jueves, 17 de diciembre de 2015

PROMESA ENAMORADA


Un instante
un lugar
un millón de recuerdos falsos
y mi cuarto vacío
solo cubierto por una soledad perdida
mientras el silencio barre mis pisos
tiembla una nube invisible en el espejo
debajo de mi lecho miles de gemidos
que no dejaron el barco a tiempo
quizás mueran en la arena de antaño
quizás agonicen en una lluvia pasajera
quizás…solo quizás
la improbabilidad como matemática del deseo
sé que son divisible los cuerpos
como también hay segmentos de ilusiones
hay flores que se posan en las patas del jilguero
hay gorriones que emigran de aquella buenos aires
no por hostil ni descomedida
sino porque ya no están las veredas borgianas
ni los laberintos extraviados en Palermo
solo queda en este cuarto la luz del desengaño
las viejas mascaras de un carnaval austero
mientras flota en el aire viciado
 promesas hechas y deshechas en primavera
mis libros me miran desde lejos
prisioneros
cautivos en manos de otro dueño
será la prisa de este tiempo húmedo?
y yo aquí en una ciudad porteña de otro suelo
porque no hace falta rio de color marrón
sino la cadencia de haber vivido a contrapelo
lo que me ha dado pasaporte de extranjero
hasta en el abismo de mi propia cama
con el cuerpo sumergido en la lujuria
de otra piel que reclamaba el fuego
alzo la vista
me detengo en tu mirada
están crujiendo los sueños veleidosos
puedo afirmar que en medio de tanto hielo
no asomaran lapsos de promesas enamoradas.
Roberto Brindisi



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