domingo, 6 de septiembre de 2015

EL SILENCIO FIEL


El silencio
amo eterno de esos sueños míos
estepa árida en donde mueren los dolores
lugar inmerecido para cada poesía
a veces bienvenido
cuando olvido decir lo que lastima
lo que muerde las  atentas palabras
o las contundentes
pero a pesar de todo
cómplice de múltiples veladas
en donde evoco aquella sonrisa tuya
aquellos dichos envenenados
y cuando digo tuya
no puedo ponerle un nombre
han sido tantos los latidos
como tantas las veces que mentimos
que el silencio después de todo
fue un paréntesis
hasta consagrar miradas nuevas
ver navegar sonrisas frescas
dejar que rompa la marea
el bullicio sordo de otra hembra
con la esperanza de que venga descargada
vestida quizás de rojo
como esa sangre mía que me inunda
o esos labios que imagino en su crescendo
es allí donde el silencio
le gana a la muerte su prestigio de hechicero
su abrumador poder para engendrar poemas sabios
o necedades vestidas de faldas recortadas
entre este aroma a noche en velo
entre los dientes de una luna llena
en este laberinto que es mi vida
el amor se me aparece como un toro arisco
como una mano escurridiza
como los dedos extendidos sobre mi desnuda piel
que pretender dejar una profunda huella
se que la calma falsa de mi espejo antiguo
incomprendido devorador de imágenes
esperan en su ansiedad que aparezca ella
como respues a ese silencio extenso y fiel.
Roberto Brindisi


2 comentarios:

marcela.de.barruel@gmail.com dijo...

Bello , sutil y muy fuerte poema.

marcela.de.barruel@gmail.com dijo...

¡Me conmueve también la pintura de Miró elegida como compañera del poema.