No sabía
Porque había nacido aquí,
Porque estas calles terrenosas,
Porque tanto pasto y las desdentadas baldosas,
Porque jugar con los juegos de la imaginación.
No sabía,
Más en algún lugar
Seguramente lo presentía.
Un día escuchando
Me regalaron la palabra patria,
No lo sentí como esos términos ajenos
Pero me pareció que no estaba presente,
Que reclamaba rescatarla de algún sitio,
Y tome los juegos
O las armas que eran similares,
Me agazape a la espera del villano,
Descreí de los uniformes hasta los del portero,
Tuvimos una santa que era pagana,
Le decíamos evita capitana.
Y pensábamos en un regreso
De un lugar de cuentos,
Puerta de hierro
A este país, merecedor de ser soberano
Basta de muerte inútil,
Fusiles guerrilleros,
Sangre joven para que vuelva el general,
Y la tragedia se llevo lo mejor.
Rodábamos de calle en calle,
Hasta que entendimos que la historia la escriben
Los desgarbados,
Los que son feos por naturaleza,
Los que por dentro son tan locos
Que esa incordura los vuelven los más bellos,
Los que parecen amagar llamarse Néstor
Pero tiene tantos nombres y muchos más rostros
Que no hay nada que contenga esa soldadesca.
Y me pierdo sin saber porque nací
En medio de un maremoto de banderas azul y blancas,
En las postrimerías de un bicentenario,
Cuando en otro octubre
La muerte creía que había ganado,
Hoy viene a rendirnos pleitesía,
Porque uno de los nuestros,
El más desgarbado, el más sabio,
La perforo sin pedirle nada a cambio,
Y aquí la pingüinera,
Los que hemos velado amaneceres,
Los curtidos en batallas inolvidables,
Los que lloramos al recordarte
Flaco loco,
Presidente nuestro,
Padre eterno como las nieves de tus cordilleras,
Sabrás seguro
Que has pasado y te quedaste con todas nuestras primaveras.
lunes, 17 de octubre de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario