domingo, 25 de agosto de 2013

LA IGNORANCIA DE SABER


Con el tiempo aprendí la espera
deje de lado la incómoda ansiedad
me amigue con la sabia paciencia
llegando a quebrar el pulso acelerado
que abonaban el infinito hueco de la nada
y pensé que por fin tendría serenidad.
Aprendí
que nunca se conoce todo
que la ignorancia es la parte sobresaliente
de una sapiencia artificial
pero sobre todo conocí
que detrás de las sombras de tus nalgas
el paisaje es conciso
que solemos gemir en ese instante
y escalo sin prisa hasta tus pezones
donde una aureola bien marcada
se entrega a esta pasión más que rebosante.
Me dijiste cúbreme
tápame el pasado de  equivocaciones
abraza por el dorso el presente eterno
abre tu boca para que extraiga las palabras
no dejes de mirar mis esquinas
donde los tajos  y arroyos se manifiestan
enterremos para siempre los recelos
descarnadamente vulnera mi fragilidad
que no es cierto que el amor y el sexo se detestan.
Abrí tu dermis
en la penúltima vigilia del suicidio
forcé tus músculos
penetre en tus venas donde fluye la eternidad
y con la luminosa sonrisa de quien triunfo
me deje caer muerto al borde de tu cama
pude ver los pétalos de viento rojo
que recogían las gotas del diluvio de antaño
hecho mi féretro con retazos de sensualidad
la tierra traía el mensaje  de las ultimas auroras
morirás esta noche para resucitar  en los parajes
cruzaran el sueño de aristas forasteras
y en un domingo de esos cualquiera

recuperaran el erotismo de las mejores horas.

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