Ahí
debajo
donde el viento
sopla con fuerza
existe la aridez
del silencio
que me recuerda a
las batallas de juventud
esas tempranas
tan aguerridas
tan sensuales
con tanta
esquirlas en los cuerpos
cuando la
superficie era continente
y las granadas
una fruta colorida
que estallaban
como miel entre tus dientes
soñando con
mañanas igualitarias
eramos la
dinamita que atemoriza
al poder , verbo
de parias delincuentes
más en tus besos
la gloria se eterniza.
Ahí
justo a la vuelta
del pasado
en este presente
incomodo
se debate mi
existencia anhelante
deseoso de ver
parir la carne
denigrada en los
escritos de otros poetas
que desean pensar
que el amor es invisible
nunca portado por
estos seres vivos
operación a la
que quiere someterme
el dueño de este
orbe desquiciado
mas como fuera
que amara
que me deshiciera
en la lujuria de una noche
siempre la
materia con movimiento
tan dialéctica, ella
tan oportunista yo
que cuando miro al
país de mis deseos
están mis
vanidades cargando con auroras
y me vuelvo
guerrilla en la vigilia
tomando por
asalto el monte de tus senos
explorarè la
sierra maestra de mi fantasía
serán estas
noches en nuestra santa clara
triunfos de
solitarios que ansían ver la lluvia
con ese ejército
rebelde apasionado
descanso ahora a
la sombra de tus pupilas
siento cuando las
lágrimas riegan mi jardín
es que en este
sur inmenso
encontré el
sentido de bardo enamorado.
Roberto Brindisi
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