sábado, 15 de junio de 2013

POR LA ETERNIDAD


Desde el rojo del día
descubres que somos ese punto
ese ápice imperceptible
que puede hacer de la noche un polvorín
y te das cuenta
que los gritos de nuestros deseos
son silencio en la inmensidad
pero no hay que darse por vencidos
porque hemos venido a hacer historia
a dejar que la sangre bulla alborotada
que el sudor intenso de nuestra piel
desembocara en los arroyos del placer
océano inmenso
desde la mirada de nuestra lujuria
vértice preciso donde confluimos
amor hecho de dedos desgarrados
de lengua que secan su dialecto
en los bordes ardientes de nuestros labios
y uno sobre el otro somos el universo
la nada infinita
la totalidad de la angustia y la alegría
de una soledad que expiro por añeja
y nosotros aquí
sobrellevando el aguacero de los astros
materia en movimiento
gama de colores pintadas por el deseo
aritmética de bordes aplanados
geometría de figuras en reconversión
de toda nuestra ignorancia
nació el principio de la parsimonia
precedido por el momento de la desperación
cuando los ojos  se posan en la superficie
y solo ven el desierto de un mundo sin dios
seguimos andando
detenidos frente a la fuerza de los espejos
cuando tu mano recorre mi entrepiernas
siendo la vida en ese lapso pura anarquía
caos de cabellos que son cometas al viento
sé que quizás no deba escribir intimidades
pero como individuo me resumo
en sentimientos de amores y de odios
si he de tomar mil veces la pluma
elijo escribir de mi amor por ti lejos de las edades
ser la porción positiva de nuestro tiempo
pensarnos como ilustres en la inmortalidad
como delirantes que siempre suman
sin pretender resecarnos como ejemplos
sino crecer entre las ramas vitales de nuestra humanidad.


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