viernes, 13 de mayo de 2011

VIDA NEGRA VIDA ROSA

La vida puede ser


Una larga letanía de ausencia

De vacío, de triste espera

Sin que llegue eso que deseas

Muchas veces la vida

Nos sube a un carrusel deshabitado

En la que no hay palabras

En la que sobra mutismo

En la que la mudez gana otra guerra

Tantas veces la vida nos niega

La vista de la luna perforada

Esa que no ilumina sino pintada

Haciendo que valga flotar por esta tierra

Puede que no creas cuanto valen dos palabras

Puede que el cansancio nos bata en retirada

Puede que recojamos velas al lanzarnos a la mar

Como es posible perder también la nada

Créeme como le crees a los dioses paganos

No porto en mis bolsillos cosas magas

Tengo el discurso de versos negros

Que no dije en un octubre a contramano

Llevo los números que me hipnotizan

Los que hagan que mi interés crezca

Cuando los pájaros emigrantes suenan insanos

Digo que la vida se complica tan fácilmente

Que a veces parece extrañamente raro

Elevar el optimismo en una plaza

Contraer el crédito de la esperanza

Dispensar la alegría anticipada

Andar por la vida sonriendo a los vecinos

Tomar la mano de quien mi mujer amada

Decir en su oído los vocablos edulcorados

Recoger la ropa del piso varias mañanas

Creer que puede besarse apasionándose

Recorrer el continente hurgando con mis verbos

Abrazar el espacio sintiéndolo ocupado

Alegrarme por las alamedas regadas de gracia

Escribir suavemente mientras duermes a mi lado

Que ser poeta es un milagro

Pero encontrar mi musa es una verdadera hazaña

Y saber que después de la madrugada

Vendrán los jilgueros con sus cantos

A recoger los alaridos casi agotados de sonidos

Que ya ese libro que hay sobre tu mesa de luz

Seguirá hablándote un tiempo más

Que enfundaras la ceguera de tu cuerpo por delante

Mientras me enseñas la desnudes de tu espalda

Las piernas firmes que te sostienen

Los dedos largos que son tijeras recortando sombras

Las manos delicadas empuñando besos y promesas

Mientras por el ventanal ingresa la vida enamorada

La que en otras ocasiones fue una pobre desterrada

La que me mira sonrojada y no me nombra

Que se empañan los vidrios y los espejos cuando me besas

Cuando te acaricio con el pincel de mi mirada

Creo que la vida puede ser

También una larga y valiosa alegría.

SER TENIENDO

Fundamentalmente soy


Pero me cruza el tener

Y tengo

Tengo el pasado que he transitado,

El de las capillas abandonadas,

Alguna flor que no fue regada,

Los baldíos rudos de mi cuadra,

Alguna vereda que no se marcha,

Esos barriletes de nubes celestosas

Y el aguacero de algunas tardes

Que me recluía en la soledad,

Donde los fantasmas del futuro me asolaban,

Las noches de reyes en casa de mis abuelos,

Para despertar mirando bultos en el suelo.

Tengo de esa época las desgracias,

La suerte si es que existe,

El empeño por no extinguirme en la lastima,

El valor que año a año me fui forjando,

Tengo recuerdos de Ángeles inolvidables

De primeras confesiones entre pares,

Las travesías por calles descubiertas,

Hasta los besos ingenuos tan amables

De aquella niña que dejo vacío mis lugares.

Tengo de ese ayer

Tantas rectas interrumpidas,

Tantos puntos y apartes,

Que se me olvido la matemática

La aritmética y la geometría,

Que me volquee poco a poco a ver la luna

Entre poesías, escultura y las artes.

