martes, 11 de junio de 2013

ANDANDO


Vago por los ángulos
o rincones de mi cuarto
voy hasta tu piel y vuelvo
al regresar siento el vacío
sin las luces de mis cuencas viejas
en mi interior el misterio negro
es que mi esencia se opaco
diría que hui de mi hace milenios
que ahora miro solo un reflejo
y en el perchero solo el añejo saco.
Se escurrirme en silencio
por tu memoria sutilmente frágil
hecha abandono en esta alborada
me recuerdas que caminamos calles
que robamos flores de algunas primaveras
que alguna vez fui un bardo intenso
y que vos una musa inquieta
se desdibujaba de la banqueta imaginaria
mientras al dorso de la esquina
era la desnudez de tus bordeados
los que escondían las letras de mi plegaria.
Ahora llueve
lentamente
como desganado el tiempo
llueve entre las rendijas de la vida
van cayendo horas y minutos
y mojan las ventanas de esta casa
la que cobijó las sombras de esta lascivia
hija del amor hecha de fuego
recuerdo haber vuelto en una luna nueva
en tanto el agua lava todo
menos los demonios presentes en el juego.
Aunque estés aquí
alegrando los rituales de la convivencia
sigo esperándote
sé que mudaras de dermis
que dejaras que me inunde de tus besos
y tus caricias pasionales
sé que desparramare mis ansias
sobre los bordes de tus labios desprendidos
y en tanto anocheceres buenos
que preceden a madrugadas tormentosas
uno de los dos gritara de goce
al redescubrir las puntas de tus senos
asi por estas densidades atemporales

suelen transcurrir las mejores cosas.

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