jueves, 1 de mayo de 2008

AMOR QUE PAGA

Calla, demandaste
En medio de la noche
Silencio, prescribiste
Con tu delgado índice
En los cansados labios
Tras un extenuante viaje
Recorriendo cada poro
Del férvido paisaje.

Solo se oye un murmullo
Donde ante hubo roces
Grito, llantos, pedidos
Donde sobre la suave piel
Se extendió tanto el goce
Que agotados los amores
Yacen en el tálamo tendidos
Con las dulces señales
De regocijarse en lo prohibido.

Ahora es tarde, sombra
Saben como la mariposa
Que la osadía reclamada
En el altar de lo efímero
Alguien torvo la nombra
Sabiendo que la amada
Por un brioso hombre
Fue la que es su esposa.

Vendrá sin duda, aquella danza
En que el nombre oscuro
Efectuará lo ya escrito
Cumpliendo con su venganza.

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