Tengo que confesar

Que muchas cosas ocurrieron,

Tantas que solo recuerdo algunas,

Se que ahora me floreció un septiembre,

Uno de números pintorescos,

De ropa humedecida,

Secada beso tras besos,

De poesías escritas con los labios,

En noche de insomnios amatorios,

Se que no me asusta lo por venir

Ni reposo como pesadilla en el pasado

Se que ahora hay flores cercanas

Creciendo en tu pelvis primaveral

Cuando la tierna premura del rocío

Cae sobre la esquina de tu cintura

Se que ahora la soledad es compañía

Cuando hablas las palabras de la noche

Cuando silencias los ruidos de la mañana

Cuando de tanto recorrernos mis ojos están cerrados

Cuando con la mirada he ganado todo

Ahora se que soy esencialmente

Un hombre que se siente amado.

sábado, 7 de mayo de 2011

DETRAS DE LAS PREGUNTAS


Una piedra


Tosca o preciosa, no lo se

Y detrás las preguntas,

El tiempo que desgasto los bordes,

La humedad que la cubrió de moho,

El silencio que compartió su hosquedad,

La soledad que partió los rayos de la bicicleta,

El misterio de quien nos oculta la verdad.

Y detrás las preguntas

Sobre tanta solidez,

Como pueden concebirse los muros de la abadía,

Como el metal que se fundió en un campanario,

Como las campanadas arrebatadas vuelan al vacio

Envueltos sus sonidos con la primara plana del diario.

Y detrás las preguntas,

Las que hace el destino sobre vos,

Que será de tus labios pintados de sensualidad,

Que de los cabellos colorados en plena agitación

Que de los besos dibujados con la tinta de la pasión

Que de las noches que suelen quedar cortas

Que de las madrugadas en que tus dedos secan mi sudor

Tantos interrogantes sobre como te comportas

Y yo no se

O si se lo guardo profundo para mí,

Para mi interior que se alegra por cada decisión.

Y nuevamente las preguntas,

Las que mancillan las ventanas de mi cuarto,

Las que se reflejan en el brillo opaco del espejo,

Allí donde mueren reviviendo los goces y los sueños,

Donde las rebeliones de tus pestañas largas,

Acorralan a mis vocablos en cálidas diligencias

Sin conseguir establecer que siempre te tendré sin ser tu dueño.

Y detrás las preguntas,

Sobre vaguedades de pueblos escondidos,

Sobre quien arrojas piedras danzarinas

Acerca de quien lleva manecillas de relojes viejos

Que no marcan las horas, solo los innumerables segundos

Sobre mi aversión a los números cardinales

Como así también a las religiones moralistas

A los sacerdotes de boca sellada y bragueta abierta

De obispos perdidos entre las faldas de perversos cardenales

Así, en ese aislamiento

Queda mi pueblo cubierto por tus piernas

Tapizado por la tersura de tu dermis

Fregada por la escritura con la pluma eterna

De mi martirio matinal en busca de una estrofa

La que escribo entre pliegues de tu animosidad

En la perfecta esquina donde estacionan las hojas marrones

De mi bitácora romántica, existencial

La que no se resigno nunca a no conocerte

La que te busco de cada signo y significante

La que te señalo: piedra libre a mi amor

Detrás de las preguntas, con respuesta personal

Casi no veo la piedra

En el horizonte asoma tu verde mirada

Creo escucharme decir que no hay otra igual,

No, no hay otra que me sea revelada.

viernes, 6 de mayo de 2011

HAY MIRADAS ANTES QUE LA NADA...


Hay miradas




Devoradoras,



Como esas que carcomen



La margen izquierda del Rio de la Plata,



Que penetran en el ojo de buey de algún carguero,



Hay miradas si,



Que llenan con mi vida el vacio de la muerte,



Arrancando las espinas del rosal marchito,



Que llenan de palabras el espiral de los aplausos,



Descorriendo el velo de la respiración piadosa,



De una caridad desmotivada junto a un amor en reparación,



Hasta que mi cardenal decide emprender vuelo,



Desde la ausencia más espaciosa de la resignación.



