jueves, 31 de marzo de 2016

TE IMAGINO


No sabía
de tu imperiosa llegada
en una tarde de color bordo,
no sé si te imagino
o estás aquí presente,
que importa si eres material de sueño
siendo ahora velos desgarrados
de tiempo incansable
en que soñé con tus tajos expuestos
a mi mirada enceguecida,
se posaron los pájaros de mis manos
en los nidos cálidos de tus senos sacros                                                                                             
y fueron poros sobre poros
piel ansiosa por verse devorada
geometría pura el arte de encontrarse
me devore tus pezones erectos
como un lobo hambriento de calor
aún recuerdo el sonido de tu ropa
al caer en el piso de mi espejo                                                   
sé que tus gemidos eran de color plata
llegamos a tiempo a la comunión de orgasmos
buscamos nuestras bocas remendadas
por los desesperados mordiscos
hasta que no hubo más que fuego
un incendio que arrasó con nuestros miedos
me pediste que te dejara rezar entre mis piernas
hice un sendero de mariposas hasta tu pubis
amanecí conspirando entre tus nalgas
hasta que se hizo el agua impura
que bebiste gozosa en este lecho
puede que todo haya sido un sueño
que imagine tenerte como musa
penetrando impetuoso en tus heridas
que eras la pintora de mi cuerpo
en tanto garabateaba versos en tu dermis
sé que no estuviste nunca
pero mi platónica memoria no te olvida.
Roberto Brindisi








domingo, 27 de marzo de 2016

NO SOY EL QUE FUI


Soy
el que algunas veces fui
sin ser nunca el mismo
ni he de volver a serlo
sé que tuve las alas sanas
antes de recorrer el gélido infierno
que enterré mil veces a la muerte
antes de haber nacido
no sin preguntarme
donde se acumulan los besos que perdí
donde los abrazos remendados
esos amores que danzaban al anochecer
desapareciendo antes que los perros mansos
donde y también cuando
dado que disipé el tiempo en alguna borrachera
para olvidar que la soledad es mi única esencia
el silencio mi palabra sacra
y el olvido mi imposible memoria eterna
nunca he regresado dos veces
jamás al mismo sitio desteñido
los colores se marcharon en variadas formas
siempre con un nombre de mujer
tan distintos
tan indiferentes
que solo entre el negro y el blanco pude escoger
ahora que ya no busco
solo espero algún perdido amanecer
algunas gotas de cariño
entre las murallas de mis vacías manos
enredándome entre los murmullos
de mis recuerdos confusos
de mi mirada perdida entre las alamedas
o en el desértico piso de mi cuarto
he comenzado a enemistarme con mis sueños
a convencerme que las pesadillas eran un presagio
ya quedan pocos senderos inexplorados
pisare en su terreno oscuro
hasta que alguna luz sacuda mi entumecido empeño

Roberto Brindisi

jueves, 24 de marzo de 2016

CORAZÖN AÑEJO


Quiero corregir los pasos
en el instante último en que reina el olvido
cuando mi voz es devorada por las sombras
y el vacío es un reloj oxidado de minutos
en ese pequeño lapso
siento el afecto desnudo
con sangre en sus alas rotas
sin ojos para mirar mi angustia madura
sin boca para escupir el jugo de la violencia
con los labios partidos en un lejano borde
de vasos que circulan en la taberna del horror
por allí anduvieron mis pies
por esas pesadillas mías
creo posible que me salve tu silueta borrosa
tus manos recogiendo el viento
crayones tus dedos sinvergüenzas
levantando mi enardecido animo
para incendiarnos en un mismo infierno
ruego porque encuentres el alma blanda
la caricia pervertida
la sonrisa lujuriosa
alza tu pubis
en el que duermen gorriones victoriosos
deja que te atrape en mi sueño cálido
asi la soledad no será una celda en la que muera
y el silencio la música resquebrajada por tus gemidos
rescátame porque me estoy hundiendo
en el fango de un deshonroso disparate
el de los cobardes
el de los que alambran las utopías
deja que llegue a los límites de un amor  naciente
puede que me asombre tu nombre en mi espejo
las gotas de sudor entre mis ropas
la grieta que provoca tu andar en mis baldosas
solo avísame que estas llegando
para abrir el candado de mi corazón añejo.

Roberto Brindisi

miércoles, 16 de marzo de 2016

ANDAR A PESAR DE TODO


Voy
por el cansado sendero del olvido
intentando evocar fantasmas sobrevivientes,
espectros desflecados por besos húmedos
nombres que son solo abstracciones
remitiendo al tiempo ayer perdido.
Me pregunto
¿cómo es que en esta sala,
lugar donde contamos nuestras penas,
sitio plagado de sombras contorsionadas,
hoy queda una sola copa de vino,
sin estar el sillón abrigado de miradas
ni siquiera veo las plantas grises del destino?
Cómo pudo ser
que los gorriones que plantamos se volaran,
que las caricias amorosas fueran cáustico dolo
que las noche lujuriosas se borraran
y que yo muriera inmensamente solo.
Mi pluma sigue reclamándome
en tanto mi ciudad recobra su demencia
su alucinado paso,
corsarios renegridos en el Rio de la Plata
pintando un arco iris con un único color
puerto por donde huyen mis islotes
se tornan argamasa las algas rencorosas
en tanto esa mujer incógnita
vuelve a trepar el viento
a revelar la orfandad del pájaro agorero
será prisionera de recuerdos borrosos
con los que lamentablemente no cuento.
Entonces
se desangra la hoja,
la piedra,
la lluvia,
disipadas en el origen de la tormenta
como marinero en el horror de un naufragio
que expía el derrumbe de mi noche roja
tras hallar en sus formas la carátula del infierno
sabrás muchacha beber del alcohol que enoja
querrás recuperar el pasado ya disuelto
pretenderás apagar las llamas de averno
no podrás, no, no has de poder
dirás mi nombre de alboradas incansables
lamentaré no escuchar
porque he de seguir andando en otro atardecer.
Roberto Brindisi

jueves, 10 de marzo de 2016

HABRÉ DE SER


Cada noche
pienso que regresa
siento los pasos vacíos
en las baldosas de mi vigilia
una respiración agitada
por el estrecho pasillo de mi memoria,
que extraño es el retorno
de quien nunca estuvo
de quien zurció mis pesadillas
de quien me amo en otros cuerpos,
insólito que sienta su mano desangelada
el esqueleto de su alma innoble
tanto como las angustias de mis nevadas
hace un frío negro
con toneladas de aves inmutables
arroyos de plumas en retirada
en tanto fantaseo con una musa lujuriosa,
tantas  veces me fatigo
pensando en el tiempo que no existe
en los atardeceres en altamar
esos que nunca he mirado
con cuencos verdes desconocidos
no son mis ojos
aunque reconozca mi mirada ofrecida
añoro tanto lo que nunca amé
que hasta acaricio mis palabras enrevesadas
las que multiplican mis mentiras
las que describen la inexactitud de sus medidas
de su geometría en claro repliegue
sobre un océano de sabanas rojas
habré de componer un poema
que no hable de guerras ni de victorias
habré de subrayar unas líneas
con un bravío tigre de bengala
un laberinto de ficcionarias pasiones
de labios humedecidos en la superficie
y refundaré mi sed de sexo alcoholizado
dejando libre a mis prosperas emociones.

Roberto Brindisi

martes, 8 de marzo de 2016

SER AMADO


Decirle a mi poesía
o a mis musas despeinadas
hoy olvide tomar la pluma
escribir sobre mi angustia
mis soledades blancas
en el hemisferio de este lecho,
hoy no es un día
son millones de nada
de agujeros imberbes en la vida
no llueven bragas rojas
en el rostro fruncido de mi espejo
hace tanto que mi cama                                                                                                                       
despoblada de fatuas vanidades
en esta agobiante verticalidad
no encuentran las letras de su nombre
mucho menos la clave de su rostro
se habrá marchado
como tantas otras en el futuro
o es que aún no ha llegado
desde su patria astillada de segundos?
es posible que esté presente ciego
mudo
careciente de palabras progresivas
abandone la elipsis mustia
el hueco de las mangas de mi desnudo
para aferrarse al pasamanos de mi ventana
marchándose antes que mi sueño avive
dejando ese sinsabor de pesadillas
de humedades en las heridas de mi recuerdo
no volveré a verla
no seré quien la corteje
no tomare su mano en esta primavera
solo las golondrinas retornaran
a mi cielo de inmensa fantasía
pero le dije a mis poemas
no lloren por el vacío
es condición inexpugnable
para que ingrese en el mismo
esa mujer que dibujo desde antaño
hembra que me hace ser amable.

Roberto Brindisi

viernes, 4 de marzo de 2016

MÁS QUE UNO


Muchas veces
suelo decirme repitiendo
aquí estas en pura ausencia
eres sendero que conduce al olvido
eres pliegue de pergamino en esencia
deja que desborden esas oleadas de silencio
pero no permitas que entren en tu demencia
locura azul de cerrado manicomio
veo volar los vocablos mutilados
y no me detengo en vos
ni tampoco en las miles
de musas maldecidas
inútiles fantasmas en particulares sitios
como el viejo y añejado espejo
en la curva geométrica de mi memoria
eres tú la que se marcha reiteradamente
para retornar como concepto abstracto
debajo de este trozo de cielo húmedo
sobre los sueños itinerante de mi vigilia,
me asomó a mi
sin poder mirarme a los ojos
sin desear ver el vestido de mis poros
en esta esquina llena de encrucijadas
donde el vacío es la orilla del averno
en ese estado en el que llueven versos
y los paraguas son signos de interrogantes
no hay más cobijos que la intemperie del afecto
de las caricias al amanecer
del arrullo de los besos perdidos
puedo guarecerme de la orfandad
cerrando velozmente las heridas
puedo intentar frenar el estallido
de las horas en que pase desasosiego
lo que no puedo
porque me está prohibido por mi dios
es seguir persiguiendo a esos espectros
que no es sino el placer y el deseo ciego
quizás deba viajar al amor para empezar a ser dos.

Roberto Brindisi 

miércoles, 2 de marzo de 2016

RECUERDOS DE ENSUEÑO


Miro desde lejos
como esas calles menean el polvo
aceras de intransitables pasados
como mis escasos sueños
con una herida de absurdos bostezos
puede que se desplace el mar
sobre el despertar de tus parpados
puede que tu nombre caiga pesadamente
en el patio lateral de mi memoria
pienso que te nombro sin conocerte
tan femeninamente cruel
casi como el fulgor de mis incendios
y esa mano delgada
esos dedos que se escabullen arteros
por mis bolsillos descalzos de terciopelo
se inflama el atardecer
sobre las palabras recién escritas
una espalda me muestra el verdor de mis espejos
se pone la decimonónica luna llena
aquí todo es brutal silencio
como el recuerdo borroso de Moscú
tan prohibido
tan rojo en su exterior
que por dentro no era más que nieve
esa que se desvanece cuando apareces tu
desdibujada en el otoño
perdidamente enamorada de las letras del papel
nunca sabré la verdad inexistente
hemos marchado en direcciones opuestas
todo esto ignorando,  
sin saber,
que nunca nos cruzamos en realidad
creo que fuiste una metáfora de mi poesía
estrofa que apoyo su cabello en mi almohada
ahora llegaran manso los días
en que en la soledad de mis pesadillas
amanezca mi melancolía enamorada.
Roberto Brindisi