jueves, 15 de abril de 2010

COMO IMPOTENCIA

Quizás hablar de la impotencia
Esa cosa que me pasa
Eso que me suena
Cuando veo que no estaré en tu pisada
Ni en los sueños que no conozco
Ni en las arenas de tu pensamiento
Ni en las olas de tu cariño
Ni en los ojos grandes de tibias esperanzas
Ni mi cabello entre la longitud de tu falange
Todo eso me sabe a lo que se escapa.

Se van tus besos a deambular el mundo
Como tus suspiros a sentir nuevos aires
Como tus piernas recorrerán otras planicies
Como tus planicies otras montañas
Sabiendo que tus serranías
No quedaran inexploradas
Que rogaras el evangelio de otro credo
Y que otros oratorios acaparan tus letanías
Mas nada queda al bardo que imaginar
Cuando sus versos acaparaban tus enredos.

Ahora, en la cumbre de la impotencia
Desde el everest del sentimiento
Sueño con los parques japoneses
Con los relatos orientales
Con una manos bordando los dibujos
Con una sonrisa aniñada sayuriana
Que prendió tan hondo las alas del halcón
Con la vista perdida en el monte de los cerezos
Sabedor que de muchos modos he muerto
Al intentar escalar el penúltimo escalón

Asi juega la vida
De la manera más variopinta
Como el viejo carrusel del baldío de mi barrio
Donde no el destino sino el calesitero
Nos dejaba dueños de la endiablada sortija
Por algunas vueltas hoy evaporadas
Como se evapora el recuerdo de tu franca sonrisa

La impotencia de saber que he finiquitado
En el sueño aquel
Que un loco poeta deliró en prolongar
Girando en el vacío del espacio
En el líquido multicolor de la vigilia
Recomponiendo parte de sus sentires de erotismo
Porque hoy descuella el vago desencanto
En las playas de una metrópoli asediada
Con los hierros torcido de esta ciudadela
En el retiro las aves de una ilusión emiten su canto
Quizás una ilusión, quizás un sueño
Es que el bardo ha querido tanto…

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