Hay miradas



De animales salvajes, depredadores



Que vestidos de humanos con alocadas pretensiones,



Van desgarrando con sus colmillos afilados



Los sentimientos inocuos de los hombres inocentes,



De mujeres despintadas para morir de pie,



Ante la crueldad de los señores con miedo de su pasado.



Hay miradas



Como la de tus verdes ojos,



Que se suceden con la rapidez de la exhalación,



Que no dan tiempo para encontrarse en la llovizna



Detrás de un albergue transitorio de mala muerte,



Vaya entonces con la suerte



De perder el miedo a la sombría soledad,



Esa que desfila los 9 de julio por la plaza mayor



Cuando la victoria paga prostitutas ilustradas,



Allí van como marionetas los surrealistas,



Los soldados de las rebeliones de fruslerías



Moradores de antros lujuriosos y de inquilinatos,



Y mientras tanto el mundo no se detiene



Y hay miradas



Sobre tus senos, sobre la negrura de tus aureolas



Atornilladas en punta con los pezones,



A unas camisas de seda o raso,



Destino de besos encolumnados



Buscando los montes pélvicos virginales



O ingresar por las renovadas mezquitas



Por las exiguas entradas traseras que revistiera al Corán,



Dices que muchas de estas cosas adoraran



Los sicarios de cuanta virgen aparece en la oscuridad



Hay miradas



Entre nosotros si las hay,



Miradas que invitan a la lectura de la mano,



A la que indaga en la borra del café,



La que descubre la existencia en las cartas del tarot,



Hay tantas lecturas como deseos propagados,



Como vuelo rapaz hacen las tropas de mis pájaros,



Sobre el desierto tiznado por el viento de los siglos,



En ese oasis apartado, ay mi Santa María de los lujuriosos,



Madre tierna que devoras las miradas,



Sin más palabras que tus manos apretadas



Al contundente confesionario de este libro



El que escribimos en poesía cuando aun era la nada.



Hay miradas antes que la nada…

jueves, 5 de mayo de 2011

EL LIMITE EXACTO

Pienso,


Enfrentado al vértigo de la nada,

Que hoy hay cosas que son distintas,

Por ejemplo que el tiempo ya no es temporal.

Ya no lo entendemos,

Ni lo vivimos como acontecer histórico,

Solo es instantaneidad,

Un vértigo que anula el pensar

Y repito,

Cuando el tiempo solo sea solo rapidez.

Nada es remoto,

El tiempo se acelera,

Todo se vuelve pasado,

Cuando aun creemos que vivimos en el filoso presente,

Las aguas de ese lapso se han vaciado.

Creo que hoy

Me ha tocado

Vaciar las armas de la decepción,

Aquellas que me dieron cargadas

O que yo llene,

Desaguar los floreros del escepticismo,

Completarlos de auroras por venir,

De noches angeladas de la mujer de mi elección,

Disponer la música adecuada,

Desempolvar mis besos más furiosos como amante,

Preparar mis citas predilectas

Para susurrarlas en un oído que solo oye gemidos,

Rompiendo el silencio con el rebenque de la palabra,

La que arme cuidadosamente

Instalando vocal sobre vocal,

Montando cada consonante,

Hasta alcanzar la altura del ventiluz,

Para ver cuando en desnudez plena

Te sumerges exultante en la tina,

Allí, en ese preciso instante,

El que recuerdo sin relatar,

Cuando convertido en blanquecina espuma,

Te cubro y te penetro,

Poro a poro,

En cada parte de tu geografía,

En esos labios que repiten mis estrofas,

Que te vuelven bandada de pájaros en loca alegría,

Que fue dejando que tus cavidades

Entraran en erupción con el estremecimiento de mi poesía.

Así,

En ese segundo que se desperdiga,

En ese fragmento que se discontinua,

En esos locos momentos de destiempos,

Es cuando me aferro a tus prominencias,

Con el atrevimiento de un arcángel del sexo,

Del amor, de mis voluptuosidades hechas ciencia

Así es que sin querer se me descubrió tu nombre

En el límite exacto de otra alborada.