jueves, 14 de julio de 2016

A DESHORA


Diría más allá
si la noche no estuviera muerta,
lo diría ante los islotes del temor
ante esa brújula descompuesta
que apunta al sudoeste
como las melodías de la locura,
diría más allá
si las estrellas no se desmoronaran
sobre los sueños tristes de un poeta
sabiendo que las letras bastardas
producen una soledad tan bella
capaz de pensar en asaltar alguna biblioteca
a media cuadra del cubículo de la ignorancia,
el que escribe no se cansa de pensar
que es un oficio mil veces menor
al del lector adicto a las palabras escritas,
quisiera decir mas
siendo parte de un abismo
de un ápice de ese vacío inescrutable
del abismo mismo de la indiferencia
al regreso de los meandros de los deltas
de las olvidadas arenas movedizas
en ese espacio de humareda y de cristales sucios
mas allá de las espigas que fingen ser silvestres
o de esos pájaros compuestos como polinomios
de los cuchillos aguzados de las hojas de pino
o de las astillas de los álamos somnolientos
soy un viejo lobo que quiere abandonar su piel mundana
por el sendero donde la vista pierde su bruma cortesana
resplandecer en la boca de una hembra color arcilla
por el oeste donde los cielos maduran sus amaneceres
pudriéndose y desprendiendo trozos sobre mi cabeza
se que estoy y estuve en muchas miradas
me voy resignando a ser memorias
recuerdo de otro que se olvidan
aun conservo los últimos alientos
los que hacen que me amigue con mi antiguo espejo
el que guarda los secretos despellejados
las curvas perfectas de las féminas fatales
los jadeos y orgasmos como música de Schubert
el que vio andar la humedad y los placeres
hechos gotas de sudor empañadoras
me he amigado con mi lecho y mi ventana
pacientes amigos de mis ansiedades
podría decir tanto pero siento que aun no es la hora.
Roberto Brindisi







No hay comentarios: