martes, 4 de octubre de 2011

TIEMPO PARA AMAR

Ayer fue un rostro


Que hoy ya no recuerdo,

Que no esta ni siquiera en mi memoria,

Que solo fueron líneas

Débilmente delimitadas,

Una voz irreconocible,

Las noches sin color,

Las madrugadas mentirosas,

Y ya,

Nada más,

A eso se reduce

Las emociones de ayer,

A una simple sombra,

A unos huesos que no conforman

Ni siquiera el cuerpo de una dama,

Nada,

Ni el humo del cigarro,

Ni el erotismo de la lencería

Es que el amor

Cuando se muere

No lo velan ni lo creman,

Desaparece,

Es como estaciones a la vera de la vía

Pueblo tras pueblo,

Cuerpo tras cuerpo,

Verdades que duran solo un día.

Que raro,

Todo parece un sueño

Que ni siquiera rememoro,

Tan extraño

Que me encuentre un domingo en misa,

Arrodillado,

Implorando

Entre el verde de tus ojos,

Santa Maria

Que reniegas de tu beatitud,

Que te entregas al amor con cierto enojo,

Fingido,

Como hacen las niña elegidas,

Como mujer adulta en flor,

Que alborota mi calendario de cristal

El que carece de algunas hojas,

Más con la certeza

De morir mil veces,

Por recibir tu mano en mi frente,

Adivina de mis ansiedades,

Hechicera de mis angustias,

Cuando desaparece diligente

La sensación de vacuidad,

Y canta un gallo al alba,

Un rayo de luz perfora el espejo,

Y nuestros labios vivos,

Susurrantes en ignoto idioma

Las virtudes de este lecho

Donde encontrarse y poder llegar muy lejos.

Todo es simple,

Tengo edad para soñar,

Tengo codicias en mis dedos,

Tengo papel y lápiz,

Tengo el tiempo para amar.

No hay comentarios: