lunes, 28 de septiembre de 2009

YO VENGO DEL INFIERNO

La oscuridad es compañera
De estos tiempos sin retorno
En las paredes de la nada
Ha surgido un conjunto de pesadillas
Son los monstruos que me acampan
Que proyectan su figura en el cielorraso
Cierro los ojos e igual los veo
Quiero dormirme pero están presentes
Me esfuerzo en pensar en una hembra
Sedienta de mi sexo alcoholizado
Veo sus piernas delgadas que se abren
Una vagina depilada en su estrechez
No se mantiene màs que poco tiempo
De entre sus labios aparecen las bestias
Que se engullen a las criaturas
Sus partes, sos órganos
Mastican los ojos de unos infantes como alimento
Sus uñas, sus piernas blancas y las manos enlutadas
Nuevamente la muerte
Los cuerpos destrozados, sus fragmentos
Asoman como hijos del aguardiente
Las putas rien a carcajada
Sus bocas mal pintadas se desencajan
Entremezcladas las arañas y las víboras
Mil tarántulas que pican los senos exprimidos
Serpientes que extienden sus lenguas venenosas
Y yo en este cuerpo, en esta mente, en este cuarto
Desde esta cama,
Transpirado de alcohol por todos lados
No me puedo escapar, me duele,
Es el terror el que rinde pleitesía
A este delirium tremens
La hora de la muerte estará cerca
Me pregunto mientras desfilan tanques de guerra
Que pisotean a estudiantes horrorizados
El vino, el Whisky han hecho estragos
Me muero, estoy muriendo,
En una larga agonía
Tan larga que todo se deforma, se reforma
Las monjas son prostitutas de la villa 31
Los curas negros violadores en la ciudad oculta
Y mi tiempo se ha terminado
La sangre mía, la de mi cuerpo
Derrochada de golpear contra los vidrios
El tequila se ha consumado,
El vodka no soluciona nada
Cuantos litros de agua bendita
Tome en la iglesia de este psiquiatrico
Que me llevo reconocer a dios
En la enfermera de blanco delantal
En el último dia los puntos y las rayas se evaporan
En el ultimo dia del síndrome de abstinencia
Alli fue a cara o cruz
Volver a las alucinaciones
O entregarme a la humillación de saberme impotente
De no ser el soberano que creía
Me dominaba, era un adicto
Ahora, a varios años de distancia
En sobriedad física y emocional
Solo es un recuerdo que no golpea
Una evocación de la letrina de la existencia
He debido perder tantas veces para ganar
Me he rendido para resucitar
Y aquí ante la pantalla
Me sonrío pensando los inescrutables caminos del señor
Y digo benévolo… agradecido
Que reverendo hijo de putas que fui!!!!

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