viernes, 23 de enero de 2009

GENESIS DEL AMOR






El origen de mi vida fue el caos
No estaba Dios, jahve, para separar
El agua fría de la tierra dura
Ni las oscuras tinieblas de la luz primera.
Tengo aún los inolvidables recuerdos del olvido
Un armazón de los espacios muertos por no vividos
Pero todavía no existía el día inaugural
Aquel hálito purificador que me animara
Tan solo era polvo adánico sin soplo vital
Un Golem que se levantaba en un laberinto
Con un minotauro agonizando ante un espejo
Con la inmortalidad pecaminosa de mi lado
La palabra como espada nominadora de las cosas
En esa noche extensa jugué hasta cansarme
Quede dormido sobre la gramilla de una nube
Y vino el sueño, y con el las pesadillas,
Me soñé sombra informe de otras sombras
Emergió la angustia desde un pantano de astillas
De clavos oxidados, de cadáveres sin ninguna forma
De depresiones, de miedos, de sobresaltos
Hasta despertar en medio de un desértico océano
Donde la extensa y solitaria playa arenosa
Con un recién creado sol cayendo a pleno
Me descubrió la otra soledad de mi vigilia
La que vistió su cuerpo con el viento de la tarde
Dejando pisadas con el símbolo de las rosas
Hecha de abstractos elementos tan disímiles
Como el deseo ardiente, la lujuria y la pasión fogosa
Tu andar de gacela en celo me acaricio provocativa
En lo exhausto de mil noches y mil días
Bajo el universo como única envoltura
En un momento exclame fundante, ¡Amor!
Mirando en lo profundo de tus ojos renegridos
Reflexione, no es bueno que el hombre este solo!
Desperté del sueño en la misma húmeda orilla
Estabas a mi lado soñando mis conclusiones
No, no es bueno que ninguno de los dos se encuentre desolado
Por eso residimos eternamente en un sueño enamorado





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