiones del pasado.
De que tonalidad pintaras tus enigmas
Los mismos que te acorralan en tantas alboradas
En los zaguanes de la postrera esperanza
Cuando la paleta de matices agote su paciencia
Alli, en ese fondo, quizás definas una pincelada
Que pinte las huellas de tu paso en esta difícil existencia
De que color amiga mía son mis preguntas
Ahora que mis pinceles almacenan la alegría.

EL SILENCIO DE MI PALABRA


Detengo la palabra
Un instante antes del labio
Un segundo precedente a la partida
En un ínfimo lapso acallando lo sabio

Me convenzo de mi silencio
Cuando hablo con otra gente
Mi mudez me parece un bullicio
En tanto desolado con la necesidad urgente.

Mi sordina hace piruetas en las calles,
En las plazas, los bares y en tu lecho
Tanto callar, buscando una vocal, una consonante
Un sustantivo, un suspiro de letras y de signos
Para recorrer mansamente las costas de tu cuerpo,
De tus henchidos senos de hembra codiciosa
Que se devora los jugos y los juegos.

Palabra hallada que no termina de definir tu boca,
Tus labios, lo que ellos hacen y deshacen.
Un signo, que una vez acertado
Se coloque en el centro de tu vientre
Como dedos que se juntan suavemente
Cerrándose sobre el plumaje de tu alondra.

Mi silencio perforado, por símbolos, códigos
Tejen tu cuerpo detenido, extendido, sumido
En un páramo en llama con lluvia como para mojarte
Que se escurre por la rendija de tus ojos lascivos
A los que cubro con la saliva de mis nubes
Y te descubro las sensuales piernas en lento movimiento
Usando metáforas bajo la que subyacen los tabúes
De capas de memoria de gente olvidadiza,
Olvidada, olvidable, sin rescate en esta noche lujuriosa
Y sigo buscando y buscándote en las palabras que defino.
Quizás no me comprendan ni me comprendas
Mujer forajida de amores extranjeros.

Eso que es un silencio diferente
Que es un silencio escuchado
Incomprensiblemente atropellado
Por innecesario, por quejidos femeninos
Ese silencio es como una rueda rota
Que te recorre curioso de punta a punta
Hembra que me perteneces y que no
Siendo señora y puta todo junta
Que te entregas y te resguardas en un tiempo,
En la época en que te expandes y también te acotas.

Mi silencio y su sombra,
La palabra, las palabras
No se paralizara aun cuando mueras
Si no es extenso el tiempo de una mirada
Es prolongado mi deseo, el que labras
Como es eterna esta ultima madrugada.

PUEDO, DESEO




Después de tantas décadas
Puedo creer que en mi triste alegría
Puedo sentir que en la fuerza de la brisa,
Del viento, del huracán,se encuentra mi deseo,
De ese deseo trascendente
Que sobrevuela, hundiéndose
En la erótica sexualidad nuestra de cada día,
Que se desliza por el área de tu noche,
En el portal brillante de tu impudicia,
Planeando el ocaso de un orgasmo,
Sin la plañidera desdicha de una ausencia,
Aunque puedo superar todo lo dicho,
Creyendo que mi deseo es cuasi omnímodo,
Es deseo que desea ser deseante y deseado
Que cree que otras islas de la existencia
Pueden ser bañadas por sus aguas,
Por su potencia,
Por la voluntad henchida de ignorante inocencia.

Puedo, pero desde mi impotencia,
Puedo ser lo que creo, lo que quiero
Sobre un desaliñado mantel,
En lo blanco de unas hojas mansas
Que no se opondrán a mi deseo,
A mi atrevimiento de baqueano
Buscador de versos perdidos
Cuando su huella,
La de los poemas, las estrofas,
Aparezcan ante mi mirada atenta
Y sin compasión yo las recoja.

Ahora se que puedo, se que deseo,
Se que no hay imposibles si son posibles,
En los mares desvirgados de este orbe,
Con la palabra, el verbo, agujereada en lo innoble,
En lo corrompido,
Se que puedo siendo signo, símbolo
Palabra que se transforma
Con su vuelo majestuoso de pájaro aterido,
Valiente en la suma de sus miedos,
Con el afilado pico suspendido,
En el espacio vital que le donaron sus alas
Y asi como el pájaro soy acrobacia,

Sobre tus años de aguila reverdecida,
Entre los pliegos de tus lapsos acumulados,
Soy la paz guerrera,
Que mi alma y la tuya tanto anhelan.

Como en incontables lustros
De mi pasar andando en la tierra
Desaprendí de mi ceguera
Y me entregue a creer que eras tu quien eras…

NOS ELEGIMOS




En mi barca, detenida por el sueño
Me siento un arcángel hecho a tu medida
Siento tus caderas justas y rotas
Traspasada por la cruda flecha de mi vida

Acumulo en mi jarra todos los temores
Bebiéndome a sorbos la locura de tu espanto
En tu cuerpo fuerte de madera noble
Apoyo mi boca y me erijo en tu único santo
Soy el hacedor de tus cansancios matinales
El ave rapaz que te asalta tanto y tanto
Un cavernario del brutal sexo navegado
Un chacal al que entregaste tus cantos virginales.

Reposas descansando y totalmente agradecida
De ser bañada por la escoria de un volcán activo
Flujo absorbido por tu sensual boca enaltecida
Como afluente que se encuentra con tu líquido vivo
En el monte de olivos donde tu angel me captura
Me entrega a tu vehemencia inmoralmente sacra
No hay última sino una majestuosa sempiterna cena
Como de amor no saben nos excomulga una infernal lacra.

Tal vez en esta negra noche no llueva tanto
Quizás los fantasmas engendrados por el miedo mas primario
Nos den tregua para quitarnos tanto escarnio
Tanto ramalazo acumulado como sombra de otras sombras
Que arreciaron en los postreros instantes de nuestro gozo
Acompasado como mecido por tu susurro que me nombra

En la barca antes detenida por la azulada vigilia
Sobrevivimos al diluvio universal como pecadores
Como bíblica maldición que se gano el hombre
Bajamos a la tierra, multiplicamos nuestros amores
Porque contra los canones impuestos por hipócritas
Nos rebelamos con la única herejía del placer y los dolores
Nos rebelamos y elegimos ser imperfectos
Adueñándonos de la risa, la prisa, el desacato,
La impostura, la irreverencia,
Elegimos…
Como en cada dia, en cada espacio del ahora
Nosotros elegimos, nos elegimos…
La paloma de la barca regresa cada día, cada rato…
Hasta el apocalipsis nuestro de cada muerte
Asi sea, asi es…