sábado, 7 de mayo de 2011
DETRAS DE LAS PREGUNTAS
Una piedra
Tosca o preciosa, no lo se
Y detrás las preguntas,
El tiempo que desgasto los bordes,
La humedad que la cubrió de moho,
El silencio que compartió su hosquedad,
La soledad que partió los rayos de la bicicleta,
El misterio de quien nos oculta la verdad.
Y detrás las preguntas
Sobre tanta solidez,
Como pueden concebirse los muros de la abadía,
Como el metal que se fundió en un campanario,
Como las campanadas arrebatadas vuelan al vacio
Envueltos sus sonidos con la primara plana del diario.
Y detrás las preguntas,
Las que hace el destino sobre vos,
Que será de tus labios pintados de sensualidad,
Que de los cabellos colorados en plena agitación
Que de los besos dibujados con la tinta de la pasión
Que de las noches que suelen quedar cortas
Que de las madrugadas en que tus dedos secan mi sudor
Tantos interrogantes sobre como te comportas
Y yo no se
O si se lo guardo profundo para mí,
Para mi interior que se alegra por cada decisión.
Y nuevamente las preguntas,
Las que mancillan las ventanas de mi cuarto,
Las que se reflejan en el brillo opaco del espejo,
Allí donde mueren reviviendo los goces y los sueños,
Donde las rebeliones de tus pestañas largas,
Acorralan a mis vocablos en cálidas diligencias
Sin conseguir establecer que siempre te tendré sin ser tu dueño.
Y detrás las preguntas,
Sobre vaguedades de pueblos escondidos,
Sobre quien arrojas piedras danzarinas
Acerca de quien lleva manecillas de relojes viejos
Que no marcan las horas, solo los innumerables segundos
Sobre mi aversión a los números cardinales
Como así también a las religiones moralistas
A los sacerdotes de boca sellada y bragueta abierta
De obispos perdidos entre las faldas de perversos cardenales
Así, en ese aislamiento
Queda mi pueblo cubierto por tus piernas
Tapizado por la tersura de tu dermis
Fregada por la escritura con la pluma eterna
De mi martirio matinal en busca de una estrofa
La que escribo entre pliegues de tu animosidad
En la perfecta esquina donde estacionan las hojas marrones
De mi bitácora romántica, existencial
La que no se resigno nunca a no conocerte
La que te busco de cada signo y significante
La que te señalo: piedra libre a mi amor
Detrás de las preguntas, con respuesta personal
Casi no veo la piedra
En el horizonte asoma tu verde mirada
Creo escucharme decir que no hay otra igual,
No, no hay otra que me sea revelada.
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1 comentario:
Pasando a dejar mis huellas en tu página querido hermano.
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